Todo lo que Necesito

III. Es Comprensión

"B-bien, Kita-chan... yo..."

Era el momento, Bocchi se encontraba en su habitación más que lista para confesarse con Kita, para dejar todas las preguntas que habían rondado por su cabeza pasar a favor de ser honesta con la chica que ama. Su rostro miraba hacia el suelo del nerviosismo, sus manos por mero instinto se acercaban hacia su pecho y podía casi escuchar los latidos de su propio corazón.

Aun así, Hitori quería hacerlo, quería ser honesta con Kita, quería hacerle saber todo de ella, ella quiere seguir amando a Kita y-

"Y-yo... esto... ¡A-aún no puedo hacerlo!"

Hitori se volteó, ahora su espalda viendo hacia la dirección del espejo de su cuarto. La chica se fue al piso y tomo su cuaderno de notas que se encontraba justo a su lado, cuaderno que ahora mismo tenía multitudes de hojas con frases ralladas en cada parte de ellas.

Lo cierto es que la Hitori de otro día no podía ignorar las preguntas que la acechaban, ni tampoco sabía cómo responderlas.

Durante los últimos días, ella y Kita habían estado actuando como si nada pasara, al menos las más de las veces. No hablaban sobre lo que harían en aquel fin de semana, evadiendo el tema lo más posible, pero era cierto que en aquellos momentos en que no se hablaban y su única comunicación eran las miradas notaba que había algo distinto, un nerviosismo que no había sentido desde las primeras semanas saliendo con la pelirroja.

Si bien una parte de ella quería preguntarse qué clase de cosas quisiera Kita que hicieran durante ese par de días, otra parte estaba tan ocupada preocupándose por como contarle su identidad que le ahogaba todo el espacio a cualquier otra pregunta.

Ya no tenía miedo de la respuesta de Kita, tras todo lo que había pasado aquel día de escuela estaba más que segura que no sería capaz de dejar de amarla por algo así, pero para alguien como ella la simple idea de tener que confesarse le daba un nerviosismo enorme de tan solo pensar en las palabras que usaría.

"Te veré mañana, estrellita (✿◡‿◡)❤️"

Un mensaje llegaba al teléfono de Hitori. Ya era de noche, y más importante, era la noche antes del momento que había estado esperando con tanto temor.

"Nos vemos Kita-chan 💖"

Hitori dejo su celular al lado y llevo su mano hacia su pecho, viendo hacia el techo por un momento mientras pensaba en que es lo que haría mañana, en cómo es que tendría que actuar frente a ella, en aquella conversación que debía tener.

Su otra mano se levantaba hacia el techo, preguntándose una y otra vez "¿Cómo debo hacerlo...?", en ese momento Hitori solo pensó en algo; en la última y única vez en que había tenido que confesar esto a alguien.

Una pequeña Hitori que se encontraba en su cuarto viendo hacia el mismo techo que ahora se encontraba viendo tantos años después, una que odiaba tener que cortarse el cabello, que quisiera usar cualquier ropa holgada para ocultar su cuerpo, que se sentía incómoda cuando tenía que estar con los otros chicos del salón y le era imposible encontrar algo en común con ellos, que se sentía rara tratando de hablar con las otras chicas que no la veían como una igual, una pequeña que más que en cualquier momento de su vida después se sentía como un piojo de agua fuera a donde fuera.

Para alguien como Hitori, alguien que le resultaba imposible relacionarse con otra gente, todo resultaba aún más confuso. Sí, era cierto que en ninguna circunstancia se sentiría del todo cómoda hablando con otra gente, pero esto se sentía diferente para la chica. No sabía si era su timidez o era algo distinto, no sabía que era lo que realmente le incomodaba en estas situaciones, simplemente quería poder esconderse.