Wildest Dreams - Tom Kaulitz (+18)

CAP 16: STYLE

Bill y yo fuimos los primeros en abordar el avión. El jet privado contaba con cuatro asientos de color blanco del lado derecho, ubicados uno frente al otro y del lado izquierdo había dos más, ubicados del mismo modo. Con el gemelo menor decidimos tomar asiento en estos últimos. Para ser honesta, la idea de visitar Alemania me generaba demasiada euforia ya que nunca antes había estado en esa parte del mundo. Nuestro lugar de destino era Leipzig, la ciudad natal de ambos hermanos.

– ¿Sorprendida con el avión? – Preguntó Bill antes de reclinar su asiento, pretendiendo incrementar su comodidad.

– El mío tiene el doble de su tamaño, quizás el triple – Imité su acción.

– Rebecca Roux, maldita presumida – Y antes de que el gemelo menor continuara hablando, su hermano atravesó la puerta de ingreso. Por mi parte, esperaba que Heidi apareciera detrás de él pero para mi sorpresa, la mujer rubia nunca se presentó. Al hacer contacto visual con el muchacho, sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa que fue suficiente para incrementar mi buen humor. Desde nuestro último encuentro en el hotel, las cosas entre Tom y yo habían mejorado bastante.

– Hey – Musitó en forma de saludo. – Espero que hayas empacado bastantes abrigos.

– Puedo asegurarte que mi maleta está apunto de reventar – El chico de trenzas avanzó por el pasillo para tomar asiento en el lugar disponible, ubicado en diagonal a mi. – ¿Heidi no vendrá? – El tono de mi voz era amable, pero aún así las comisuras de los labios del muchacho se tensaron. Buen comienzo Rebecca.

– Tiene programado un desfile – Respondió un poco molesto, pero pude percibir que su incomodidad no era a causa de mi interrogación. A su vez, Bill rodó los ojos y emitió un pequeño bufido al oír las palabras de su hermano.

– Tú también tenías cosas por hacer Becca ¿Verdad? Mi canción te colocó entre los cinco mejores de nuevo, seguro tenias alguna entrevista programada o algo por el estilo – El joven sentado frente a mi llevó una de sus manos hacía su pecho y su rostro destellaba de orgullo.

– La verdad..

– De hecho, Afterglow está en el puesto número cuatro – Tom me interrumpió para dirigirse hacía su hermano. – Red todavía continúa en el puesto número uno. Lo siento Bill, mi existencia factura más dinero que la tuya.

– ¡Azafata! Necesito bajar del avión por favor, este vuelo está lleno de malditos presumidos – Bill extendió su cuello en busca de la mujer mientras Tom y yo reíamos al unísono.

El vuelo duró un poco más de once horas y para pasar el tiempo mientras recorríamos el cielo, vimos un par de películas, jugamos algunos juegos de mesa e incluso dormimos una pequeña siesta. Entonces, el tan esperado aterrizaje llegó. Antes de descender del transporte aéreo, los gemelos se colocaron unos lentes de sol en el rostro, mientras yo cubría mi cuerpo con un enorme tapado de color marrón. Acto seguido, nos encaminamos al interior del aeropuerto donde un grupo de fans esperaban ansiosas a los integrantes de Tokio Hotel. Algunas muchachas sostenían carteles, otras tenían algunos regalos entre sus manos. Para ser sincera, no entendía una mierda de lo que hablaban, ya que las jóvenes y los hermanos se comunicaban en alemán.

A medida que pasaban los minutos, la multitud comenzaba a hacerse más grande. Al parecer, un pequeño grupo de mujeres me había reconocido y le dieron aviso al resto, por lo que algunas me miraron con asombro y comenzaron a tomarme fotografías mientras me pedían un autógrafo, pero noté que otras me miraban con el ceño fruncido y sus rostros reflejaban un enorme disgusto.

– Rebecca ¿Darás un concierto aquí?

– ¡Rebecca! Una foto, por favor.

– No puedo creer que tenga el descaro de presentarse aquí con los Kaulitz.