II. Es Confianza

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Hitori no estaba lista.

Un par de semanas pasaron desde aquella noche, tiempo que paso fugazmente por razones nada favorables. Se encontraba a la mitad de su último año en la escuela preparatoria y eso conllevaba apenas tener tiempo para hacerlo todo, llevando a que su mente diera vueltas sobre los mismos temas: la banda, Kita, la escuela, Kita, los exámenes parciales, Kita, el examen de admisión a la universidad, Kita y sin olvidar a su novia: Kita.

Para pensar tanto en Kita lo cierto es que apenas y tenía tiempo con ella; si bien era cierto que siempre pasaba tiempo con su novia en la escuela, en sus prácticas de banda en Starry, y todo el espacio que había en medio, no había tenido la oportunidad de salir con la pelirroja últimamente fuera de esas ocasiones, y sin dudas sentía la necesidad de querer estar a su lado un poco más.

Sin embargo, en este momento el mundo parecía querer ofrecerle una respuesta a esos problemas.

"¿T-todo el fin de semana?"

Sus padres la habían llamado hacia la sala, estos estando sentados en el sofá mientras ella ahora se encontraba parada en frente de ellos, estando algo ansiosa. "Así es, tu abuela está algo enferma, así que iremos a cuidarla nosotros," dijo su padre.

"Y sabemos bien como la escuela ha sido para ti últimamente, así que creemos que sería mejor si te quedas estudiando a ir con nosotros," explico su madre con una sonrisa en el rostro.

"¿E-en serio no hay ningún problema?, s-sé que la abuela puede ser un poco... ya sabes..." respondía Hitori con una cierta preocupación mostrándose en su voz.

"¡Claro que no!, no tiene nada realmente grave. Y además creo que es mejor si solo vamos nosotros, ya sabes, con lo propensa que eres a enfermarte antes de clases..." Hitori sabía bien que su madre no estaba exagerando.

"Solo... cuídate bien, ¿sí?" Termino su padre un tanto nervioso, dejando a Hitori preguntarse por un segundo si dudaba de ella; a fin de cuentas, por algo ambos pelean por el último lugar de la pirámide familiar.

"¡L-lo hare!"

Y así, tras regresar a su habitación y ya con todo listo para dormir, Hitori hacia lo suyo y comenzaba a darle vueltas a la situación. A primera vista, esta parecía ser la oportunidad perfecta para resolver algunos de sus problemas; ella y Kita tenían problemas en distintas áreas de sus estudios, ambas practicaban juntas de por sí y encima de todo, así estaría pasando tiempo con la chica que ama.

Recordó aquella ocasión en que la ayudo a estudiar y como es que dio resultados... para ella al menos, y se preguntaba a sí misma si ahora pasados los años serían capaces de estudiar juntas sin que su novia salga afectada; y claro, con esto, podría evitar a toda costa volver a pasar por el infierno que fue tomar clases suplementarias ella sola.

Ella fantaseó pensando que eso sería capaz; recibir a Kita en su casa y simplemente pasar un buen día con ella apoyándose una a la otra y estudiando lo que necesitaran, y no tenían por qué estudiar todo el tiempo; tenían la libertad de practicar algo de música juntas, distraerse un rato simplemente hablando una con la otra, ver algo juntas, despertar al día siguiente y desayunar al lado de su novia. '¡Las posibilidades son infinitas!' Hitori pensó para sí misma

Pero... para despertar al día siguiente con ella, tendrían que haber dormido primero, y claro, Kita podría ir a dormir a otro cuarto, pero no es como si no hubieran dormido en el mismo cuarto antes; es más, habían pasado bastante tiempo desde la última vez que lo hicieron y ahora siendo pareja no debería tener problema en dormir ahí mismo. Esta vez incluso podrían dormir lado al lado, podría ser la cuchara pequeña y dejar que Kita la abrace tiernamente antes de dormir, dejar que el calor de Kita la envuelva, dejar que su novia la acaricie, dejar que la toque, y que su mano llegue hasta...

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