Capítulo 19

3.3K 247 53
                                    

Capítulo 19:  El Partido de Lacrosse.

Hayden

Leer.

Leer me ayuda a olvidarme de mis problemas.

Tengo trabajos que entregar, tarea por hacer, proyectos por terminar y mis profesores son demasiado exigentes. No por nada estoy en una de las mejores universidades de la Costa Este, y lo cierto es que debo esforzarme si quiero seguir aquí.

Pero estoy bajo demasiado estrés, necesito creer que tengo el control de mi propia vida por al menos por un par de minutos.

Tener a Oliver, Maze y Ross es fantástico, los adoro y sé que se preocupan por mi (lo cual es genial). Pero me siento asfixiada con toda esta situación, es demasiado para mi y todos quieren o esperan algo de mi. Mis padres aun no me llaman, ni responden a mis mensajes, posiblemente se están tomando un descanso de mi y esta bien.

Fuimos el centro de atención por suficiente tiempo. Pero son mis padres, ellos deberían haberme apoyado, deberían haber creído en mí y sobre todo deberían comunicarse conmigo. Se que están bien porque mamá está en línea de vez en cuando.

No tengo la menor idea en qué momento fue que mi vida se fue en picada.

Paso nuevamente de página. Hace rato que no sé ni lo que estoy leyendo y las palabras son solo eso, palabras, lo cual me dice que estoy completamente bloqueada.

Desearía poder ser igual de fuerte que las protagonistas que leo. No necesitan a ningún hombre que las salve y tienen una relación estable con su familia, pero todo es demasiado perfecto. Es ficción.

Suspiro cansada. Cierro mi libro y me recuesto en el banco del parque. Hoy hace menos frío que lo usual, el día esta soleado y mis clases fueron cortas. Lo cual debo agradecer a uno de los equipos de la universidad, ya que hoy hay un partido importante. Tanto los profesores como los alumnos están entusiasmados por esta noche.

Oliver se fue por unos días con su banda a Miami. Lo cual es impactante, porque solo hace un par de horas me enteré de que mi amigo es el guitarrista de Outbreak, una banda de rock formada en su garaje cuando tenía dieciséis años. Él y sus amigos empezaron a ensayar hasta que por fin pudieron tocar en bares y al parecer hay un productor importante en Miami.

Empiezo a repiquetear mis dedos contra la portada del libro, al ritmo de una de sus últimas canciones, Sunny Girl.

Sigo consternada por todo el asunto con Derek. Después de que se fue el otro día, todo empeoró, en mi cabeza se repiten una y otra vez sus palabras.

Él dice amarme y la verdad es que ya no se que creer. No quiero creerle, porque no debería después de todo lo que pasó, pero uno no deja de amar porque sí.

Cierro los ojos.

Estoy cansada, anoche cubrí el turno de mi compañera y hoy ella me cubrirá a mi. Dejar mi medicamento me está afectando, ya no me produce somnolencia, pero aun me siento cansada. Intente comer un sándwich pero casi lo vomito, debería hacer una consulta médica en cuanto pueda.

–Hola.

Abro los ojos, al principio veo una sombra sobre mi cabeza, pero cuando mis ojos se acostumbran me siento rápidamente. Lo cual fue un error, él estaba demasiado cerca y terminamos chocando cabezas.

–Auch.– nos quejamos ambos a la vez.

Pongo mi mano sobre mi frente, tratando de calmar el dolor.

–Lo siento.– me disculpo mirándolo a los ojos.

SerendipityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora