La purga anual está confirmada en Corea del Sur por segunda vez, pero a esta vez, el asesinato y la destrucción son completamente legales. Doce adolescentes al azar atraviesan el infierno de la purga y tratan de sobrevivir en un grupo de extraños
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"Se confirma que la purga ha terminado, lo que significa la ley a regresado a la normalidad. Los crímenes y las violaciones ahora están restringidos de nuevo. El gobierno hará un análisis completo sobre la aproximación de las muertes y daños en el país. Felicitaciones a los sobrevivientes."
Las chicas se despertaron de poco por el altavoz.
Hitomi vio cómo un grupo de hombres de azul se acercaba a ellas. Todas se pusieron de pie, sin tener idea de lo que pasaba.
Hyewon se puso de pie, mientras despertaba por completo, cayendo en cuenta de lo sucedido. — ¡Eunbi! — Salió corriendo, buscando entre los muertos el cuerpo de la mayor, incluso intentado encontrarla viva.
Se acercó a uno de los policías y lo tomó agresivamente. — ¿¡Han visto el cuerpo de una mujer!? ¿¡Está viva!? — Preguntó frustrantemente. Chaeyeon y Sakura sostenían intentaban sostener a Hyewon y calmarla.
— Solo hay hombres, muy heridos o muertos.
Al escuchar eso todas tuvieron presente el recuerdo de Eunbi saliendo del supermercado y los miles de disparos que se escucharon.
Pero, ¿era ella a la que le disparaban? Estaban confundidas.
Hyewon se desacomodó el pelo frustrada. — ¿¡Maldita sea, ¿dónde está!?
— La purga ha terminado oficialmente, por favor, síganos, todas parecen cansadas y algunas de ustedes están magulladas. Las llevaremos al hospital.
Todas asintieron desganadas. Yujin y Wonyoung caminaron de la mano primero, le siguieron Yena y Yuri, sonriendo tristemente. Nako y Hitomi se abrieron camino detrás, aferrándose a la otra. Minju y Chaewon les seguían, caminando en silencio mientras el brazo de la menor rodeaban a Chaewon, apoyándose ya que su pierna le dolía de nuevo.
— No puedo creer que hayamos sobrevivido. — Murmó Sakura.
— Y yo no puedo creer que te haya conocido. — Sus dulces sonrisas se extendieron por sus rostros, olvidando por un momento todo lo malo.
Hyewon iba detrás de todas. Se sentía sola, confundida, rota, asustada. No sabía nada sobre Eunbi y espera de todo corazón que la mayor esté viva. Las lágrimas de Hyewon cayeron de nuevo, pero en esta ocasión se sintió mareada, trató de llamar la atención de Chaeyeon, pero estaba demasiado lejos. No resistió más y se derrumbó.
— ¡Hyewon!
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