Psicólogo de Perros (Meanie-Minwon)

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Wonwoo mentiría si dijera que no estaba nervioso por la visita de Mingyu a su casa. ¿Qué debería hacer? Estaba pensando en preparar ramen, no, es demasiado informal, ¿qué tal una pasta italiana para invitarlo a cenar? No, si hacía algo casero, quizá se vería demasiado interesado, ¿estaba él demasiado interesado?

El doctor Mingyu había despertado algo que Wonu creía había desaparecido de su vida hacía algún tiempo. Mingyu era tan guapo, le parecía demasiado atractivo y cuando habló sobre su profesión y se acercó a  Seol fue simplemente lindo, tan dulce y tierno que Won no podía dejar de pensar en el contraste que había en aquel hombre.

Si lo mirabas por fuera era alguien realmente fuerte, alto, tenía esta mirada intimidante que podría hacer que cualquiera diera un paso atrás, pero cuando hablaba, cuando le daba sus consejos, era alguien tan lindo. Wonwoo estaba interesado en Gyu de muchas maneras.

Al final, decidió que pediría algo para comer, ¿hamburguesas estaría bien? Esta es la comida favorita de Wonu y esperaba que Mingyu no fuera vegetariano, ¡oh! Espera, quizá sí lo era. Tal vez sería mejor si le preguntaba cuando Gyu estuviera aquí. Sí, eso haría.

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Mingyu mentiría si dijera que no estaba nervioso por tener que visitar a Wonwoo en su casa, pero había estudiado lo suficiente y prometió escuchar a su intuición para darle terapia a Seol, él haría que quisiera a Won, no importaba qué, y tenía muchas buenas ideas para lograrlo.

Además de los premios para perritos que había comprado el otro día, Mingyu también compró una pelota para Seol, estaba seguro de que ayudaría, pues seguramente ella quería pasar más tiempo con Wonu para volver a confiar en él.

Así que los pondría a jugar juntos, ser psicólogo de perros era más una improvisación que nada, pero Gyu también pensaba que Won solo necesitaba volverse cercano a Seol de nuevo.

Mingyu finalmente llegó al complejo de apartamentos donde Wonwoo vivía, estacionó su auto y subió por el ascensor. En el piso 7 estaba la casa de Won, cuando llegó al lugar estaba más nervioso que antes, tomó algunas respiraciones largas para calmarse, tenía que concentrarse para no cometer algún error.

Después de calmarse un poco y entrar en su papel de psicólogo de perros, Gyu toca el timbre y Wonu abre apresuradamente.

- ¡Hola! - Lo saluda el dueño de Seol muy animado y sonriente, Mingyu sintió que su corazón se derretía ante la hermosa imagen de Won sonriendo, quería que ese momento durara para siempre, o decirle: "Dame un momento", sacar su celular y tomarle una foto.

- Hola, ¿cómo estás Wonwoo? ¿Y Seol? - Como si esa fuera la señal que necesitaba, la mascota de Wonwoo se asoma detrás de él y Mingyu jura que también pudo verla sonreír, ella se acercó y entonces Gyu se agachó para cargarla. - Oh, aquí estás. -

- Pasa, por favor. - Le pide Won a Mingyu y ambos entran a su apartamento, el supuesto doctor tenía a Seol en brazos mientras todavía cargaba su pequeña bolsa del super con los premios y la pelota para Seol.

- ¿Quieres algo de tomar? Puedes dejar tu bolsa sobre el sofá, no hay problema. - Indica Wonu.

- Ah, no es mi bolsa. Traje cosas para Seol. - Dice Gyu y Won solo asiente. Mingyu se acerca al sofá, deja caer la bolsa de lado y se sienta sobre el sillón mientras acaricia a Seol.

Wonu vuelve de su cocina con dos vasos de jugo de naranja frío y se acerca a la mesita de centro en su sala, los coloca ahí y luego se sienta en el otro sofá.