Sesión VI

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— ¿De qué te gustaría hablar en esta sesión?— La mujer se dirigió a Eren esperando tener una respuesta.

— ¿Eh? ¿Tengo que yo escoger el tema de la charla? ¿No podemos seguir con lo de la semana pasada?

— Recuerda que también tú puedes elegir como llevarlas, si lo deseas seguimos hablando con lo anterior o de algo nuevo.

Le dio libertad para abrir sus demás sentimientos.

— Ohhh... lo entiendo.— Tragó saliva y su mente organizó todos esos pensamientos destructivos que había tenido a lo largo de su paternidad.— No sé si esto es importante para lo demás, pero yo dejé muchas cosas en el olvido, lugares que antes me gustaba ir o pasatiempos que hacía con frecuencia, porque ya nada de eso me interesaba.

— Esa pérdida de interés ocurrió por la pérdida de su esposa, algo que pasan todos por el vacío que sienten al volver a un sitio o hacer una actividad que hacían con esa persona.

Dejó salir un suspiro.— No solo fue por Mikasa, también fue por ser padre de Hisashi. Solo quería respirar y vivir por mi hijo. Todo era él y solo él.

Anotó rápido en su libreta.— ¿Dejaste todo eso a voluntad propia o sin ser consciente?

Reflexionó unos segundos, hasta que tuvo su respuesta.— A propósito, definitivamente, dejé de lado todo eso porque no quería gastar mi tiempo en algo que no sea mi hijo. No sé si esa práctica es saludable o no, pero para mí era lo más útil, me mantenía distraído de mi realidad.

— ¿Cuáles eran esos pasatiempos que abandonaste?

— A mí me gustaba mucho el ejercicio, practicaba boxeo desde adolescente porque así me desahogaba y dejaba salir mis impulsos.— A pesar de que fue hace tantos y tantos años, todavía recuerda la satisfactoria sensación de sus puños golpeando el saco.— Pero en cuanto me convertí en padre no quería pasar tiempo en un gimnasio o ejercitando, quería estar con mi hijo en todo momento.

— ¿Y los lugares que dejaste de concurrir?

— Fueron varios, algunos eran donde Mikasa y yo tuvimos muchas citas o compartimos momentos muy importantes para nuestras vidas, pero al que más me dolía de solo pensarlo era la casa en la playa que pertenece a mis padres.

— ¿Tiene un significado especial ese lugar para ti?

Sus labios se estiraron, formando una sonrisa, pero no significaba que estaba del todo feliz, porque sus cejas estaban hundidas y sus ojos se veía dolor.

— En ese lugar ya no solo era Eren Jaeger, tuve una nueva identidad y un nuevo propósito.

[...]

— ¡Hisashi!, ¡apúrate!— Eren gritó desde su habitación, guardando las últimas cosas en su maleta.— ¡Hisashi!— Volvió a nombrarlo al no tener una respuesta.

— ¡No encuentro algo!— Gritó de vuelta.

Decidió dejar lo suyo y ayudar a su hijo. Entró a su habitación y vio como todo estaba hecho un desastre. Los juguetes tirados, la ropa no estaba bien doblada, su cama completamente destendida.— Pero... ¿qué mi...—Se detuvo para no completar la palabra y no dejarse llevar por la irritación.— ¿Por qué no ha ordenado tu cuarto y hecho la maleta como te dije? En menos de una hora nos recogerán y no quiero retrasar el viaje.— Dio unos pasos con miedo a pisar algo pequeño y lastimarse.

— Lo siento, es que no encuentro mis flotadores, los he buscado en todo mi cuarto y no están.

— Ponte a ordenar todo rápido, yo los buscaré.— Hisashi hizo una mueca de disgusto, pero igual empezó a recoger lo que yacía en el suelo.

Tú puedes solo | EremikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora