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GanYu llegó realmente feliz por aquella salida con HaJoon, apenas le conocía y en ningún momento se sintió inseguro por hablar de sus gustos, era una persona que lo escuchó con una sonrisa y siempre aportaba datos que para el pelinegro eran muy básicos, sin embargo, eso le llevaba a hablar más y más.

Se había quedado hablando con HyeHyun por llamada en el pasillo, HaJoon tuvo que quedarse dos pisos abajo ya que su dormitorio estaba ahí.

HyeHyun estaba muerta de emoción por ello, pues su amigo era alguien que nunca salía con alguien que no sea de su círculo cercano, y ese círculo solo era ella. Estaba feliz de que se tomara el tiempo de conocer a las personas que lo rodean, y que están dispuestas a tratar con él sin prejuicios.

También, aprovechando la llamada, le invitó a salir ese fin de semana a ir a comprar las cosas de su fiesta, su madre le había enviado el dinero esa tarde y como no tendrían clases extra, podrían ir a dar una vuelta al centro. Irían todas las chicas, así que la salida se extendería por horas debido a que las pláticas en el parque central eran eternas. Hablaban de muchas personas que él no conocía, los famosos chismes; también lo utilizaban de fotógrafo, a veces de modelo, a pesar de no tener redes sociales él era muy famoso por las historias de Instagram de sus amigas.

Quedaron en una hora específica frente a la fuente, ahí estarían todas en la tarde para salir, el permiso lo habían solicitado esa misma tarde, entonces no había problema. Cortaron la llamada y GanYu colocó el código de ingreso a su habitación, esperaba no toparse un olor horrible como el de hace tres días, o algún desastre que su roomie pudo haber dejado en la mañana luego de que el pelinegro se fuese.

Entró, no había olor a tabaco tan reciente, tampoco se sentía sucio el ambiente, nada más estaba la luz encendida y el aroma a algún incienso. La espalda de YeonJun era lo primero que GanYu vio, se encontraba sin playera, viendo por la ventana, hablando con alguien por teléfono y se oíga claramente molesto, el pelinegro conocía e identificaba cuando su roomie estaba que no se le podía ni mirar.

Entró con cuidado, dejando su violín en su estante, de puntillas fue directo a meterse a la cama, ya luego iría a darse una ducha, cuando YeonJun no esté para gritarle por hacer mucho ruido en la bañera. Se metió bajo las sábanas, cubriéndose hasta los ojos, le resultaba demasiado incómodo estar así, sofocado, pero tendría que aguantar unos minutos ahí.

— No tengo el suficiente dinero, SeoKwan, esas estúpidas cuerdas son demasiado caras, no puedo comprarlas porque sí, y papá no está en el país como para entregarme el efectivo. —Se oía muy preocupado, GanYu solo asomó sus ojos para mirarlo bien, quería estudiar su estado de ánimo o saber con qué emoción asociar su comportamiento.

La voz en el otro lado de la línea se escuchaba tan bajo que el pelinegro ni pudo entender qué decía, YeonJun chasqueaba su lengua decepcionado, frustrado.

— Le pediré dinero a MinHo... Hey, no grites, es lo único que me queda, el domingo tenemos un ensayo con la directora presente, ¿crees que le puedo cancelar porque sí? Ni cagando. —Estaban empezando a discutir, se oía acalorada la conversación. —Mira, es lo último que me queda, una paliza se puede aguantar, no queda de otra.

Y cortó la llamada, soltando un monosílabo que expresaba su frustración, ¿qué era lo que había pasado? ¿Por qué necesitaba dinero? ¿MinHo no era aquel muchacho que estaba a punto de ser expulsado por sus sospechosas prácticas? ¿Paliza? GanYu tomó asiento en la cama, ya no soportó estar debajo de las sábanas escondido.

—Niño, ¿por qué vienes tan tarde? —Preguntó YeonJun, volteando a verlo.

—HaJoon me invitó a la cafetería, y estuvimos hablando mucho tiempo. —Respondió, cabizbajo. — ¿Por qué estás así?

— ¿Así cómo? —Le miró confundido, buscando la caja de cigarrillos en el escritorio. — Voy a fumar, niño.

— Suspiras, tu rostro se ve distinto, estabas discutiendo por llamada. —Se puso de pie, e inmediatamente su vista se fue a la guitarra que estaba en el soporte: tenía las cuerdas rotas. No dijo nada, solo caminó hacia el baño, iba a ducharse mientras YeonJun fumaba.

—Nada que te importe. —Respondió, grosero como siempre. — No vayas a resbalarte mientras te duches, tonto.

GanYu suspiró, fue a su armario antes de entrar al baño y tomó su pijama, también una toalla con la cual secarse. Tomaría mínimo una hora duchándose, pues tenía que aplicarse todos los productos que siempre hacía para quedar tan limpio como a él le gusta.

YeonJun lo miró y antes de que la puerta se cerrara por completo, llamó por su nombre, algo que no solía hacer.

—GanYu. —Dijo, como algo realmente extraño. El chico se asomó por la puerta, hasta él se sintió sorprendido. — Mañana salgamos de la escuela, puedo... invitarte a gimbap de tofu frito.

Justo en su comida favorita. Los ojos del pelinegro brillaron y no pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro, esa sonrisa donde sus ojitos se hacían una línea y sus mejillas se tornaban de un rosado leve. Tan pocas veces lo había visto sonreír así, que también le devolvió una sonrisa similar.

No quería admitirlo, ese niño lo ponía de muy buen humor con tan solo verle esa sonrisa tan única.

Tanto quería admitir que le estaba comenzando a gustar luego de los meses conviviendo, le gustaba compartir cosas con él, desde hacer los desayunos hasta las tareas, no tenían las mismas, pero GanYu era tan inteligente que con tan solo leer una página del libro de YeonJun, ya podía ayudarlo con toda la serie de ejercicios y respuestas posibles a alguna prueba a futuro. Su forma de ser torpe a la hora de relacionarse o entender las conversaciones es única, GanYu era muy novato en las bromas que YeonJun le hacía, pero si del cielo y el universo se trataba, él le contaba hasta lo más impresionante.

YeonJun ya estaba muy atento en él, no lo había mencionado con sus amigos porque implicaría exponerse de más, pero, si amar a alguien no es nada malo, lo malo eran unas cosas en específico: GanYu tiene el Síndrome de Asperger. Lidiar con él no ha sido fácilmente, por más interés que haya de por medio, ese chico le ha traído unos momentos muy estresantes; sabe que no es a propósito, sin embargo, llega a querer desaparecer de la tierra cuando suceden.

Perfeccionismo, ataques de ansiedad, discusiones leves, no poder fumar cuando se encuentra en la habitación, los contratos que le hizo firmar, las reglas que tiene, su estricto horario de estudio, su limpieza compulsiva y constantes quejas del tabaco. YeonJun lo quiere, pero se ve que será difícil llevar algo con él.

Oh, y también, que hace muchos años atrás, YeonJun le hizo bullying a GanYu en la primaria, y que era por la mera culpa de haberlo hecho pasar un infierno que se mantenía a su lado, buscando arreglar las cosas.

Pero por suerte o por mala suerte, GanYu no parece reconocerlo luego de tantos años.

¡Chico de las Estrellas! ⭐️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora