Capítulo 62: Chernobyl

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...

Con el pretexto de ir a comprar pizza pude escaparme un momento de casa así que lo usé para poder ir a ver a Billy, hablar sobre nosotros para saber qué decisión tomar. Quizás sólo necesitaba sus brazos, sus labios sobre los míos para olvidarme de todo, o quizás no... Debía poner un alto, debía mandar al carajo mis ganas de estar con él, de querer luchar por lo nuestro pues cómo había dicho mi hermano la intuición no iba a fallarme.
Llegué a su casa, estaba sin camisa arreglando un automóvil sus ojos se posaron en mi sobre el auto, me regaló una sonrisa esa que iba a extrañar...

-bajé del auto y crucé la calle- Billy... -corrí y él me levantó en el aire-

Mi amor -dijo tomándome del trasero para comenzar a besarme-

Nos verán -dije separándome-

¿Y? Que todos sepan que eres mi chica -dijo sonriendo-

Quería... -suspiré- Necesitamos hablar

¿En serio? Yo también quería hablar contigo ¿por que no entras?

Sigo castigada -dije tomando sus hombros- ¿puedes subir al auto?

Claro mi amor -me dio un beso corto y me bajó al suelo- ¿vamos a algún lado?

A comprar pizza, te traeré de regreso

Dame un minuto...

-Subí al auto y vi alrededor, el vecino de siempre no le quitaba la mirada de encima a Billy mientras él guardaba las cosas en su casa. Tomó una camisa de tirantes y encendió un cigarrillo, subió, sus dedos peinaban su cabello mientras encendí el auto, subí un poco la radio pero Billy la apagó-

¿Sucede algo? -preguntó curioso-

No... Yo... -dije sin verlo-

Sienna no me asustes -rió nervioso mientras me veía-

No soy buena demostrando mis sentimientos, creo que lo heredé de papá -sonreí- Te hice una canción, me da muchísima vergüenza admitirlo

Mi amor, es hermoso -sonrió entusiasmado- Es lo mas lindo que han hecho por mi, mi niña -despeinó mi cabello- ¿la grabaste? ¿Vas a cantarme?

Sólo escúchala ¿si? -dije mientras lo veía-

Claro -tomó mi mano y la besó- ¿aquí?

Si, sólo dame un momento -dije mientras conducía-

-Llegué a la pizzería, dejé a Billy en el auto con la radio encendida, de nuevo las palabras de Jake se hacían presente en mi cabeza, siempre tuvo razón soy una cobarde, soy una niñita asustada que ni siquiera tiene el valor suficiente para decir algo.-

...


-Una sonrisa nerviosa estaba dibujada en mi rostro, mi vista estaba sobre las nubes que oscurecían el lugar, eran los últimos días de Sienna en Hawkins, debía tomar una decisión y creo que esta canción había sido la respuesta para saber que hacer. La canción había terminado, Sienna caminó hacia el auto con dos cajas de pizza en sus manos, mordía nerviosa la piel de sus mejillas, se veía más dulce sin tanto maquillaje, parecía una muñequita, mi muñeca.
Subió al auto, le bajó a la radio y encendió el auto sin decirme nada...

Cárdigan (Billy Hargrove) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora