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Para la mañana siguiente cuando Celia había despertado lo primero que había hecho había sido ensayar un poco antes. Debía de estar preparada aquella presentación que estaba siendo sumamente importante para ella, protagonizar el lago de los cisnes era un logro que realmente iba a valorar por el resto de su vida. Después de ensayar por aproximadamente cuarenta y cinco minutos, la chica se había ido a duchar.

Bill esperaba en la recepción de los departamentos donde habitaba la chica, desde la noche anterior había estado algo preocupado por ella, pero a pesar de aquello no sabía qué hacer. Estaba en un dilema, su hermano y Celia.

Cualquiera de las opciones que escogiera estaría traicionando a alguien.
Si hablaba, traicionaría a su hermano, pero si callaba traicionaría a Cicy. Bill estaba frustrado, realmente detestaba entrar entre la espada y la pared.

El chico esperaba pacientemente hasta que una melena castaña clara aparecía en su campo de visión, Celia aparecía incluso más hermosa que otros días.

—Disculpa, no sabía que ponerme.—Dijo apenas estuvo frente al chico.

Bill negó.
—Da igual, tampoco llevaba tanto tiempo esperando.—Respondió Bill con una sonrisa. —Iremos al centro comercial, quiero comprarme varias cosas que me están haciendo falta.

Celia asintió, para luego observar al chico con un notorio rastro de confusion.
—Bill, ¿cómo planeas ir? yo no tendré problemas, pero te recuerdo que tú eres famoso.

Bill sonrió aun más, pasando su brazo por el hombro de la chica.
—Todo controlado, traje unos gorros y lentes de sol, unos para ti y otros para mí.

—Yo no soy famosa Bill, tú lo eres. Con que tu te cubras estaremos bien. — Dijo Celia mientras veía a su amigo.

—Eres la novia oficial de Tom Kaulitz, te aseguro que la prensa igual esta sobre ti. Karl se ha encargado bastante de que no te molesten, pero igual es difícil.—Comento Bill.—Dentro de todo, todos deseamos que sigas con tu vida normal.

Celia agradecía aquello, desde que había comenzado a salir con Tom, Karl fue el primero en hacer de todo para que los fotografos no le molestaran en su día a día.
Bill y Celia caminaron hasta el auto del chico, quien le abrió la puerta a la castaña y cuando esta se subió, la cerro. Fue hasta la parte del piloto y se subió.

El trayecto no fue tan largo, Celia estaba ubicada a unos diez minutos en auto al centro comercial más cercano, que era el centro comercial más grande de la ciudad.
Cuando llegaron, el chico fue hasta el estacionamiento donde se acomodaron en un espacio apartado al resto, Bill se colocó sus lentes y gorro, y a pesar de lo tonta que se sentiría Celia, ella hizo lo mismo.
—Me siento como una espía.—Dijo fingiendo tener un arma en sus manos. —Si alguien te molesta, dímelo. Le daré una patada en todo el estómago.

Bill rio; —No habrá ningún problema.

Bill cerró el auto con seguro, camino hasta Celia tendiéndole su brazo que la chica cruzará su brazo con el de él.
Cuando ingresaron al centro comercial esperaron unos segundos para ver si reconocían a Bill, y aunque gente se le quedaba viendo y murmurando entre sí, parecía que el disfraz del chico le había servido.
—Entonces para salir debes estar cubierto hasta arriba, genial.—Dijo Celia mientras caminaban.

—Cuando te vuelvas una bailarina de ballet famosa verás que tendrás que salir más en encubierto.—Dijo Bill.—Karl quiere ofrecerte trabajo como modelo, una agencia esta buscando rostros frescos y cree que podrías ser la indicada.

Celia pensó aquella idea, y aunque quería decir que sí, no se sentía lo suficientemente bella como para ser modelo.
—No creo que sea buena idea... no soy tan bonita.

𝗧𝗛𝗘 𝗛𝗘𝗔𝗥𝗧 𝗪𝗔𝗡𝗧𝗦 𝗪𝗛𝗔𝗧 𝗜𝗧 𝗪𝗔𝗡𝗧𝗦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora