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Esa noche GanYu estaba que perdía la cabeza.

El olor a tabaco no desapareció por más spray aromático echara en la habitación, cada vez se volvía insoportabe, ¿rosas con tabaco? Una combinación parecida al vómito.

Cambiaron sábanas y YeonJun recibió la llamada de atención más extraña en su vida, GanYu era muy difícil de entender cuando intentaba expresar su molestia; rascarse la mano, mover los pies, mirar hacia el suelo, no encontrar las palabras adecuadas, sentirse abrumado, golpear su cabeza, alzar la voz, todo eso era para indicar que detestaba algo. YeonJun jamás pudo actuar cuando él entraba en una crisis así, solo se quedaba quieto viendo al muchacho hiperventilarse y desentender su sentir.

Lo vio irse de la habitación, supuso que iría a tomar un respiro fuera de esa pieza con olor extraño, por tantos gritos que había escuchado el que el silencio inundara el lugar lo relajaba. Lo que no recordaba, tal vez por tenerlo muy normalizado en su interior y no destacarlo siempre, era que ese muchacho tenía una discapacidad mental, y si estaba fuera en un estado así, no sabe la locura que cometería a sí mismo o a otros.

Con el sonido del ascensor todas sus alarmas se activaron, GanYu estaba abandonando el piso donde estaban, y a donde fuese, cualquier hombre con el que se topara, podría empeorar su crisis.

——

GanYu no dejaba de caminar tambaleándose por los pasillos, el pobre tenía un momento crítico, necesitaba tanto de su espacio seguro, pero ese estaba contaminado como para quedarse. Quería cambirse de habitación, le agradaba el poco contacto que tenía con su roomie, sin embargo, tolerar eso ya no era grato. Hablaría con su mejor amiga, ella sabrá encontrar una solución para su problema.

Continuaba tapándose los oídos y sollozando, salir y sentir nuevos aires ya lo estaba calmando poco a poco, los ataques de ansiedad duran bastante, pero este, por suerte, duró unos minutitos, aunque sí lo dejó mareado y desubicado. Cayó de rodillas y tumbado sobre una puerta, intentando él solo regular su respiración y contar hasta 100, como HyeHyun le dice cada que está en ese estado.

— Dios, ¿quién anda fastidiando tan noche? —Adentro de la habitación se escuchó una voz, alguien abrió la puerta donde GanYu se apoyaba, cayendo sobre los pies de la persona. — ¡EHH, UN MUERTO!

Sorprendido se alejó del chico, el cual desconcertado se hizo bolita en el suelo. Estaba atemorizado.

— Hey, hey, ¿qué sucede? —Luego del susto, HaJoon se puso de cunclillas para ver al pelinegro con el rostro hinchado y empapado de lágrimas. — ¿Cómo te llamas? ¿Por qué lloras?

Kim HaJoon era un chico bastante conocido por tener un corazón de pollito, a la vez que bondadoso y acogedor. Su apariencia no iba con su personalidad, en ese momento llevaba una musculosa blanca, la piel que tenía descubierta era un mural de tatuajes únicos, también en sus orejas habían todo tipo de perforaciones, su cabello negro con muchas mechas de colores; era un chico atractivo, sus ojos eran grandes y brillantes.

—Anda, levántate, es extraño que personas me visiten así. —Intentó ser bromista, pero GanYu no se reía. Se reincorporó y miró al chico frente a él, tomando una bocanada de aire.

— Soy Min GanYu. —Dijo, cabizbajo ahora. Aún traía el uniforme puesto, así que del bolsillo de su saco sacó una pequeña tarjetita, entregándosela.

"TEA, Trastorno del Espectro Autista.
Hola, soy Min GanYu, tengo el Síndrome de Asperger y mi mente no trabaja igual a la tuya, así que por favor, si llego a darte esta tarjeta, es porque necesito tu ayuda. Por favor llama a estos números si me encuentras en un mal estado.
Gracias."

HaJoon sonrió por lo tierno que le resultó esa acción. Leyó la tarjeta en voz alta para que GanYu tuviese por seguro de que estaba enterado de su condición, y al voltear esa tarjeta, se encontró con varios números escritos. Había uno escrito a lápiz, el cual reconoció al instante.

— ¿Pusiste el número de YeonJun en tus contactos de emergencia? —Le parecía algo extraño, pero no le dio inportancia. — Yo soy Kim HaJoon, voy a llevarte de vuelta a tu habitación, ¿sí? Es peligroso que estés tan tarde corriendo así por los pasillos, pudiste toparte con gente mala.

Extendiéndole la mano lo levantó del suelo, lo llevaría de vuelta al piso superior, donde estaba su habitación. Por el momento no le preguntaría nada más, ni lo forzaría a hablar, sabía que eso podía alterarlo de nuevo y era lo que menos quería. Apenas eran las 8:20 pm, él estaría durmiendo como una roca a esa hora, pero con tal de ayudar a alguien necesitado perdería esas valiosas horas de sueño.

Subieron por el ascensor, GanYu estaba callado en su lugar, sus pulgares dentro de sus puños, ni podía buscar la manera de agradecerle por la ayuda que estaba dándole, no podía hablar.

El trayecto fue corto para los minutos que GanYu estuvo corriendo entre los pisos, subiendo y bajando, no se llevaron más de un minuto desde la habitación de HaJoon hasta la habitación que GanYu compartía con el rebelde chico, que hablando del Rey de Roma, estaba llegando completamente agitado por el otro lado del pasillo, había estado corriendo al parecer.

— ¡Aquí estás! —Gritó, sujetándolo de los hombros mientras buscaba la manera de recuperar el aliento. Tosía, y se veía demasido sofocado. — Corrí por todo el edificio, ¿por qué te vas sin tu celular? Ah... ¿no te hiciste daño?

¿Por qué estaba tan preocupado por GanYu? Si no hacía más que, a sus palabras, fastidiar.

—Cayó en mi habitación, Yeon-hyung, llevaba minutos dando vueltas por mi pasillo que terminó despertándome. —HaJoon habló, bostezando. —Lo importante es que llevaba su tarjeta consigo, pude traerlo a salvo aquí.

GanYu estaba cabizbajo, pero no dudó en inclinarse para agradecerle por su ayuda, murmurando un "gracias" antes de entrar a la habitación, la que ya no olía tan mal. Tenía un atoma a productos de limpieza, algo más calmante para él.

Terminó por subirse a la litera, le agradecería al amigo de su roomie luego, su cabeza dolía mucho luego de todo, solo quería dormir.

Lo dos chicos se quedaron afuera, platicarían de lo que acaba de pasar, y eso sí que a YeonJun le caería una buena regañiza y cuestionario por su forma de actuar y la raíz del ataque de GanYu.

HaJoon entendía por qué YeonJun demostraba tener un trato especial con GanYu, estaba ligado a algo muy profundo a él, sin embargo, no dejaba de ser extraño. Él había cambiado, nada de su él de 14 años continuaba en el actual de 18 años, no había nada que lo regresara a tener aquella personalidad amable y solidario, pero desde los meses que comenzó a convivir con GanYu algo estaba cambiando dentro del rubio, y eso era algo que YeonJun no diría tan fácilmente. Sabía que ocultaba la razón, estuvo presente en su cambio de actitud a la grosera y despreocupada que tiene ahora, la que no tiene remedio ni discrimina a las personas, todas reciben por igual, pero bien que esa oscura aura desaparecía cuando el chico autista aparecía frente a él.

Lo trataba como si fuese alguien muy importante, y no quería creer que era por la similitud entre su hermano menor y GanYu.

¡Chico de las Estrellas! ⭐️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora