𝟎𝟏. the arrival

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ELI SINTIÓ ALGO SUAVE PASAR POR SU CARA; Era su gata neblina. Desplazó sus sábanas fuera de su cuerpo. Si algo odiaba en este mundo era despertarse temprano, pero hoy tenía que ir a una entrevista de trabajo, así que se levantó tres horas antes para no llegar tarde, lo cual era una locura porque vivía a seis minutos de la UAC. Eli era una persona algo prevenida, no le gustaban las sorpresas, así que al levantarse temprano podría pensar su día mejor para no llegar tarde.

Colocó sus pies en el suelo frío de la habitación y fue por sus pantuflas. Frotándose los ojos del cansancio, fue hacia su mesita de noche y colocó sus aparatos auditivos en sus oídos. Estos servían para amplificar el sonido en sus oídos, ya que no podían oír bien por ellas.

Fue hacia neblina y la llevó hacia la cocina acariciando su suave pelaje blanco. Era una gata de raza "Ragdoll". Le dio comida y la colocacion en su cama. Ella era su única compañía, pues vivía sola. Se hizo su desayuno favorito, teniendo cuidado con no desorganizar la cocina y dejando todo en su lugar. Fue hacia el comedor, mirando su plato de comida con un aroma delicioso y el humo de los huevos fritos rozando sus mejillas.

Comió, se duchó y se vistió con ropa formal, pero no tan formal, ya que su estilo era más bien las cosas cómodas. Sabía lo agotador que era trabajar en este tipo de agencia a la que iría, ya que había tenido experiencias laborales similares antes.

Se iba a colocar su vestimenta, solo que se había olvidado de quitarles las etiquetas, ya que le molestaban. Era un poco quisquillosa con las cosas que llevaba puestas.

Se encaminó hacia su armario y buscó su bolso. Ahí llevaba su pequeño peluche. Desde que tenía tres años no había podido dejar ese peluche en manos de otra persona nunca. Tenía un apego con ese objeto, lo cual se podía ver que podría ser un "síntoma" de su Autismo, el apego seguro con un objeto.

Le quedaron 20 minutos para ir hacia la UAC. Agarró sus llaves de la mesa que había en su sala, tomó el ascensor de su edificio para bajar más rápido, pidió un taxi y se encaminó hacia la agencia.

Llegó 5 minutos antes y aprovechó para comprarse un café para ayudar a que estuviera más despierta. Entró hacia la agencia. Se encaminó hacia la oficina del agente Hotchner. Tocó la puerta y al escuchar "pase", se decidió por tomar la perilla y abrir la puerta. Y ahí estaba él, sentado en su escritorio revisando unos papeles mientras estaba en una llamada por teléfono.

-Buenos días- dijo con un poco de nerviosismo cerrando lentamente la puerta.

-Buenos días señorita- dijo después de colgar la llamada-. Usted debe ser la agente Eli Jordan, ¿o me equivoco? -dijo el agente Hotchner abandonando la vista de sus papeles y haciéndole una seña de que se siente en una de las sillas que estaban cerca de su escritorio.

-Sí, soy yo -dijo para tomar asiento con sus manos en forma de puño por los nervios.

-Bueno, tenía que recordar su nombre, ya que recibí muy buenas críticas de usted en sus trabajos anteriores -dijo sosteniendo unos papeles que supuso que era su currículum.

-Aquí dice que trabajó en el CSI de Miami -dijo el agente Hotchner, mientras que Eli asentía fuerte con la cabeza como respuesta a lo que estaba diciendo mientras rascaba su nariz.

Aprovechó de que estaba leyendo más a fondo su currículum para detallar la oficina. Sentía que se le había olvidado algo por la mañana, pero no sabía lo que era y ese sentimiento de la probabilidad de haber olvidado algo la estaba carcomiendo un poco.

-Señorita Eli -dijo de nuevo haciendo que volteara su mirada rápidamente, ya que las otras veces no lo había escuchado. Lo cual es otro síntoma del Autismo, que no responde a tu nombre aunque te lo griten al lado.

-¿Si? -dijo un poco inquieta moviendo sus manos cerca de sus piernas.

-Aquí dice también que tiene un IQ de 186...- El agente Hotchner iba a decir otra cosa, pero lo interrumpió al instante.

-187, tengo un IQ de 187, agente Hotchner -dijo sonriendo tratando de desviar un poco la mirada hacia él, ya que se le dificultaba hacer contacto visual por mucho tiempo con personas que no conocía.

-Claro, un IQ de 187- corrigió al instante-. También aquí dice que obtuvo cuatro doctorados en Matemáticas, Química e Ingeniería a la edad de veinte años. Además, es licenciada en Psicología, Sociología y Criminología -continuó el agente Hotchner, haciendo que Eli asintiera de nuevo duro con la cabeza.

-También dice aquí que tiene rasgos del trastorno del espectro autista, esquizofrenia y narcolepsia -habló para luego colocar los papeles en una carpeta y cerrarla colocándola hacia un lado del escritorio. Leyendo el currículum de Eli, al agente Hotchner se le hizo muy parecida a una persona en especial.

-Bienvenida al equipo, agente Jordan -dijo con una leve sonrisa, la cual le devolvió amablemente.

-Gracias -dijo emocionada por la noticia, sosteniendo el café para tener cuidado de no derramarlo. Pensó que iba a resultar más difícil que la aceptaran en una agencia como esta, ya que pensó que le iba a preguntar más sobre sus trastornos, pues en otras agencias no la solicitaban por sus condiciones.

-Ahora sígame, le presentó a sus compañeros- dijo el agente Hotchner levantándose de su silla para luego ella copiar su acción y caminar hacia lo que parecía ser un cuarto en donde revisaban los casos, en el cual pudo observar que estaban revisando uno.

-Ahora sígame, le presentó a sus compañeros- dijo el agente Hotchner levantándose de su silla para luego ella copiar su acción y caminar hacia lo que parecía ser un cuarto en donde revisaban los casos, en el cual pudo observar que estaban revisand...

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Editado.

𝗔𝗠𝗢𝗥 𝗘𝗡 𝗘𝗦𝗣𝗘𝗖𝗧𝗥𝗢 | Spencer reid ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora