Una extraña pijamada...

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Zatara: señorita Lizbeth, ¿Es usted?

???: Tranquilízate, quédate recostado, estuviste dormido casi 3 horas.

Zatara: si, que horrible pesadilla, soñé que había, una ventisca terrible, y quedaba entre la nieve, fué horrible.

???: Bueno, ya estás a salvo en mi casa, Valens.

Zatara: espera un momento, ¿VALENS?

En eso se prendió la luz del cuarto, literalmente estaba acostado en la cama de Hayase.

Zatara: AH, e-eres tu, eres, eres...

Hayase: Soy Hayase, cálmate Zatara.

Zatara: eres tan, amable.

Hayase se sonrojó por el comentario que le dije.

Hayase: tranquilo Zatara, te encontramos en medio de la nieve.

Cuando me quité la cobija, estaba sin pantalones.

Zatara: ah, eh

Y me puse de nuevo la cobija.

Zatara: ¿Dónde están mis pantalones?

Hayase, tratando de ocultar su sonrojo me dijo:

Hayase: los secamos, están en la silla de ahí, Zatara.

Zatara: Zatara, ¿Por qué ahora me dices Zatara?

Hayase: ¿Prefieres que te diga mi amor? Jajajaj

Zatara: solo dime por mi nombre, ¿Quieres?

En eso Hayase se sentó en la cama, junto a mí.

Hayase: ¿Te molesta que me siente aquí?

Zatara: No, bueno si, no, siéntate.

Hayase: estabas muy frío.

Ella quiso acercar sus manos hacia mi cara, sin embargo me quise alejar

Zatara: ¡No me toques!

Haciendo que me callera de la cama.

Zatara: AY

Hayase: oh

???: Hayase, ¿Estás ahí arriba?

Hayase: AY, CARAJO, ES MI MAMÁ, PONTE LOS PANTALONES, DE PRISA.

Zatara: Auch...
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Me encontraba bajando las escaleras con la madre de Hayase, una Lucario igualita a ella.

M. Hayase: y dinos Zatara, ¿Qué fué de tí todo este tiempo? Mi hijita siempre hablaba de tí

Zatara: oh nada, estudié en otra preparatoria y de ahí volví a la ciudad.

Estaba mintiendo.

M. Hayase: ey, aquí está el chico al que salvaron.

El padre de Hayase se levantó de su sillón en la sala y se acercó a mí, era más alto, y se veía muy imponente y rudo.

P. Hayase: oye chico, tengo una duda, ¿Qué hacías en medio de la calle en plena tormenta de nieve?

Hayase: ¡Papá!

Zatara: no, está bien, iba a ir a la tienda a comprar palomitas para mis amig... ¡MIS AMIGAS!

Me acerqué a una ventana para ver qué ocurría afuera, y efectivamente, seguía la ventisca de nieve.

Diario De Un Hombre Indestructible En La Academia Pokémon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora