T R E C E

15 1 0
                                    

Durante los siguientes días no fueron los más extraordinarios, no había recibido ninguna llamada de Hoseok, me llegó un momento a preocuparme, pero no debía de tener ningún sentimiento hacia familiares de Jeon.

Así que ese mismo día pedí que conservarán mi habitación. Porque iba a salir a un lugar importante.

Donde Kim Namjoon.

Pues, sí había ocurrido algo con Hoseok, no debía depender tanto de su tarjeta de crédito, por lo que iría a buscar a Namjoon para que resolviera ese asunto si quería que siguiera trabajando con él.

Él no dijo nada y me entregó una tarjeta de crédito con suficiente dinero para estar entre tanta gente. Además de otorgar un poder mayor al de Hoseok. Es decir, ahora por el dinero que tenía, era superior a Hoseok.

Esa misma noche regresé al hotel, no había ninguna información sobre Jung-Kook, pues su habitación estaba cerrada como siempre.

En el suelo de mi habitación se encontraba tirada una tarjeta de invitación. Donde decía que estaba cordialmente invitado a una celebración enmascarada en el bar de este hotel.

—Al parecer todos saben que soy superior a ellos —murmuro —, pero el dinero no lo es todo.

En algo sentía que tenía razón, o tal vez dije las mismas palabras que me podría decir Jung-Kook cuando lo vaya a ver allí. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


星┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈星

Cuando llegó el día de la celebración, era el último en llegar, ya todos estaban allí. El ambiente estaba impregnado de misterio y elegancia, las luces tenues creaban una atmósfera de enigma que encajaba a la perfección con la naturaleza de la fiesta de máscaras.

Por lo de la última vez, en cuestión de las máscaras, opté por tomar una diferente. Pues la última vez Jeon tenía una máscara idéntica a la que tenía puesta aquella vez. No quería que se repitiera la confusión de la ocasión anterior.

No había demasiada, ni poco personal invitado. Estábamos en una cifra equilibrada. Tomé entre mis manos una copa de champagne que estaban sirviendo los encargados del alcohol, mientras observaba a la multitud.

Como no conocía a nadie en la fiesta, decidí posicionarme cerca de la barra. Desde ese lugar, podía apreciar el escenario donde, la última vez, llegó el padre de Jeon.

Sin embargo, mientras examinaba la sala en busca de su figura distinguida, me di cuenta de que no estaba a la vista. Quizás aún no había llegado, o se encontraba perdido entre la multitud, oculto tras su máscara.

Con la mirada inquisitiva, empecé a buscar entre la maraña de rostros enmascarados, pero era una tarea ardua, ya que resultaba imposible identificarlo entre tantas personas desconocidas.

Fue entonces cuando una figura en particular llamó mi atención. Aquella persona saludaba a los invitados con elegancia y carisma. Intrigado, me alejé de la barra y me dirigí hacia el grupo que se congregaba alrededor de esta misteriosa figura.

Al llegar al lugar, aguardé pacientemente mi turno para saludar a esta persona y, de esta manera, poder identificarla. No obstante, al final de la fila, cuando finalmente estuve frente a él, quedé totalmente sorprendido por su identidad. No era otro que Jeon Jung-Kook, y para colmo, llevaba puesta la misma máscara que la mía.

Mis esfuerzos por no coincidir con él habían resultado en vano. Jeon me observó detenidamente, y pude percibir en su mirada una ceja arqueada en señal de reconocimiento. La multitud a nuestro alrededor se dio cuenta de la similitud de nuestras máscaras y comenzaron a murmurar comentarios hirientes.

Sin embargo, sabía que Jeon era un hombre de honor y no permitiría que su nombre fuera manchado por una simple coincidencia.

—Un gusto tenerlo aquí, Kim Taehyung —saludó, con una hipocresía apenas disimulada —. Me sorprendió encontrar a alguien con gustos semejantes, pero, a diferencia de la tuya, es la versión barata. Al igual que tú.

Su insulto retumbó en el aire, seguido de risas y murmullos. Jeon creía haber ganado con su comentario, pero estaba decidido a responder de manera elegante y mordaz.

—Gracias por tu comentario. Me alegra saber que, a pesar de nuestras diferencias, ambos compartimos la idea de utilizar una máscara para protegernos —dije, manteniendo mi compostura y fingiendo amabilidad —. Aprecio tu perspectiva y aprecio aún más el hecho de que podamos expresar nuestras opiniones de una manera elegante y respetuosa.

Tras esas palabras, me alejé de la multitud y me detuve por un momento para mirar a la distancia, sintiendo que había respondido con dignidad.

—Un gusto conocerte, Jeon Jung-Kook.

Mis pasos resonaron en el silencio relativo del bar, dejando un eco de incertidumbre en el ambiente.

¿Habría sido suficiente para contrarrestar su insulto?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 15, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

TANATOFOBIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora