Capítulo 11: Sanar tus heridas

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...

Luego de ese raro suceso hablé con Kim, ella estudió una mierda de psicología y lo denominó como un ataque de ansiedad así que le hice creer que tenía la razón. Tomamos mucho y follamos como locos, realmente me gustaba y el sexo con ella era grandioso pero estaba casada, tenía una familia que desde el minuto uno me advirtió que no dejaría por mi; luego de dejarla cerca de casa de su amiga encendí un cigarrillo y conduje tranquilo, Billy Idol sonaba en mis bocinas mientras que el viento despeinaba mi cabello; vi a una chica corriendo lo cuál me pareció extraño, reconocí su perfil y la manera en que se vestía pues las chicas de Hawkins aún no están tan familiarizadas con las modas como en los angeles.

¿Sienna? -dije bajando del auto-

Billy... -corrió hacía mi y comenzó a llorar-

Hey princesa, ¿que pasó? -dije acariciando su espalda- ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo?

-negó con la cabeza- No quiero ir a casa

¿Peleaste con Ally? Estás demasiado lejos de allá, ¿cómo llegaste hasta acá?

Estaba... -dijo con dificultad mientras lloraba- Estaba con mi hermano

Shhh está bien -la apreté a mi cuerpo- Sube, vamos -dije separándome-

No me lleves con mi mamá o se pondrá como loca -dijo subiéndose al auto-

Toma -dije quitándome la chamarra para ponerla sobre sus piernas-

Gracias -dijo limpiando sus lágrimas- Edric me empujó

¿Estás bien? -pregunté mientras la veía-

-asintió con la cabeza- Me raspé las rodillas

Ahorita las curaremos, ya deja de llorar nena estoy aquí

Manejé un poco más rápido, me daba ternura parecía un cachorrito asustado, tiritaba de frío mientras se retorcía tratando de cubrir su cuerpo con la chamarra que le di, bebía de una botella lo que parecía vodka y me sorprendía el hecho de que lo tomara sin hacer una mueca; al menos unos 15 minutos pasaron, no dejaba de llorar mientras veía por la ventana. Llegamos a casa, bajé primero para abrir la puerta, ella luego de unos segundos me siguió.

Perdón por el desorden

No importa -dijo entrando-

¿Quieres agua? ¿Una coca-cola?

¿Puedo tomar una cerveza?

Sólo una, ¿está bien?

-asintió con la cabeza-

El baño es ese de allá -señalé una puerta- Puedes dormir en mi cuarto, yo dormiré en el sillón

No es necesario

Lo es, quiero que estés cómoda -dije abriendo el refrigerador para tomar dos latas-

¿Vives solo?

Si, me gusta estar así

Debe ser divertido, haces fiestas siempre

Cárdigan (Billy Hargrove) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora