Unos jóvenes nacidos en Estados Unidos, se enfrenta a maltratos, criticas, juzgaciones de parte de sus compañeros, profesores incluso de sus propios padres por el simple hecho de ser cristianos, pero eso no va a impedir que sigan amando a Dios.
"Pue...
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Mientras Yo Crea En Él.
Parte Ⅲ
Sabado 17 de Mayo, Los Angeles (California) -5:50 P.M.-
Lizbeth Johnson.
―Buenas tardes, ¿me mando a llamar?― salude con cautela mientras entraba a la oficina.
―Si, que bueno verte Liz. Toma asiento― señalo el lugar donde debía sentarme deje la carpeta que traía en mis manos a un lado de su escritorio y luego me sente ―debo hablar contigo de algo serio.
Al ver que en su rostro no había ningun rastro de risa o de humor cuando dijo esas palabras me puso realmente nerviosa.
―Si... La escucho― dije nerviosa.
―Bueno Liz, tu desempeño en la empresa ha sido muy bueno, eres una empleada realmente eficiente, haces un trabajo excelente y de forma impecable, no solo lo haces bien, sino que lo haces con amor y disciplina. Y dejame decirte que encontrar empleados como tú en estos tiempo es muy difícil. Pero he tomado una decisión la cual creo que...
―Espere, espere, espere. No me despida― me pare de mi asiento ―como dijo soy una buena empleada, además. Traje mi carta de renuncia― puse la carta en su escritorio justamente frente a ella.
―¿Carta de renuncia?― dijo confundida para luego tomar el materia con sus manos.
―Si. En esta se encuentra todo lo que he construido a la empresa.
―Pero yo no te dije que...
―Escuche― la interrumpi ―necesito este trabajo. Sabe por primera vez en mi vida siento que no dependo del dinero de mis padres y créame que para una niña mimada como yo eso es un gran logro, cuando hablo con ellos puedo presumirles que soy independiente económicamente, y... se siente bien, pero no es solo por eso. Usted sabe que yo soy estudiante de medicina y asisto a una universidad la cual tengo que pagar― susurre ―el punto es que con este trabajo pago la universidad, y no solo pago la universidad, porque usted también sabe que como todo persona que forma parte de la sociedad― susurre ―pues vivo en un hogar. Hogar el cual también tengo que pagar con el dinero que yo misma me gano con el sudor de mi frente, ¿entiende? Básicamente le estoy diciendo que prometo esforzarme más, sere mucho mas aplicada, pero por favor déjeme conservar mi trabajo...
―Wow, Liz yo... En verdad no se como puedes decir tantas palabras al mismo tiempo y que de paso sean entendibles― pronuncio sorprendida.
