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Tranquilidad, era lo único que podía sentir el chico, estar acostado en el césped con un atardecer demasiado bello para sus ojos, por el cual fue remplazado al ver a la persona que esta tocando su cabello cuidadosamente y con cariño, la cabeza de Yejun, estaba entre los muslos de alguien, al dirigir su mirada vio que era más bello que ese atardecer, solo pudo sonreír y cerrar los ojos, dejando que lo acaricien, una de sus manos fue a la de la otra persona, las cual estaba desocupada, dirigió su mano cerca de su rostro, besando los nudillos de la persona.

- Te amo - Lo dijo en un susurro audible para la otra persona, no recibió respuestas, solo una ráfaga de viento, fría pero a la vez refrescante.

- Yejun, es hora.

Dejo de sentir las caricias, se le hizo tan raro de no llegar a escuchar algo reciproco con las palabras de "amor" abrió los ojos y al ver el rostro de la persona, la veía borrosa, no podía ver el lindo rostro que vio antes.

- Yejun, déjame ir, nos veremos en otra ocasión -. Pudo sentir nuevamente la tristeza del momento, nuevamente el golpe de la realidad lo hizo darse cuenta que solo era un sueño y nunca más volvería a ver esa persona.

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La luz molesta que estaba siendo filtrada de su ventana lo hizo gruñir haciendo que se mueva a otra postura, boca abajo, queriendo volver a dormir y regresar al mismo sueño que tuvo antes. Pero un pequeño gato que tiene 7 meses, con un aspecto muy lindo de un colo blanco con unas manchas cafe en sus dos orejas y sus cuatros patitas, interrumpió su descanso con sus maullidos, eso era una señal de levantarse. Giro su cabeza donde el ruido era, para ver a su gato llamado Yuu, se quedaron viendo por un rato.

- Buenos días, Yuu - estiro una de sus manos para que vaya donde esta el, Yuu, como buena mascota se acercl y recibió caricias en la cabeza - eres muy lindo, Yuu - sonrio a medias dejando de acariciarlo y levantarse, pudo sentir una brisa fría recorriendo en su cuerpo, hizo una mueca y fue directamente al baño.

Mientras se bañaba pudo pensar en el sueno que tuvo, le hizo decaer en sus ánimos, aun que por más que quisiera recordar el rostro debla persona no podía, eso lo hacía sentir mal, no poder recordar a la persona que le hizo palpitar su corazón, suspiro y salio del baño. Era fin de semana, se puso lo que vio en su armario, era siempre casi lo mismo, mismo patrón, mismo color.

Al salir y bajar de su habitación le llego un olor rico, sabia que su madre estaba en la cocina, más se acercaba podía escuchar a su mamá cantar, siempre fue de una personalidad linda y alegre, su aspecto también era lindo, no reflejaba lo que era su edad verdadera, era muy amable en todo, se sentía bien. Se acercó a pasos lentos y cuidadosos de que su mamá no lo notara, ya cerca la abrazo por la espalda

-Buenos días, mamá - sintió como su madre daba un pequeño brinco de susto, dándole gracia, sentía la gran tranquilidad a lado de ella, dejando de un lado el pensamiento de su sueño, siempre han sido sus sueños desde que tenia 17 años, cada que le preguntaba a su progenitora solo salia con un "solo fue un sueño cariño" le era sospechoso, a veces se comportaba nerviosa a la mencion de aquello, siempre tenía la oportunidad de verle una vez el rostro pero siempre que terminaba el sueño lo veía borroso y le era difícil encontrar aquel bello rostro que no recuerda haberlo visto en otro lado.

-Lee Yejun! Otra vez haciendo esto, me puede dar un paro - puso un mano en su pecho haciendo una cara de susto- deja de hacer eso Yejun. Por cierto necesito que vayas a Gangbuk, en la tarde, quiero que dejes unas cosas con una de mis amigas cariño.

Frunció el ceño un poco, tener que salir era el problema, no le gustaba estar con gente que le rodea, solo suspiro y asintió. Ayudo a su madre a poner las cosas en la mesa y comieron, silenciosamente pero con buena compañía, aun que su mamá luego decía cosas que divertían al momento.








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Imbecil. - Male Reader X Lookism Donde viven las historias. Descúbrelo ahora