Broken|| Country Humans Ucrania

Capítulo diecinueve

19.

—Una cosa, solo les pedí una cosa, y ni eso pueden hacer.

—B-bueno, es que no especifico...

—Creo haber dicho claramente que no quería más desastres ya que involucra gastar dinero que claramente es del gobierno y que alguien podría ver como gasté y cuestionarme.

Los cuatro subordinados agacharon la cabeza, aceptando el regaño del viejo país.

—Pues no creo que un saco de cal sea tan caro, digo, yo lo he comprado en dos euros con setenta —murmuró el español, recibiendo un codazo por parte de su compañero galeno.

—¿Y cómo piensan ocultar que aquí hay dos cadáveres?

—¿Con árboles?, la gente no suele buscar debajo de los árboles.

Inglaterra bufó con fastidio, rascándose la frente mientras miraba al nuevo hoyo sin cubrir que había en la parte trasera de la cabaña.

La chica estaba dentro de este, con una mirada vacía y blanquecina, su piel con diferentes tonalidades debido a los moretones que tenía y a que la descomposición estaba ya mostrándose, y manchada de sangre seca.

—Francisco, ve a traer la cal y varios arbustos, si plantan directamente arboles se verá extraño; Ronan, tú lo vas a ayudar a hacer el trabajo.

Ambos mencionados asintieron y dieron la vuelta para entrar a la cabaña.

A Inglaterra no le quedaba de otra más que dejar que las cosas fluyeran, no iba a gastar en cremar los cuerpo, además de que le podrían hacer preguntas, y no estaba en su territorio como para intimidar a la gente y que hicieran lo que quisieran.

—Donovan, ¿dónde está nuestro amigo?

—Eh... bueno...

—No se les volvió a escapar, ¿o sí?

—Físicamente no —respondió Taylor por su jefe, recibiendo dos miradas mortales.

—¿Ahora que pasó? —Inglaterra comenzaba a replantearse el seguirle pagando a esos cuatro.

A veces le causaban mas problemas de los que se supone debían causar.

Donovan le hizo una seña al país para que lo siguiera, guiándolo dentro de la cabaña y de allí al cuarto donde habían estado teniendo al ucraniano en las últimas semanas.

A simple vista solo se podía apreciar a Ucrania sentado en el suelo junto a la cama, con la frente contra la pared y el grillete alrededor del cuello.

—¿Y a este que le pasa?, se ve muy tranquilo.

—Bueno... como dijo Taylor, físicamente está aquí, pero parece como si mentalmente no estuviera —comentó Donovan, suspirando y acercándose al bicolor.

Lo tomó del brazo, haciéndolo levantarse y caminar hasta acercarse al país mayor.

Inglaterra lo tomó por la barbilla con fuerza, forzándolo a mirarlo.

Unos ojos azules de expresión muerta y sin brillo lo miraron.

—Interesante, me recuerda a cuando rescataron a Polonia de la cabaña de Third... nice —murmuró el inglés, mirando a detalle el maltratado cuerpo, sonriendo macabramente al percibir todo su cuerpo amoratado, incluso hasta su ingle estaba así —, se ve bastante hecho mierda.

—No habla, no se queja, no grita ni nada; hemos estado jugando a ver quién puede hacerlo hacer un sonido, pero hasta el momento nada —Taylor se encogió de hombros.

Él era quien más esfuerzo ponía en intentar hacer que Ucrania hiciera un ruido, pero hasta el momento no lo conseguía. Comenzaba a frustrarse ya que a él le gustaba cuando el bicolor lloraba o gritaba. Estaba pensando seriamente en conseguir cables y pinzas para electrocutar al país y ver si asi reaccionaba.