Capítulo seis

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Ucrania se encontraba dentro de la tina de baño de su habitación en el hospital, ese día lo dejarían ir y su padre le había dicho que, si quería, podía quedarse con él en su casa, pero él no toleraba si quiera pensar en volver a casa, ellos volverían y lo castigarían por llevar semanas fuera; así que mejor iría a la casa de su padre, esperando que allí no lo encontraran.

Sentía el agua fría contra su piel, pero no le molestó, le molestaba más sentir que el agua no le quitaba la suciedad... se sentía asqueroso.

OMS había intentado que hablara sobre lo ocurrido, pero simplemente no podía, las palabras no le salían, sentía que se ahogaba, así como también sentía que con solo mencionar a aquel pequeño y viejo país, este aparecería de la nada.

Suspiró mientras tomaba una esponja que se le había sido proporcionada y le colocaba jabón, para después comenzar a tallarse de manera brusca, tenía ya muchas heridas por esto pero poco le importaban, solo quería dejar de sentirse sucio. Estaba tan concentrado en tallar su brazo izquierdo que no notó que su padre había entrado al baño, sino hasta que este le tomó la mano para detenerlo.

– Basta, te estas lastimando – comentó con calma, quitándole la esponja con cuidado y mirando al ojo al menor.

– P-pero e-estoy s-sucio – refutó Ucrania en voz muy baja y temblorosa, abrazándose y juntando más sus piernas.

Debía intentar eliminar la suciedad que había en su cuerpo.

– Entonces déjame ayudarte, me preocupa que te lastimes.

Ucrania dejó a su padre ayudarle a bañarse, y aceptó su ayuda para salir de la tina y vestirse con ropa que le había conseguido, incluso había recuperado el abrigo con el que llegó.

Cuando estaba sentado en la camilla, colocándose sus zapatos, OMS entró junto con Unión Europea, quien tenía una mirada lastimera.

– Ucrania, necesitamos hablar contigo – dijo la mujer con voz suave.

– C-claro... – respondió el bicolor, mirando a ambas organizaciones.

– Debe ser a solas – mencionó UE con voz baja.

URSS suspiró, le palmeó la cabeza a su hijo y salió.

– Ucrania, FBI e Interpol me enviaron para que veas unas fotos y que me digas si reconoces a alguien – Unión Europea se acercó lentamente, OMS ya le había advertido que debía ser cuidadoso; jaló la mesita para comida y colocó todas las fotos de manera que Ucrania pudiera ver todas.

Mientras tanto, el eslavo se congeló, podía ver las caras de esos sujetos, eran como puntos rojos entre todas las demás fotografías de gente que no conocía, pero no podía señalarlas, su cuerpo no le respondía.

– No tienes nada de qué preocuparte, ellos no sabrán que nos dijiste algo... jamás volverán a tocarte – comentó OMS acercándose al notar el estado del país.

Era más que obvia la ansiedad que la situación le causaba.

– N-no... n-no p-puedo... no... – la voz del ucraniano se oía en pánico.

En su cabeza, podía verlos entrando a la casa de su padre y llevándoselo para castigarlo por haberlos señalado, o incluso llegando a su hermanito y haciéndole daño, no podía permitir que eso sucediera.

– Ucrania, ellos jamás volverán a hacerte daño, lo prometo – la unión trataba de hacer razonar a Ucrania, pero este simplemente no podía.

– No... e-ellos v-vendrán... me van a c-castigar, n-no...

Decidieron desistir, no lograrían que el hablara, pero al menos el ADN les daba las respuestas.

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Broken|| Country Humans UcraniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora