Si Kita tuviera que describir a Hitori de alguna manera, siempre terminaría usando la misma palabra; brillante. Desde que la escucho tocar por primera vez en los pasillos de su escuela, cuando esta le dio el empujón que necesitaba para decidir entrar a la banda, en aquellas prácticas en las que fue acercándose más y más a alguien tan diferente a ella, cuando sus ojos se encontraban entre momentos de descanso, y hasta el día de hoy, a tan solo un par de meses desde que descubrió la identidad de Hitori, esta aún era su forma predilecta para describir a la pelirrosa.
Y si le preguntases cuanto significa Hitori para ella, esta probablemente se quedaría callada y sonrojada por unos cuantos segundos hasta responder: "Ella... significa el mundo entero para mí."
La sonrisa de Kita no paraba de decir algo, y es que nunca había sido tan feliz como lo es desde que comenzó a salir con Hitori Gotoh.
Esta es la primera relación romántica que Kita había tenido en su vida, y lo cierto es que nunca pudo haber pedido alguna mejor; todo en su vida se había vuelto más dulce, desde las prácticas que tenían a solas, desde las clases donde al terminar podía voltear a Hitori y sentir como su energía se recargaba, y sobre todo, todas esas tardes que ahora podía pasar con la chica que ama.
Hitori es la mejor chica que Kita ha conocido, y nunca iba a dejar de hacérselo notar.
Los meses siguientes a la confesión de Hitori iniciaron lentos, no ya solo por el hecho de estar ocupadas con sus estudios, sino por el hecho de que Kita sabía perfectamente que necesitaba darle un poco de espacio a Hitori para que se sintiera más cómoda con todo.
"Ah... ¡Kita-chan!"
Kita se volteó entre los pasillos de la escuela, y ahora enfrente de ella se encontraba Hitori, quien se notaba un poco diferente de lo usual, y no era de mala forma; Kita podía notar que se había puesto un poco de maquillaje, era realmente sutil, pero parecía que finalmente había tomado algo de confianza para salir de esa forma.
Kita había estado enseñándole poco a poco a Hitori desde el día de la confesión, al menos, cada que sentía que Hitori estuviera cómoda con eso. La pelirrosa aún parecía asustada con hacer ciertas cosas, su pulso claramente fallando al principio con cosas tan simples como intentar enchinar sus pestañas, pero sabía ya lo suficiente para hacer las cosas por sí sola, más solo era Kita quien la había podido ver así.
"¡Hitori-chan!", Kita no dudo ni un segundo en tomar las manos de Hitori en cuanto esta se acercó a ella.
"Kita-chan... lo siento por llegar tarde, e-estaba probando algunas cosas antes de salir de casa, pero olvide cuanto suelo tardar con esto...", Kita sabía perfectamente a que se refería, a pesar de lo mucho que le había enseñado, era cierto que lo que para ella era algo que podía hacer tan rápido después de hacerlo tanto tiempo, Hitori apenas daba sus primeros pasos.
"Tranquila, sé que eventualmente te será más fácil cariño... además.", con el rostro de Hitori tan cerca, Kita no pudo evitar acercarse y darle un fugaz beso en los labios, algo con lo que nunca dejaba de estar feliz de haberse acostumbrado.
"Te queda muy bien, mi estrellita."
"A-ah... ¡sí!", Kita pudo distinguir una sonrisa entre la ahora roja cara de Hitori, a lo que no pudo evitar sonreír de regreso. Con su mano izquierda, aún ligada a la de su novia, Kita dio la vuelta nuevamente para dirigirse al salón de clases.
Con los exámenes de verano terminados, las clases se sentían un tanto más tranquilas por el momento. Kita aún no era la más brillante, pero era cierto que este año parecía ir mucho mejor que el anterior en cuanto sus calificaciones, y en general, todo parecía ir perfecto, e incluso si no lo estuviera, Kita estaba segura de que, en este momento de su vida, podía decir que está feliz.
La clase terminó un poco antes de lo usual, a lo que Kita no espero demasiado en levantarse de su asiento y dirigirse hacia el de su novia, estando listas para su hora de práctica usual. "¡Diviértanse ustedes dos!", dijo Sasaki, a lo que Kita se volteó con una sonrisa y una pequeña risilla, y aun si lo decía en una voz bastante baja, se escuchó un "Gracias" de parte de Hitori.
La caminata a su lugar usual fue bastante calmada, siendo rodeadas por la tenue luz de las ventanas en los pasillos en donde apenas iba saliendo más gente de sus respectivas clases. Kita observaba a su novia, quien, a pesar de su usual nerviosismo, se notaba más calmada mientras tomaba de su mano.
