S E I S

10 1 0
                                    

¿Que si me había sorprendido?

Obvioo que sí.

Tenía ante mis ojos a un familiar de Jung-Kook y que aparentemente no le agrada. Una buena arma para dispararle directamente.

Él al notar mi rostro, paniquiado, se echó a reír.

—No es la gran cosa —dijo, sin borrar su sonrisa—. Regresemos. Quiero comer.

Reí de la forma en que dijo «Quiero comer», sonaba con mucha saciedad. Necesitaba comer sí o sí.

Ambos salimos del baño y nos dirigimos dónde estaba los invitados. Busque con la mirada a Jung-Kook, pero no lo ví por ninguna parte.

Hoseok me tomo nuevamente por el brazo y me hizo que atravezara una puerta, cuando pude acostumbrarme a la luz –porque era muy oscura– me percate en lo que había en su interior. En el centro del lugar había una gran mesa con comida recién preparada.

Me puse en alerta porque solo estábamos nosotros y me imaginaba que entró sin ser visto, pero vamos, es familiar de Jung-Kook y lo más seguro es que pueda hacer lo que quiera, en cambio yo, no.

—Podemos regresar y seguir comportándose como un hombre de 25 años. —murmure, un poco molesto por su comportamiento de un simple niño.

—No.

Solté un suspiro de frustración y me relajé.

En ese momento escuché la puerta por donde entramos, abrirse. Hoseok giro su cabeza al mismo tiempo que masticaba levemente lo que había ingerido y mostraba una sorpresa en sus ojos.

Gire sobre mis pies y me di cuenta que era Jung-Kook junto a su padre y otras personas más que no conocía. El ceño del Padre de Jeon estaba fruncido. Estaba molesto.

—¿Qué haces en este lugar? —preguntó, molesto.

Creí que la pregunta era para Hoseok, pero al notar que se acercaba a mí, mientras me señalaba sabía que esa pregunta era para mí.

—Eh... Pues. Cómo le digo. Hoseok y yo —me callé cuando esté señor estaba mirando con mucha más molestia a Hoseok.

—Tio, yo lo invite —dijo finalmente cuando logro tragar.

—Nadie te dio el derecho de invitar a quien se te dé la gana— le gritó —. Además, tú no estabas invitado.

Lo último que dijo me sorprendió, al igual que los otros presentes.

Vaya, vaya.

—Callate, Jeon.

Alguien habló. Busqué con la mirada de quién era y noté que provenía de una mujer. Al lado de ella estaba un hombre. Entorne mis ojos percatadome que ella era idéntica aquel hombre que estaba a su lado. Como si fuera la versión masculina de ella.

—Mujer, pero...

Fue interrumpido.

—No hay pero que valga, Jeon. —dijo caminando hacia él —. Sabemos perfectamente que Hoseok si es parte de mi familia, y el hecho de que nuestro hijo sea el dueño de el hotel. No te da el derecho de meter y sacar a quien te de la gana.

—Además, mi hijo trabaja para el tuyo. —agregó el hombre que está al lado de la mujer —. O como crees que aún siguen manteniendo tu hotelsillo de pie.

Aquellas palabras fueron suficientes para desconsertar al padre de Jeon, que aparentemente no sabía sobre ello.

Tarde dos minutos en procesar que carajos había sucedido. La mujer que mando a callar al padre de Jeon, era la madre de Jeon y el hombre que estaba a su lado era el padre de Hoseok, que vendría siendo hermano gemelo de la madre de Jung-Kook.

¡Wow! Está familia me sorprende.

—Pero, ¿Cómo? —preguntó

Estaban a punto de responderle a su pregunta, pero yo estaba allí presente, por lo que no lo hicieron. Solo se acercaron a él y lo llevaron fuera del gran comedor.

Me quedé intrigado. Quería saber más, por lo que mi cabeza se insinuó que está familia son más que rivales, entre ellos.

Solo quedaron 3 chicas, Jung-Kook, Hoseok y yo.

Las tres chicas me observaron, escaneandome de pies a cabeza y luego se marcharon. Decidí hacer lo mismo por lo que me fuí de allí.

Esa misma noche Hoseok me encontró en el mismo lugar donde nos habíamos conocido, me ofreció disculpas por lo sucedido está noche y me prometió que la siguiente no sucedería lo mismo. Descaradamente las acepté.

Se ofreció a llevarme a mi habitación, pero supe que el debería estar junto a su familia por lo que le rechacé. Él comprendió y se despidió.

Después tome el ascensor para llegar a mi habitación y descansar, pero cuando iba saliendo escuché el sonido de la puerta; de la habitación 506 cerrarse. Al parecer Jung-Kook había entrado.

Quite de mis zapatos, quedándome en mis calcetines de Bob Esponja y me acerque a la puerta en silencio.

Apoyé mi oreja contra la madera de la puerta para escuchar algo, pero no escuchaba nada.
Tras no escuchar nada con la valentía que había reunido de no sé dónde. Abrí la puerta.

Esperé encontrarme una habitación como la de los asesinos; con un tablero donde anotaba a su víctimas y próximas víctimas, con periódicos por todos lados, una cama desorganizada y una gran mancha de sangre en el suelo. Pero no era así. Su habitación se veía impecable, su suelo brillaba como un espejo. En el tablero no había más que cosas de trabajo y su cama estaba organizada.

De repente escuché el sonido de la regadera y supuse que estaba tomando una ducha. Saque mi teléfono y empecé a fotografíar lo que estaba en su tablero.

Busqué cualquier cosa en sus gavetas como papeles que me hagan llegar a su malévolo plan, pero no encontraba nada. Absolutamente nada.
Fueron exactamente 15 minutos que me la pasé buscando algo que no encontré, pues el sonido de la regadera se había detenido.

Me asusté, por miedo a ser atrapado y quizás me echarán del hotel. Fuí directo a la puerta, pero esta tenía seguro y no estaba la llave para abrirla. Busqué algún escondite, pero no lo hallaba.

Armario; claro que no. Lo más seguro es que se vaya a cambiar y te pille.

Detrás de las cortinas; y si quiere ver el paisaje.

En el baño; Taehyung, estás pendejo. Va a salir de el si no piensas rápido.

No tuve de otra que meterme debajo de la cama. Cuando lo hice este salió del baño. Caminó directo al armario y de allí saco algo. Creería yo que era una pijama. Luego pareció caminar por toda la habitación, aún con la toalla sobre su cintura, pues claro, estaba en toalla, je.

Por cada paso que daba, dejaba la marca húmeda de su pie en la baldosa. «Si que es paton» pense.

No se cuánto tiempo estuve debajo de la cama, pero ya me sentía incómodo allí. Asomé mi cabeza un poco y pille que todo estaba oscuro y solo. Aproveché la oportunidad de salir y corrí directamente a la puerta. Antes de salir eche un vistazo hacía dentro de la habitación, incluyendo la cama donde ya hacía el cuerpo cansado y semidesnudo de Jung-Kook.

Me acerque a la cama dándome cuenta que estaba dormido. Sus cejas estaban fruncidas, como siempre, sus labios rectos y su cabello desorganizado.

Se veía bien.

Tomé una foto con mi celular y salí.

Esa foto en algún momento me debe servir.

.·· ──────── .·IG: thvalerie1·. ──────── ··.

TANATOFOBIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora