Capítulo 34: Aprendiz

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...

Sienna se frotaba sobre mi mientras jadeaba sobre mis labios... Mi mano tomaba su cuello para tomarla desde ahí, teníamos apenas unos minutos haciéndolo y ella ya estaba lista para recibirme. Algo desesperado me deshice de su short y al tenerla en ropa interior apreté su trasero con fuerza

¿Me extrañaste? -dije viendo sus ojos-

Mucho -sonrió-

¿Si mi amor? Extrañabas como te tocaba

Quiero que me hagas llorar -dijo entre gemidos- Ya entra en mi...

¿Quieres que ya te la meta?

Si... Quiero tenerte adentro

Pídelo por favor...

Papi, por favor... -dijo viendo mis ojos-

¿Por favor qué? -dije con una ligera sonrisa-

Por favor entra en mi...

Mordí sus labios y la bajé de mi, me desabroché el pantalón y lo bajé un poco, Sienna se tocaba mientras me veía directo a los ojos, estaba perdiendo la puta cabeza al verla. Me bajé solo lo necesario para poder entrar en ella, la tomé de los muslos y la arrastré hacia mi, me acomodé justo en la entrada, estaba tan mojada que me parecía una tortura dejar que se desperdiciara. Entré en ella de una estocada, haciendo que me apretara con su paredes mientras sus uñas me arañaban la espalda; empecé a embestirla, lo hacía rápido y sin cuidado, los gemidos de Sienna podían escucharse más que su música ruidosa. Estaba perdida en el placer, se contraía al sentirme dentro, sus ojos se ponían en blanco al tocar su punto exacto y yo estaba realmente idiotizado por causarle todo esto a mi pequeña aprendiz.

Billy... -gimió sin cuidado- Mierda...

Shhh -dije poniendo mi mano en su boca- Amo que gimas mi nombre pero aquí no mi amor

Ya no puedo -dijo lloriqueando de placer- Por favor...

¿No puedes? Mi amor apenas estamos empezando

Bill... -dijo apretando las piernas- Deténte

Abre las putas piernas Sienna -dije entre jadeos- Si vas a terminar quiero que termines

-llevó su mano a su boca para intentar ahogar sus gemidos, sus piernas poco a poco perdían fuerza mientras tenía pequeños espasmos, llevé mis dedos a su clítoris para moverlo en círculos hasta escucharla llorar de placer... Sus manos intentaban detenerme así que con una de mis manos la sometí para que no impidiera que la tocara. Su orgasmo llegó tomándola por sorpresa, duró algunos segundos hasta que pudo volver a hablar...-

Oh... Mierda... -dijo sorbiendo su nariz-

¿Qué pasó mi amor? -dije besando sus labios-

No sé ni siquiera lo que sentí -dijo soltando una risita- Mierda -suspiró- Que rico...

Voltéate, hazme terminar a mi -dije mientras golpeaba su pierna-

Si... Voy... -dijo con dificultad-

Se puso sobre el colchón y la volví a penetrar, su trasero rebotaba en mi pelvis mientras que encajaba mis dedos en su cadera. Los gemidos de Sienna me excitaban demasiado, podía sentir como gotitas de sudor escurrían de mi frente; comencé a golpear su trasero con fuerza haciendo que su piel se volviera rojiza después del golpe, algo que realmente me encantaba era dejarle marcas por todos lados...
Pasaron algunos minutos para que Sienna volviera a terminar sobre mi, unos despues me costó a mi salir de ella y terminar sobre su espalda.

Cárdigan (Billy Hargrove) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora