Bear Family | Sanwoo

➵ Se busca osito

Jongho: 4 años

― Entendido... ―tecleó rápido la recepcionista,― Avisaré al encargado y vendrá de inmediato a ayudarles a escoger un pequeñito. Si todo sale bien, ya mañana sería de ustedes.

Dicho esto, la chica sonrió y dejó a la joven pareja mientras iba hacia una de las oficinas interiores.

Se abrazaron con esperanza y se soltaron apenas escucharon la puerta del patio. Sorprendidos, miraron como un niño con la rodilla ensangrentada llegaba cerca de ellos con pequeñas lágrimas en sus ojos.

― ¿D-daven donde ta tía Seulgie? ―preguntó tímido, apuntando si rodilla,― Sanggie me pasó a devar y me tiró al duelo.

Wooyoung miró a su pareja y este le sonrió.

― ¿Quieres que te ayude, pequeño? ―el nombrado asintió,― ¿Vamos al baño? Ahí podré limpiarte mejor esa herida.

― ¿Cómo te llamas, pequeño osito? ―San preguntó ahora, poniéndose a su altura.

― ¿Odito? Jongho odito ―se apuntó. Ambos mayores sonrieron.

Wooyoung tomó en sus brazos al pequeño y juntos fueron al baño, mientras el contrario se quedó esperando, en caso de que apareciera el encargado de ayudarlos a escoger.

Ambos se habían conocido fuera de Corea, cuando el mayor estaba en un viaje de estudios. Ahí se encontró con el mitad americano y tuvieron un bello romance de verano, que hizo que San quisiera venirse con él hacia Corea y comenzar su vida junto al bajito.

Hace mucho tiempo estaba en sus planes adoptar un bebé, pero sólo hace poco se había permitido la ley para padres homosexuales; sus ruegos habían sido escuchados, así que rápidamente buscaron lugares donde pudieran encontrar un niño especial.

Wooyoung aún no aparecía cuando el encargado llegó al lado de San.

― Amigo mío, ¿cómo estás? ―sonrió al nombrado, extendiendo un abrazo.

― Yunho ―se soltaron,― Anhelando este momento ―sinceró el más alto, sonriendo.

― ¿Vamos a escoger algún suertudo? ¿Vienes solo?

― Vengo con Wooyoung. Él...

A lo lejos escuchó una pequeña conversación; reconoció la voz de su novio.

― ¿Ya no te duele, Jongho?

― Nop. Papá osito me cuidó ben ―el pequeño en brazos apuntó hacia el contrario.

― ¿Yo? ¿Un osito también? ―ignoró el hecho de que le dijo papá y sonrió cuando el menor asintió,― Vamos a darnos un abrazo de oso entonces, para que cure más rápido.

Cuando San volteó la mirada, sus ojos se encontraron con una vista preciosa: Wooyoung abrazaba con fuerza el cuerpo del menor mientras ambos sonreían. Por inercia, él también sonrió.

― Entonces, ¿vamos a escoger? ―sonrió Yunho― Tenemos muchos pequeñines.

Wooyoung miró a San y luego pasó su mirada por el pequeño que cargaba. Estaba dormido.

― Eeh... ―Wooyoung dudó un poco.

Su pareja lo miró y también miró al pequeño en los brazos; sonrió al entender.

― Creo que ya lo encontramos ―apuntó al pequeño.