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Toc Toc.

—¿Esperas a alguien? —GanYu preguntó cuando escuchó que la puerta de su dormitorio fue tocada.

—No, pero ha de ser alguno de los chicos... —Afirmó YeonJun, ellos tenían lo de tocar dos veces la puerta de la habitación antes del timbre. —Vigila que no se queme la comida.

GanYu era el peor enemigo de la cocina, pero por su barriga vacía y tantas ganas de probar los panqueques que YeonJun cocinaba cuando estaba de humor pues le ganaban. Dejó de lado su tarea, parándose frente a la hornilla eléctrica con el sartén, igual no le interesaba quién estaba en la puerta esperando.

El rubio abrió y su rostro fue de indiferencia al ver a HanBin, el que llegaba a dar las merecidas disculpas a GanYu. YeonJun le permitió el acceso, con una mirada le indicó que si decía algo malo, iba a acabar con él.

—GanYu, ¿qué haces? —El rubio se acercó apresurado a donde estaba su amigo, metiéndole el dedo a la masa caliente dentro del sartén, buscando la manera de saber si ya estaban listos. —Dios, eres un descuidado...

El tomó el mando de la cocina de nuevo, señalándole a Yu el nuevo invitado que estaba parado en la puerta. Le saludó con la mano, estaba tan sorprendido de mirarlo ahí que no sabía bien qué decir, o cómo recibirlo.

—Vengo a disculparme contigo. —Comenzó con sus palabas, cabizbajo. — Dije cosas en su momento que reconozco que estuvieron muy mal, eres una persona que no puede defenderse de ello, y alguien como yo no puede razonar cuando se encuentra muy molesta.

— Ah. —Dijo, desviando la mirada hacia el suelo. ¿Debía de ser sincero y hablar o esperar a que termine e ignorar todo lo que dijo?

— Me he disculpado ya con todos los miembros de la banda, vengo ahora contigo. Voy a infomarme más respecto a tu condición, no cometer un mismo error otra vez. Lo siento mucho. —Se inclinó en una venia para añadir más peso y valor a su disculpa, pues sentía que las palabras no eran suficientes.

GanYu hizo una cara de incomodidad, YeonJun estaba terminando de servir la cena, estaba viendo lo incómodo que su roomie se sentía, pero no iba a meterse en la situación, era ya asunto de ellos dos.

— Soy autista, pero no soy indefenso. —Comenzó a decir, rascando sus manos y escondiendo sus pulgares. — No quiero que creas que por no ser alguien neurotípico voy a ser alguien que necesite de los demás, y tampoco necesito tantas disculpas. Me es incómodo, pero todo está bien. Mejoraré, tú también lo harás.

Terminó levantando sus dos pulgares en forma de alivio para la situación. HanBin asintió, su disculpa había sido aceptada y fue corregido de una manera simple, GanYu era un chico muy peculiar. YeonJun sonrió de lado, fue rápido y como se debía de hacer, reconocer el error y aceptar las disculpas, ¿por qué tantos se complicaban para ello?

Aunque era chistoso, si él mismo no era capaz de afrontar su propio pasado.

HanBin terminó retirándose, no fueron más de cinco minutos de visita, fugaz. GanYu se sentó en el pequeño comedor que estaba en la habitación, que consistía de una mesa donde apenas entraban dos platos grandes y un vaso de jugo, también dos sillas a cada lado. YeonJun le llevó el plato a su roomie, estaba decorado con un poco de crema batida y fresas, formaba la figura de un oso con bigote.

Era de las pocas cosas que GanYu podía comer, y tanto disfrutaba hacerlo. No tardó el darle utilizar sus palillos para comerlo, acomodando todo a su gusto para poder observar bien qué era lo que comería. Llevó el primer bocado a su boca, el sabor era una explosión de delicia en su paladar, adoraba muchísimo los panqueques.

—Hyung, cocinas muy bien. —Elogió, con sus mejillas rosadas y una gran sonrisa que hacían ver sus ojitos como una línea. — ¿Tu estado de humor va relacionado con tu maestría culinaria?

Él creía que así era.

— Puede que sí, y también cocinar para las personas lindas hace que busque el mejor sabor de todos. —Admitió, sentadose frente a Yu.

— Personas lindas... —No había entendido, pues tampoco sabía que el rubio nada más cocinaba para él y se tomaba el tiempo para decorarlo incluso.

—Yu, ¿puedo preguntarte algo? —YeonJun llevó el alimento a su boca, dándole un mordisco como si nada, tomado desde su mano. GanYu asintió, observando incrédulo la manera tan grotesca de comer ese pobre panqueque. — ¿Te sientes cómodo para regresar a la banda?

El pelinegro dejó el pedazo de panqueque en el plato, esa pregunta no se la esperaba, era algo repentina. Se tomó el tiempo para pensar, eso seguramente se debía a lo que pasó con HyeHyun el día anterior.

— No lo sé. —Se tomó un tiempo para pensar, y cuando estuvo listo, alzó más su mirada. — Yo quiero cumplir mi sueño, HyeHyun quiere que yo cumpla mi sueño, me apoya más que nadie, HaJoon quiere que sea famoso, el problema con HanBin se ha solucionado rápido y tú quieres que esté contigo, entonces puedo suponer que estoy bien con todo.

— ¿Estar conmigo? —Casi se atraganta al escuchar eso, ¿a qué se refería?

—Hm, yo no tengo nada en contra de los muchachos. —Alzó los hombros, mirando a su roomie. — Estar contigo es entretenido, hyung, aunque a veces me siento extraño.

— ¿Extraño? —Preguntó, GanYu lo ignoró al mirar por la ventana de la habitación y llevando un poco de crema batida a su boca.

No iba a responderle, porque tampoco sabía qué era exactamente lo que sentía. Se sentía seguro, cuidado y querido, pero muy en el fondo de sentía incómodo, como querer rechazar cualquier acción que él haga respecto a la cercanía. Debía de hablarlo con HyeHyun, es algo nuevo en su corazón, necesitaba una confirmación para verificar si realmente es ese famoso "primer enamoramiento" y no saber llevarlo.

Porque algo que sí podía confirmar, era ese cosquilleo en el estómago que sentía cuando miraba a YeonJun, era demasiado atractivo para sus ojos.

—Yo también me siento extraño contigo, Yu. —Sonrió, limpiando con su pulgar la crema que tenía sobre su labio inferior.

GanYu estaba sorprendido por esa acción, no apartó su mano, y tampoco reaccionó mal, solo sabía que sus mejillas estaban ardiendo y su corazón acelerado. Al parecer le gustaba mucho el poco contacto físico que tenían.

— Ah, mañana nos reuniremos en la cúpula del parque, SeoMyeong ya tiene la lista de nuestras canciones a tocar en el futuro, también veremos vestuarios y la planificación. Nos queda menos de tres semanas. —Mencionó, ignorando el hecho de que sus mejillas también estaban rojísimas.

El chico malo de STARS estaba ya había caído rendido ante un violinista.

¡Chico de las Estrellas! ⭐️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora