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joel se desliza dentro de ti con tanta facilidad que tu mente daba vueltas. su promesa de follarte bien y despacio cuando llegaras a la casa, se estaba cumpliendo, su polla gruesa te estiraba. pulsa y obliga a tus piernas a abrirse tanto como lo permita el saco de dormir, ¡pero joder, es demasiado!
él te hace callar, obligando a que te dieras cuenta de repente de que estás gimiendo su nombre. su palma se posa pesadamente sobre tu boca, el olor metálico de la sangre y la tierra inunda tus sentidos y sientes el pulso alrededor de su polla.
ellie duerme profundamente en su saco de dormir a solo unos metros de distancia, y joel ahoga tus gemidos en un intento de evitar que la despiertes. de nuevo.
─ sh-sh-sh ─ dice en voz baja, moviendo sus caderas hacia ti lentamente. la tela del saco de dormir cruje, y joel tiene que tener cuidado de no hacer demasiado ruido, la huella de su dedo índice, rodea tu clítoris descuidado en círculos diligentes.
─ eso es, cariño. puedo sentirlo, puedes sentirlo crecer dentro de ti ─ un crescendo lento y burlón. los lamentos mueren en tú lengua detrás de su mano, tus labios presionados por su palma y su firme agarre. joel se retuerce dentro de ti, y por un momento consideras si le gusta esto : asfixiarte como una de sus víctimas de tortura. el pensamiento hace que tu coño se inunde y tartamudee a su alrededor.
─ se siente bien, ¿no es así, calabaza? dámelo ahora, cariño ─ inaguantable. te aprieta alrededor de la polla de joel con tanta fuerza que incluso tus pulmones se paralizan.
los dedos de joel continúan subiéndote hacia arriba y hacia abajo, tu orgasmo alcanza su punto máximo y se desarrolla al mismo tiempo cuando mueve tus caderas hacia arriba y atrapa algo que se rompe un hueso dentro de ti. Dios, casi gritas.
el éxtasis te ciega, manchas blancas salpican tu visión mientras joel gime, un pequeño 'mhmm' que es tan grave que sientes que se raspa contra tu piel como papel de lija. las réplicas de tu orgasmo chisporrotean a través de ti, haciendo que tus muslos se contraigan desde su ángulo elevado sobre sus caderas.
─ necesito otro, bebé. puedes darme otro, ¿no? dame otro. eso es todo, oh, eso es todo. Sí, sí, buena chica ─
