月 - | 5 |

2.9K 379 179
                                    

Ya no tuviste la necesidad de vender más de esos dulces, o al menos por un par de días

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya no tuviste la necesidad de vender más de esos dulces, o al menos por un par de días. El dinero que te había dado el azabache había sido suficiente para cubrir tus gastos de la universidad a la cual querías entrar y lo poco que había sobrado lo habías guardado para ti, aunque tuviste cuidado en que tu madre no se percatara de eso, si no era seguro que te lo quitaría.

Ella ahora no se encontraba en casa, pero hubieras deseado al menos esta vez que si lo estuviera, ya que para tu bendita suerte se te habían olvidado las llaves de tu casa, seguramente las habías dejado en algún lado de tu habitación.

No necesitabas preguntarte demasiado en donde podría estar tu madre, de seguro había ido a un bar para encontrar a alguien que le invitara las copas a cambio de cosas indecentes que tu madre hacía. No te sentías orgullosa de decir estas cosas, pero muchas veces era así y sabías perfectamente que duraba al menos hasta el día siguiente en regresar.

Suspiraste agotada luego de mirar la hora en tu celular para luego ver el cielo oscuro sobre ti y te maldijiste una vez más por ser tan descuidada con algo tan importante como tus llaves. Sentada sobre el suelo y frente a la puerta de tu casa rodeaste tus piernas con tus brazos hasta pegarlas a tu pecho para obtener un poco de calor, ya que el ventisca de aire se encontraba fría y probablemente llovería en unos momentos más.

Esperabas que el pequeño borde que había fuera de tu casa fuera suficiente para protegerte de la lluvia, aunque no te daba mucha esperanza ya que la corriente del aire se hacía cada vez más fuerte y eso podría ocasionar que el agua te llegara a mojar.

Esperabas tener un poco de suerte para que tu uniforme no se mojara, te cubrirías con la sudadera que siempre llevabas al colegio para poder evitarlo y así poder ir a clases al día siguiente con el uniforme no tan mojado, pero procurabas más que tu mochila no se mojara, pues tenías todos tus cuadernos ahí y si tus trabajos finales se arruinaban sería algo muy malo.

Un poco cansada apoyaste tu cabeza en la pared desgastada al lado tuyo, cerraste los ojos al momento de hacerlo y sujetaste un poco más la sudadera que llevabas puesta para obtener calidez, mientras que por la calle frente a tu casa se escuchaban los autos ir y venir, iluminaban con sus luces al estar anocheciendo cada vez más todo tu alrededor y lo podías notar aún con tus párpados cerrados.

Los minutos comenzaron a pasar y sentías que en esa posición podrías llegar a quedarte dormida aunque no fuera tan cómoda, pero no tenías otra opción por ahora. Tu casa era muy pequeña y eso significaba que no tuviera un patio trasero para brincarte y entrar a casa, las ventanas eran muy angostas para que lograras meterte por ahí, a duras penas tu mochila cabía.

Hubo un momento en que comenzaste a cabecear, tenías sueño al tener días un poco cansados y en los que sufrías del horrible insomnio, pero no podías quedarte dormida ahí al ser muy temprano ahora, por lo que te quedaste pensando en cosas triviales que lograran mantenerte despierta al menos un momento más. Pensaste en usar tu teléfono, pero no querías gastar la pila de tu celular para ver algo en tus redes sociales y entretenerte ya que mañana tendrías que usarlo, así que te resignaste en poder hacerlo.

DADDY ISSUES || Michikatsu Tsugikuni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora