1O: No quiero lastimarte

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YoonGi veía a su omega jugar con el cachorro en el césped, desde que llegó su omega a la casa recuerda como mandó arreglar el jardín para que Jimin pudiera jugar y estar cómodo. Bebió tranquilamente un poco de su té mientras su esposo soltaba pequeñas carcajadas, ya habían pasado dos meses de aquel encuentro de muy mal gusto con ese viejo y su omega ya se sentía seguro de salir, en esos meses el cachorro había crecido bastante.

—¡Mira, Yoonie! —gritó el rubio para llamar la atención del mayor —Si le aviento esta rama a Sun el va por ella y me la trae — mencionó con una sonrisa.

Después aventó una rama un poco lejos, el cachorro fue corriendo por ella y se la trajo devuelta al omega.

—Es un cachorro muy bueno — comentó.

Jimin se quedó quieto al percibir un fuerte aroma a café, se levantó del pasto y caminó hasta su alfa. Sin emitir alguna palabra solo puso su rostro en el cuello de YoonGi para sentir el fuerte aroma.

—Pollito, me haces cosquillas —mencionó entre risas.

—¿Estás en celo? —cuestionó mirándolo con una pequeña sonrisa.

—Uh, sí... Creo que se me adelantó un poco, deja le ordeno a la curandera que me prepare unos supresores —habló con nervios.

—No necesitas eso, me necesitas a mi — habló subiéndose al regazo de su esposo.

YoonGi posó sus manos en la cintura del rubio dando un leve apretón antes de alejarlo un poco.

—No, iré a una habitación. Me la pasaré solo como la otra vez —dijo evitando la mirada de su tierno esposo.

—¿Por qué? Ya van dos celos que la pasas solo, soy tu omega y te debo ayudar, además si quiero estar contigo es porque quiero — hizo un pequeño mohín.

—No quiero lastimarte, pollito... — susurró.

—No me vas a lastimar, ya hemos estado juntos varias veces — sonrió levemente, acariciando con suavidad la mejilla del mayor.

—No entiendes, mis celos últimamente son muy fuertes, la última vez te lastimé. ¿Recuerdas? — abrazó con fuerza el cuerpo de su esposo, estaba tratando de calmarse y no tomarlo ahí.

—¿La vez que me jalaste mi cabello y me golpeaste mis pompis? —cuestionó.

YoonGi se sonrojó levemente al escuchar a su omega decir eso. Asintió levemente tratando de tapar su rostro avergonzado con una de sus manos.

—A mi me gustó que hicieras eso, fue una sensación dolorosa al principio pero después me encantó —opinó con una sonrisa mostrando sus dientes.

—¿Cómo puedes decir eso? Prácticamente te golpeé —habló.

—Solo digo la verdad, además, a ti también te gustó eso. Recuerdo que no dejabas de golpear ahí —comentó como si nada.

A veces YoonGi no entendía como su esposo podía decir cosas de ese tipo con tanta naturalidad y otras veces se comportaba tímido al recordar sus noches donde hacían "cositas".

—No quiero lastimarte, pollito. Voy a pasar mi celo solo — Habló firme.

—No me lastimaste, solo lo hiciste por placer, a ambos nos gustó. Además, al día siguiente pusiste pomada ahí y me diste muchos cariños — abrazó al alfa —No me rechaces — pidió con lágrimas entre sus ojos.

El pelinegro soltó un suspiro antes de acariciar el rostro de su bello y tierno omega.

—¿Seguro que quieres pasar mi celo conmigo? — cuestionó.

Jimin asintió varias veces sin dudarlo ni un poco, YoonGi al ver la respuesta cargó a su omega al estilo nupcial y lo llevó hasta la habitación, dejó el cuerpo de Jimin en la cama con delicadeza, le colocó seguro a la puerta y recorrió las cortinas.

Después se quedó admirado la imagen de su omega con su cara ruborizada mientras lo miraba fijamente.

YoonGi se subió arriba de Jimin sin llegar a aplastarlo y comenzó a dejar besos por las clavículas del rubio, también repartió pequeño besos en al marca. Jimin acarició el cabello de su esposo con suavidad, después sostuvo sus mejillas y lo obligó a verlo.

—Te amo, alfa — pronunció con un pequeño brillo en sus ojos.

—Te amo más, omega —dijo antes de unir sus labios con los del contrario.

Ambos empezaron a quitarse las prendas, YoonGi besaba todo el cuerpo de su omega mientras Jimin solo soltaba pequeños jadeos. Su alfa siempre lo trataba con delicadeza y mucho cariño cada vez que hacían cositas.

(...)

Después de dos días de celo, el alfa abrió sus ojos con pesadez y miró a su lado derecho para ver el cuerpo de su omega, el cual tenía muchas marcas. Tapó un poco más el cuerpo del rubio con las sábanas mientras lo abrazaba.

—Yoonie... Ponme pomada — balbuceó.

El alfa sonrió cálidamente antes de levantarse de la cama y caminar al tocador para buscar la pomada, una vez en sus manos fue hasta donde su esposo dormía tranquilamente, quitó la sábana para dejar al descubierto los glúteos del omega, estos estaban rojos y con marcas.

—No sé que hice para tener un omega como tú —susurró con una sonrisa antes de colocar la pomada.

—Yoonie... — Murmuró —Estoy cansado, mañana.

—Tranquilo, solo estoy colocando pomada.

YoonGi miró como su omega volvía a cerrar sus ojos con tranquilidad, después de colocar la pomada, lo tapó nuevamente y lo abrazó con delicadeza.

—Eres lo mejor que tengo —dijo antes de depositar un pequeño beso en la frente del rubio.

Mi pollito | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora