𓂃命 El omega del rey " [ kookmin ]

I

En un pequeño pero respetado reino se encontraba su alteza Jeon Jungkook, el primogénito de los Jeon; un alfa que pronto tomaría la corona, siendo su única condición tener un heredero varón.

Durante mucho tiempo el azabache había sido casi obligado a pasar sus celos con omegas de todas las categorías posibles; optando incluso su madre en reclutar a los de más baja cuna queriendo que su hijo pudiera convertirse en rey.

La reina Elizabeth lo había vuelto hacer, se encontraba sentada en el trono frente a los nuevos omegas reclutados. Muchos eran del mismo reino; otros habían viajado de tan lejanas tierras.

─── Muy buenos días mis tan preciados omegas... Creo que no hace falta explicar mucho, pero mi pequeño Jungkook necesita un heredero pronto. ───La reina se encontraba de brazos cruzados, viajando con su oscura mirada por cada delicado rostro que los híbridos les regalaba. Había de todo, desde los más asustados hasta los que tenían fe en ellos mismos. Simplemente un juego.

───Su alteza, ¿Cuándo podremos ver al príncipe? ───Uno de los tan capacitados omegas captó la atención de la sala. ───No es por echarme flores ni mucho menos, pero dudo que señoras y señores seáis capaces de darle lo que el tanto anela, un heredero ───Recalcó el de cabellos oscuros. ───Creo saber sus gustos, y es una completa estupidez llenarle la cama de asquerosos aromas siendo yo quien le puede satisfacer, mi reina. ─── Sonriendo atrevido el más alto murmuró.

Kim Byul era uno de los omegas más populares que habían en el reino, tal vez por su belleza única o por el título que poseía gracias a sus antepasados. Durante mucho tiempo había sido uno de los amigos íntimos del príncipe, acompañándolo numerosas veces en sus celos.

───Kim Byul admiro tu labia, pero si lo que dices fuera cierto ahora mismo estaría con mi nieto en brazos. ───Sentenció la reina. ───Por favor, siéntese libr.. ─── Antes de poder dar por finalizada la conversación la puerta fue abierta de golpe, hinundando aquellas cuatro paredes de un aroma a café intenso.

──Pensaba que lo había dejado claro madre. ───Jungkook había captado la atención de los presentes, ocasionando un suspiro por parte de la reina. ───Me niego a pasar otro celo con omegas que ni conozco. ───

Nuevamente la reina dejó escapar un audible suspiro, podía llegar a comprender a su hijo, pero el debía entender la situación.

Antes de poder decir nada la puerta otra vez había sido abierta, mostrando un guardia con lo que parecía otro omega sujeto.

─── Su alteza, he encontrado a este chico deambulando por palacio, al parecer se había desviado sin querer del trayecto. ───Dijo.

Un pequeño omega de unos 21 años, con un bonito cabello rubio y unos tan relucientes ojos de un tono verde. Sus mejillas se encontraban rojas, curiosamente del mismo tono que sus visiblemente abultados labios. Un omega bonito pensó Jungkook.

Un empujón había bastado para que el de cabellos dorados se hubiera agachado, realizando una pequeña reverencia pidiendo perdón.

───Su excelencia yo... me había perdido y no sabía como volver, mil perdones. ───Casi era inaudible su voz, tal vez por la timidez al ser el centro de atención. El Alfa por otra parte solo fue capaz de soltar una carcajada por la situación, nunca nadie se había perdido para ser su ramero.