capítulo 3

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"Mikey, no creo que sea buena idea" la chica de cabello pelinegro y ojos color perla reclamo. Mientras el rubio la abrazaba por la espalda; permanecía semidesnudo, lo único que tapaba su virilidad era una toalla que yacía enredada en su cintura.

"Vamos, ¿que tiene de malo?" Recargo su cabeza en el hueco del cuello de la chica, mientras olía su fragancia.

"Porque esta es la casa de tu abuelo" intento sacarse de su agarre, pero aunque trataba con ganas, este apretaba con más fuerza

"El abuelo dijo que iba a llegar hasta la noche" la jaló, caminando hacia atrás para llevarla al baño

"Emma puede regresar en cualquier momento" intento razonar con el rubio.

"Salió con Draken, créeme que va a hacer todo lo posible para no regresar temprano" se burló, sacandole una risa a la pelinegra, pero volvió a negar.

"Mikey, vine a dejarte unas cosas, ¡no a hacer cochinadas!" La chica, dio unos pequeños manotazos en sus brazos, el chico algo divertido ante su necia novia, colocó sus manos en la cintura de la pelinegra para girarla, y así tenerla cara a cara.

"¿Entonces debo creer que fue coincidencia el hecho que llegaste en el preciso momento donde iba a ducharme?" Bromeo, logrando que las mejillas de la joven se tornaron de un color rosado.

"Eres un idiota" le golpeó en el pecho mientras el rubio reía.

Un leve ceño fruncido apareció en su cara, cruzo sus brazos cuando siguió escuchando a su novio reírse.

"¡Vamos!" Animo el joven, mientras la agitaba para enfrente y para atrás.

"No" denegó la mujer. Logrando que él hiciera un puchero pronunciado.

"Solo quiero que me laves el pelo, juro no hacer nada" Rogó; pese a lo que la joven pensara, estaba siendo sincero, no quería hacer nada indebido, solo quería disfrutar de un baño cálido junto a la novia. "Además" olfateo de broma su cuello "hueles mal" mintió

Logro poner a su novia del mismo color que un tomate, hasta las orejas, ganándose un manotazo en la frente; eso lo distrajo y sin más remedio, la solto.

"¡Auch!" Grito, frunciendo el ceño. A veces, ella tenía la mano pesada.

"Eres un grosero" fue lo último que dijo, para empezar a caminar hacia la puerta.
El chico al ver que la pelinegra se dirigía a la salida, no la pensó dos veces y fue hacia ella, deteniéndo la.

Ahora, su novio la había cargado como costal, poniéndola en su hombro y caminando hacia el baño.

"¡Mentí! No hueles mal, pero ya me golpeaste, así que me merezco un baño contigo" camino veloz hacia el baño, sin darle oportunidad a la chica de zafarse. En menos de lo esperado, el chico ya había puesto seguro a la puerta y la había bajado.

" te golpee porque dijiste algo muy feo" Se cruzo de brazos, intento ir hacia la puerta, pero el chico se puso delante de ella.

"¿Por qué no te quieres bañar conmigo?" Cuestionó. Penso que no tenia porque negarse, ya que no era la primera vez que veían sus cuerpos desnudos,pues que con tan solo 16 años, ya había experimentado, el placer de la vida adulta.

"¿Que tal si llega alguien? No quiero que sepan que tu y yo..." hizo una pausa, intentando buscar las palabras adecuadas para no sentirse avergonzada, o bueno, más de lo que ya estaba.

"¿No quieres que sepan que ya tuvimos sexo?" Comentó normal el chico, sin sentir pena alguna, ya que para él, era muy normal este tipo de cosas. Eran jóvenes, inmaduros, buscando algún tipo de deseo de la adultez.

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