Esta vez, cuando Hitori se volteaba hacia ella, probablemente al notar como la miraba, esta lo hacía con una sonrisa en el rostro, como si supiera que al lado de Kita estaba segura, y que esa mirada que le daba estaba llena de amor. Kita nunca la juzgaba, siempre hacía lo mejor por entenderla, y ella estaba ahí para ella sin importar que fueran diferentes en tantas cosas, y aun si Hitori no siempre se lo dijera, Kita podía sentir esa gratitud de Hitori cuando estaba con ella.
Al llegar al lugar, y con todas sus cosas en su lugar, Kita se preparaba para sacar su comida antes que cualquier otra cosa, cuando recordó algo que tenía guardado desde hace un buen tiempo.
Era algo simple, una forma de decirle a Hitori que la aceptaba con todo lo que era, algo que quizás resultaría innecesario considerando todo lo que han hecho desde entonces, pero, aun así, siempre quedaban formas de mostrarle a su novia todo lo que sentía por ella; cuanto la adora, la entiende, la ama, y la hace feliz.
"Oh, ¡Hitori-chan!"
"¿Si Kita-chan?"
"Hay algo que quería darte desde hace tiempo y, ¡creo que este es el momento perfecto para eso!"
"E-eeeh."
"Solo cierra tus ojos un momento, ¿si amor?"
Hitori obedeció, a lo que Kita se acercó hacia ella y puso su regalo en donde correspondía. Se alejó un poco para verla bien, y asegurarse que le quedara a la perfección. "Bien, ¡puedes abrir los ojos!"
De a poco Hitori lo hizo, viendo hacia la zona de su pecho en donde ahora se encontraba un pin, coloreado con ciertas rayas azules, rosas y blancas.
"Sé que no es la gran cosa, pero lo compre poco después de que me contaste todo y no sabía cuando era el mejor momento para dártelo... y viéndote cómoda estando maquillada, pensé que era mejor ahora que nunca."
"Kita-chan..."
"No tienes por qué usarlo en público, sé que no te gusta ser tan percibida todo el tiempo, pero... quería que sepas que conmigo, no hay nada que ocultar."
Hitori rápidamente fue hacia Kita con los brazos abiertos, por primera vez en un buen rato, Kita se sorprendió ante el abrazo de la chica que ama, recibiéndola en brazos como si hubiera sido la primera vez.
"Gracias Kita-chan..." Kita podía oír como Hitori le costaba intentar no llorar mientras le decía esas palabras, a pesar de todo, entendía que no estaba acostumbrada a que más gente entendiera como era ella.
"No hay de qué dulzura, en serio no hay de qué."
"Yo solo... estoy tan feliz de tenerte a ti..."
"Y créeme que yo también lo estoy... te amo, mi chica."
Tras esto, Hitori se mantuvo con ese pin durante todo el tiempo de descanso, Kita podía ver como de vez en cuando volteaba a verlo y soltaba una sonrisa, que solo hacía que Kita se sintiera más feliz de poder causarle estas emociones. Kita también ayudo a Hitori a aplicarse nuevamente parte del maquillaje, pues a pesar de lo mucho que aguanto no pudo contener las lágrimas todo el tiempo.
El resto de su hora siguió como solía pasar siempre, compartiendo música, hablando de cualquier cosa que se venía a las mentes de ambas, y simplemente disfrutando de la compañía de la otra. Durante todo este tiempo, Kita no pudo parar de notar aquel peculiar brillo de Hitori, aquel que hizo que la notara tanto en un principio, aquel brillo que la saco de las peores situaciones, aquel que la hacía única como ninguna otra chica que había conocido, aquel que hizo que pudiera brillar con ella.
Cuando termino la hora, Hitori se quitó el pin, solo para dejarlo dentro de su funda de guitarra, en aquel compartimento donde sabría que nunca lo perdería. Y Kita, se encontraba ahora con un nuevo fondo de pantalla; una foto de Hitori con aquel pin, tocando la guitarra con el mismo brillo que siempre tiene.
Kita ama a Hitori Gotoh, está orgullosa de ser su novia, y ahora más que nunca, ama compartir su felicidad con ella.
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Todo lo que Necesito
FanfictionTras meses saliendo con la brillante estrella que es Ikuyo Kita, Hitori empieza a querer hacer algo con ella más que besarse y tomarse de la mano; no sin antes cuestionarse si su novia podrá aceptarla tal como es. O: como Hitori redescubre lo mucho...