La clase A y el misterio del Wonder duo [KatsuDeku]

VII

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Mi plan de descubrir que traman Bakugo y Deku no está funcionando, no hemos descubierto nada. Hoy Deku faltó a clases y Bakugo se fugó a la hora del almuerzo, sé que no pelearon, no había rastros de una pelea en la habitación de Deku. Pero me preocupa que este tonto haya bajado hasta la cocina a prepararse el desayuno, debí haberme encargado de eso, si no se hubiera levantado de la cama quizás su fiebre no habría empeorado.

Pobre, debe estar muy cansado, ojalá hubiera podido convencer a Recovery girl de ir hasta su habitación y no tener que sacarlo. Puedo verlo por el reflejo de los cristales en los edificios, con mi quirk es bastante sencillo cargar toda su masa muscular en mi espalda, como si fuera un bebé koala, y vaya que lo parece, con su sudadera de All Might y sus calcetines con un diseño de nuestro profesor, Deku es tan tierno, es algo que me gusta de él, sé que es fuerte, pero ver su carita solo me hace querer jugar con sus mejillas gorditas.

Otra vez está cerrando sus ojos.

—Deku, no te duermas —le pedí, dando un saltito para moverlo.

—No estoy durmiendo… —susurró escondiendo su cara en mi espalda. Sí, Deku es muy tierno. —Ochako, ¿podemos ir a una tienda antes de ir a la enfermería?

—Nop, es mejor que te revisen primero…

—Si tengo mucha fiebre me van a dejar en una de las camas de la enfermería, por favor, solo será un momento.

—Nos vamos a meter en problemas si nos atrapan, Deku.

—No nos van a atrapar, no seas cobarde, Ochako.

—¿A quién llamas cobarde, sabes que puedo enviarte a la atmósfera ahora mismo? —bromeé.

—No lo harías —me respondió con una risita.

—Bien, no lo haría, pero no me pongas a prueba o te dejo flotar como un globo y te sujeto con tu sudadera.

Él rió de nuevo, es bueno saber que la fiebre aún lo deja pensar con claridad.

Solo porque es mi amigo y lo quiero demasiado le cumplí su capricho, lo llevé en mi espalda por la ciudad a pesar de las miradas curiosas. Por fin llegamos a una tienda de comestibles donde caminé a paso lento entre los pasillos, dejando que él escogiera lo que quería. Tomó un par de empaques de galletas y unas bolsas de dulces picantes, junto con una mezcla para preparar chocolate.

—Tú no puedes cocinar así como estas, Deku —lo regañé cuando tomó lo último.

—Pero Kacchan puede hacerlo por mí —respondió adormilado.

—¿Le vas a pedir a Bakugo que te cocine, te quieres morir o qué?

Él respondió riendo, creo que sí está delirando, demonios, tengo que llevarlo rápido a la enfermería.