Capítulo 1
-¿Eres un omega?...-Kiyomasa no se dio cuenta de buenas a primeras, solo eran un montón de cachorros sin olor, pésimos para pelear que tuvieron la mala suerte de toparse con su grupo en el parque, su enorme mano tomó del brazo a Takuya hasta hacerle daño, tomándolo con el mismo capricho egoísta de quien arranca una flor del campo por su belleza
-Hueles bien ...- sus ojos recorrieron la figura del otro desde el rostro a los pies -Desde ahora serás mi juguete personal- el alto Alfa estaba rodeado por otros chicos de preparatoria, un montón de betas que celebraran sus fechorías como monos de circo.
-Suéltalo, ¿Buscas pelea?-Akkun fue rápido en defender al rubio, era el líder de su pequeña pandilla de cinco. El único alfa del grupo quien a inicios de ciclo escolar manifestó su casta, Yamagishi, Makoto y Hanagaki ni siquiera se habían presentado aún, olían como niños sin segundo género.
Takuya era demasiado pobre para comprar supresores y a inicios de ese mes acababa de presentarse, el aroma alfa de Akkun era suficientemente fuerte para marcarlo y cubrirlo de otros alfas pero solo era una solución temporal.
Un golpe contundente con el brazo libre mandó a volar a Akkun al suelo, tan rápido y duro que no lo vio venir -¡Akkun!- Takuya intentó zafarse de su agarre para huir juntos, pero Kiyomasa le dio una bofetada hasta tirarlo al suelo no muy lejos del otro. -Quédate quieto, no quisiera arruinar tu cara-le dijo al ver como el golpe le abría el labio.
Takemichi se reunió con Yamagishi y Makoto para darse las espaldas en pose de combate podía sentir los hombros de sus amigos temblar contra los suyos, los otros se tronaron los dedos mirándolos con sonrisas socarronas alistando sus puños -¿Listos?- dijeron al unísono -¡Corran!-
Akkun y Takuya corrieron juntos por la derecha, Yamagishi y Makoto por la izquierda mientras Takemichi corría separándose de sus amigos. No era la primera vez que aplicaban esa estrategia para huir de los problemas eran un grupo unido pero débil, tenían que encontrar maneras cada vez más ingeniosas de salvarse, todos se reunirían en el punto de encuentro establecido cuando se zafaran de los bullies que les pisaban los talones.
Corrió todo lo que pudo porque detrás venían los sujetos, ¿sus amigos estarían bien?, le dolía un costado de tanto correr y tenía el corazón agitado pero la perspectiva de dejarse atrapar era peor.
Dio una vuelta en la esquina y se metió a una tienda de motocicletas escondiéndose detrás de un aparador.
Escuchó el sonido de pasos y las voces "¿A donde demonios se fue?" los betas trataron de olfatear el aire buscando su rastro por suerte aún era un cachorro asi que no tenía glándulas de olor y los betas tenían el olfato menos desarrollado de la cadena, se hizo más pequeño hasta que dejó de oírlos.
-Ya se fueron, estás a salvo de esos matones de segunda-la voz masculina le llamó la atención, no lo había notado cuando entró a la carrera.
En el mostrador sonriendo ampliamente, un muchacho le devolvía la mirada tendría unos veinte años sus rasgos ya no tenian la redondez de la niñez sino el atractivo de la edad adulta, sus ojos y cabello eran negros, de complexion delgada y rasgos atractivos.
Lo más llamativo de él era su aroma a Omega cálido y acogedor extendiéndose por la tienda.
Takemichi perplejo y se levantó con cuidado -eh...gracias- dijo suave y tembloroso.
-Aún hueles a bebé ¿Estás metido en problemas? puedo ayudarte -le dijo acercándose, llevaba un mono de mecánica sucio manchado de tierra y grasa.
-Ya me ayudaste bastante -le dijo palpando su ropa no llevaba el celular con él, ¿lo habría tirado en su carrera? ¿Cómo iba a comunicarse con los otros para saber si estaban bien? sintió la desesperación de haber perdido el único objeto caro con el que contaba con sus fotos con sus amigos y contactos. Estresado, las lágrimas no tardaron en ir a sus ojos.
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Hopeless
FanfictionEn un universo donde existen los subgéneros, Alfa, Beta y Omega, los bebés, niños y adolescentes que aún no se presentan son conocidos como cachorros, sujetos sin subgénero, glándulas ni olor, vulnerables a los aromas de los adultos e incapaces de d...