Capítulo 3

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Capítulo 3

-¿Es aquí?-preguntó Yamagishi de Takemichi a la entrada del lugar, ligeramente apartados.

-Eso parece...-murmuró Takemichi confundido con el ceño fruncido mirando el escueto mensaje en la pantalla rota de su celular como si este pudiera darle más respuestas.

El sitio era un club nocturno, ninguno de ellos tenía la edad suficiente para tener una identificación para entrar y el cadenero, un Alfa enorme en la entrada no parecía amigable. Había fila larga de espera de adultos jóvenes con sus mejores ropas de fiesta, ellos iban vestidos de jeans, camisetas desteñidas y converse viejos ropa sencilla que no iba con los deslumbrantes atuendos nocturnos del resto.

-Vamos a la línea -les propuso Takuya -Manda un mensaje a Mikey para informarle que estamos afuera-le indicó a su amigo mientras este asentía y escribía.

"Hola Michy, mando por ustedes"

-Dice que alguien vendrá-les dijo confuso.

No tardó en aparecer un sujeto junto al cadenero.

-¿Quién de ustedes imbéciles es Michy?- la voz masculina gruñó, era bellísimo. Cabello largo y rosa pálido con grandes ojos azules ribeteados de largas pestañas. Debía ser una mala broma del destino que apestaba a Alfa, un aroma pesado y opresivo que el otro no tenía reparo en exudar.

Makoto y Yamagishi empujaron a Takemichi fuera de la fila y este se acercó despacio. ¿Quién era ese sujeto y porque lucía tan intimidante?

-Soy yo...-dijo tembloroso. El alfa le miró con un mohín de disgusto, sus facciones ocultas en el cubrebocas y sus ojos ceñudos chispeando de desprecio.

-¿Vienes solo? Trae al resto y no me hagas perder mi tiempo inútil -le regaño mientras el cadenero los observaba atentamente pasar y cerrar tras ellos.

El lugar era un bar nocturno, música fuerte, luces bajas, gente bailando apiñadas a mesas y sillones bebiendo grandes cantidades de alcohol en un ambiente festivo y ruidoso.

Akkun tomó la mano de Takemichi, Takuya tomó la mano de Akkun, extendiendo la suya a Yamagishi y este a Makoto cerrando la fila india para no perderse ni separarse atravesando el lugar hasta llegar a una zona privada libre de ruido y humo, donde un par de personas se reunían sentadas en un gran sillón con una larguísima mesa de centro entre ellos. Se soltaron al llegar y al recorrer a los presentes ninguno de ellos era Mikey, cuando la puerta se cerró el ruido quedó herméticamente sellado.

-¿Qué demonios hacen estos cachorros aquí? Sanzu explícate-le demandó un hombre enorme. Estaba perfectamente musculado y su abrigo rojo brillante mostraba un pecho grande y tonificado, el cabello azul con mechas plateadas. Un tatuaje enroscado a su cuello y a su pectoral bajando por su costado.

-¡Cállate perra lechera! ¿Quieres pelea? Mikey me dijo que los trajera ¡no conozco a estos pobres diablos ni me importan!-le gritó Sanzu a la vez molesto gruñendo animal y rabioso al otro exudando su vicioso aroma alfa.

El aire se hizo opresivo e imposible de respirar por el aroma de Alfa enojado, unos suaves chillidos agudos salieron de las gargantas de los cachorros apiñados para defenderse.

-Los pobres cachorros se ven asustados Taiju haz algo para tranquilizarlos, Sanzu está alterando el ambiente- le pidió con suavidad una delicada mujer de cabello rubio sentada junto al gran hombre, llevaba un uniforme blanco y desprendía el más delicado aroma a Omega.

-Vengan siéntense con nosotros Mikey-kun está atendiendo unos asuntos, soy Akane y él es Taiju ¿quiénes son ustedes?-les dijo con amabilidad, sonriendo al verlos moverse todos juntos como pollitos, discretamente olfateo el aire hacia ellos, los cachorros no tenían aroma, ni siquiera el del sudor eran como bebés con pieles suaves y vello fino de durazno. Olían un poco al aroma del Alfa pelirrojo pero no era un aroma superficial que no alcanzaba para cubrirlos a todos.

HopelessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora