Estuve desorientada, cubierta de sangre y con la ropa destrozada. Era como Carrie, pero la miserabilidad estaba triplicada; me dolía todo. La luz del sol me generó una de las peores migrañas que tuve en los últimos meses, y los sonidos del bosque en el que me encontraba eran abrumadores. Las náuseas eran incesantes y escuchaba pasos en todas direcciones. Observé a mi alrededor, pensando que encontraría el origen del sonido, pero no vi a nadie.
De pronto, una mezcla de voces graves y agudas resonó en mi cabeza, como si estuviera dentro de una cueva llena de gente ensayando para cantar en un coro. Era terrorífico, pero de cierta forma melódico. El miedo y la confusión me invadieron; escuchaba los pasos, el viento y el fluir del agua. Las voces eran tan lejanas, pero se sentían tan cerca. Todo esto era una mezcla de sonidos que me tenía cada vez más aturdida, así que, sintiendo todo el dolor en mis huesos, corrí como si eso fuera a detener mi ansiedad y llegué al centro del bosque, donde me desmayé nuevamente.
Recobré el conocimiento sintiendo que estaba flotando en el océano, pero me di cuenta de que alguien estaba cargando mi cuerpo de una manera tan controladora que era incapaz de moverme. Al despertar, me encontré en una camilla en el mismo maldito hospital, con la única diferencia de que ahora mi madre estaba allí. La observé; estaba en shock y preguntó:
¿Cómo te sientes, Emily? Ha pasado un mes desde que no te veo y te he extrañado mucho, hija. Tu padre está de viaje en Guinea Ecuatorial y por eso no ha venido.
Mi madre, de 40 años, y yo nunca habíamos tenido una relación sana ni buena comunicación, pero según sus palabras, ella me amaba. Ahora se la veía cansada, con ojos irritados y ojeras. Le di el beneficio de la duda; quizás sus palabras fueran sinceras esta vez o quizás estuviera allí porque casi morí.
Ella esperaba que yo dijera algo, pero no sabía si tenía la capacidad física para hacerlo. Así que tragué saliva y, sorprendentemente, no sentí dolor. Ya no tenía el molesto tubo en la garganta. No podía creer que era capaz de respirar por mi cuenta. No podía ser que ya no tuviera el tubo en la garganta; no sabía cómo llegué allí. ¡Solo ayer estaba en la sala de enfermos!
Supuse que ya podía hablar, así que abrí la boca para intentarlo, pero alguien entró. Era un doctor, y evidentemente muy atractivo. Era un joven que parecía estar en sus veintes, con tez oscura y cabello blanco recogido en una coleta, sus rastas hacían un contraste hermoso.
- Buenas tardes ¿Cómo te sientes?. -ladeo mi cabeza en respuesta ya que sigo sin entender muy bien cómo llegué aquí y no he tenido la oportunidad de preguntar.
- Necesito hacerle unos exámenes a su hija, así que necesito que se retire; ella necesita descansar -dijo, dirigiéndose a mi madre a quien le sonreí sin mostrar los dientes. Ella salió de la habitación, dejándome sola con el doctor.
-¿Cómo te sientes? Debe ser extraño tener el virus y desaparecer para luego reaparecer totalmente sana.
Lo miré confundida, pensé que el hecho de estar en el bosque había sido parte de alguna de mis pesadillas. El contacto visual era intenso y me sentía incómoda por la información que me brindaba el desconocido.
- ¿Qué? - respondí, confundida.
- No finjas sorpresa.
Me sorprendí por su acusación y retrocedí en la camilla hasta estar sentada.
-Esto es una anomalía y tú debes saber por qué. ¿Tú qué crees que pasó?
Quizás la inútil medicación funcionó por primera vez, pensé, y el doctor sonrió.
-No tengo idea de qué ha pasado, pero hago la suposición de que alguno de los medicamentos funcionó como un alucinógeno que me dopó a tal punto que hui del hospital hasta llegar a donde me encontraron. Pensé que ya había llegado el día de mi muerte, como todos los días desde hace semanas, hasta que algo me dejó inconsciente.
- Bueno, estabas muriendo y yo te salvé.
Se supone que eso es lo que un doctor hace.
-Así es, señorita sarcástica, pero yo no soy un doctor cualquiera. Por esto que he hecho, tendrás que aprender a vivir de una forma distinta, ya que te has convertido en un fenómeno. En aproximadamente cinco días, sentirás una sed incontrolable, así que tendrás que alimentarte de sangre. No podrás mantener una doble vida por mucho tiempo, Emily. Yo te ayudaré en este proceso durante un mes y luego estarás por tu cuenta. Te asistiré, pero no estaré contigo siempre.
-¿Qué dices, pedazo de raro? ¿Acaso te escapaste de un psiquiatra? ¿Ahora soy un zombi o algo así? Estás loco. Este tipo se aparece de la nada, me dice que me salvó de morir de la enfermedad más mortal del siglo y que ahora tengo que cambiar a una dieta de sangre. ¿Qué parte de esa información debe tomarse como algo normal viniendo de un profesional? Para mí, tú eres el paciente y no el que atiende. ¿De qué habitación te saliste? -Miré a los lados como si estuviera buscando algo y luego lo miré a los ojos, incrédula.
No eres un zombi -Sonrió, como si no lo acabara de insultar. Qué tipo más fastidioso. -Puede que tú nos conozcas como chupasangres o vampiros. La diferencia con lo que ya conoces es que no tendrás poderes. Debes conformarte con haber sobrevivido y aprender a vivir con esto antes de que se te den tus dones, los cuales se desarrollarán en un mes. Y no estoy loco; estaría loco si te hubiera dejado morir sabiendo el potencial que tienes. Sería peor si te dejara aquí sin información alguna, arriesgándome a que descubran que en realidad existen seres como nosotros.
- ¿Tendré que separarme de mi familia tan pronto? . - miro mis manos que están pálidas por la enfermedad. -Ahora más que nunca quiero disfrutar de mi vida, sé que miles de personas fallecieron y yo vi a diario cómo ocurría. Yo viví el sufrimiento y he visto en mi madre lo que ha ocasionado mi ausencia, sé que no he sido la única que ha enfermado en este tiempo, pero no quiero que mi familia sufra.
-¿Tendré que separarme de mi familia tan pronto? -Miré mis manos, que estaban pálidas por la enfermedad. -Ahora más que nunca quiero disfrutar de mi vida. Sé que miles de personas fallecieron y yo vi a diario cómo ocurría. Yo viví el sufrimiento y he visto en mi madre lo que ha ocasionado mi ausencia. Sé que no he sido la única que ha enfermado en este tiempo, pero no quiero que mi familia sufra.
-Tendrás que separarte de tu familia, Emily. Ellos ya sabían que morirías de todas formas. Míralo de esta forma: prolongué tu muerte para que puedas despedirte. La diferencia es que ahora no vas a morir; solo tendrás que fingir hacerlo.
- ¿Tendré que fingir mi muerte?
-Correcto. Las probabilidades de muerte en los humanos son extremadamente altas, así que no va a ser tan difícil elegir cómo quieres irte. Incluso podríamos fingir un accidente. Asegúrate de que no sea de forma tonta y que te recuerden de manera digna. Durante dos meses, envejecerás en apariencia unos dos años, y nadie te reconocerá si te vas, Emily. Lamento que tengas que despedirte de las personas que quieras, pero ahora más que nunca podrás disfrutar de tu vida. Además, tendrás tiempo de sobra.
- Yo no quiero vivir para sñ
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Puede que los protagonistas sean vampiros y lean mentes pero lamentablemente yo no :(
Me interesa saber ¿Qué piensas?
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Mareridt: Vampyrbid
VampirosEn la sombra de una tormentosa noche, los pensamientos de Emily se iluminaban con fantasía y la felicidad en pretender ser alguien que no era, pero en quien se convertiría. Entre lo real y lo surreal, Emily atraviesa un viaje donde las sombras susur...