Un Extraño SAN VALENTÍN

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2001

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Zatara: muy bien, tenemos que practicar, el concurso de talentos es el 28 de febrero.

Manuel: está bien, esto será bárbaro.
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Daniel, Moisés, Jheshua, Manuel y yo practicabamos para un concurso de talentos el cual se daría el miércoles 28 de febrero, para fin de mes, lo divertido es que no habría clases hasta el lunes siguiente
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En fin, Hayase y yo hicimos nuestra exposición, sacando un 10, ahora Hayase y yo éramos amigos, sin embargo, a petición de ella, no podía decirle a mis amigas y amigos, porque no se llevaban bien con ella.

Acordé invitarla a mi casa el 14 de febrero para decirle algo importante.

Theda: ay Zatara, ya casi es 14 de febrero, ¿Ya estás pensando a quién darle tu corazón?

Valerie: si jejeje, a alguien muy especial

Marilyn: ya, ya, no hagan mucho escándalo, solo dinos Zatara.

Zatara: honestamente aún no lo sé.

Marylin: pero...

Theda: hay que respetar su opinión.

Valerie: es verdad.

Supongo que fuí muy buen amigo de Theda, Valerie, Marylin y Hayase, cada vez que podía, les daba algunos detallitos, les compraba cosas, las ayudaba, y así

Pero creo que mi mensaje lo tomaron de manera incorrecta.

Y así, llegamos al 14 de febrero de 2001, el peor día de San Valentín de mi vida.
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Escuela primaria, tenía unos 9 o 10 años, nadie me había dado ni una sola carta para el día de San Valentín, estaba llorando en el recreo, sobre mi butaca, hasta que buscando bien, tenía una carta, no podía ser, solo recibí una carta de San Valentín de una persona, mi admiradora secreta

La carta decía que le parecía alguien muy guapo, amable, y esas cosas cursis de amor, me sentía muy afortunado.

Desperté sudando.

Zatara: ay Hayase, tanto te costaba decírmelo a la cara.

Caminé hacia un cajón el cual tenía muchos papelitos, notas y cartas

Todo ese cajón tenía cosas de mi admiradora secreta, que ahora ya sabía que era Hayase.

Zatara: bueno, vamos a desayunar.

Llegué a la escuela en mi recién arreglado coche, había llegado toda la semana con el, y aún la gente me veía sorprendida.

Me senté en mi asiento, y claro, al ser un día festivo nos dieron muchas clases libres.

Hasta que llegó la clase final, ahí era cuando nos daban las cartitas de amor y esas cosas.

Lo chistoso es que nadie debía ver, nos hicieron salir a todos del salón, y por número de lista ir dejando una cartita a quién o quienes les quisiéramos dar, cuando esa persona salía del salón, la siguiente pasaba

Hice una cartita para cada uno de mis amigos del salón, Hayase, Manuel, Theda, Marilyn, y Valerie, en las cuales les decía lo mucho que apreciaba su bella amistad conmigo

Cuando fué mi turno pasé a cada lugar de mis amigos, y luego salí, hasta que pasó el último de lista, fué cuando pudimos entrar al salón a ver qué cosas nos dieron

Diario De Un Hombre Indestructible En La Academia Pokémon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora