Rompiendo los esquemas (Miércoles x Tú)

El regreso

Atraer a Tyler a un lugar apartado fue fácil porque Miércoles le bastó con escribirle un mensaje para que fuera. Él extrañado, preguntó que pasaba y ella le reveló que sabía todo de él, todo lo malo que había hecho y asesinado a muchas personas.

—¿Y si fuera el monstruo por qué vendrías sola?—preguntó él nervioso.

—No está sola—dijo Bianca.

Todos salimos de nuestro escondite. Bianca le hechizo con su voz y perdió el conocimiento. Había sido muy fácil gracias al factor sorpresa. Lo atamos en una silla con cadenas para que empezase el interrogatorio. Sentía cierta pena por Tyler, principalmente por lo que Miércoles era capaz de hacer. Pero luego recordé que era el Hyde y en todas las víctimas, y sobretodo, que era mi rival en el amor así dejé de sentir pena.

—¡Soltadme!—exigió asustado—¡no me podéis hacer esto!.

—¿No vas a confesar?—preguntó ella serena.

—¿Solamente por qué te bese?

—No lo pongas más difícil de lo que ya es.

Ella le mostró toda la información, su madre era una marginada y le enseñó las fotos de ella en la clase de esgrima entre otras fotos. Él suplicaba que lo dejasemos ir. Pero ella no estaba dispuesta a ceder, y mucho menos ahora que estábamos tan cerca.

Al ver el martillo, el resto de gente no quiso ser participe de ello y se marchó dejando a ambos con el joven que pedía ayuda. Yo la miraba, temía que pudiera equivocarse pero estaba con ella hasta el final. Habíamos elegido el lugar perfecto.

—Será mejor que confieses, todo terminará mucho más rápido—dije.

—¡No soy el monstruo!—gritó.

Las sirenas sonaron y la policía estaba afuera. Miércoles levantó el martillo para atizarle cuando entraron el sheriff y sus agentes armados y apuntándonos con sus pistolas. Levantamos las manos y fuimos arrestados. Nos llevaron a comisaría en el coche patrulla. Yo pensaba en como íbamos a escapar de aquella situación. Miércoles estaba en silencio, parecía derrotada pero alzó la cabeza y me dijo que ella tenía razón, que creía en lo que había visto.

En la comisaría no nos fue mucho mejor pues encima era el hijo del sheriff.

—La hemos cagado pero bien—pensé mientras el hombre estaba furioso.

 Miércoles en su línea, le replicó cada argumento y acusó de varias cosas que terminaron con la paciencia de él. Nos dejaron ir gracias a la directora pero antes de salir por la puerta para que nos llevasen a la academia, Miércoles se detuvo cuando Tyler quiso hablar con ella.

Yo esperé dentro del coche, mirando todo por la ventana mientras este habló con mi amiga. Al volver, ella apretaba los puños, y me contó todo en voz baja. Me contó que él le había confesado ser el monstruo, el Hyde, al igual que su madre.

En la academia no pudimos ir al dormitorio pues la directora nos esperaba. Estaba tan enfadada que yo estaba asustado, nunca la había visto de aquella manera.

—¡Los dos quedáis expulsado de Nevermore!—dijo firme.

—¿Qué?

—Él no ha tenido nada que ver, he sido yo.

—¡Él es cómplice!.

Miércoles intentó convencerla para tener más tiempo, hablando de todo lo que habíamos encontrado pero nada, ella se negó en rotundo. Nos marcharíamos al día siguiente, bueno, Miércoles pues yo estaría en casa.

—¿Os expulsan?—preguntó Enid.

—Sí, así es—le respondí.

—¡No pueden!—gritó molesta—¡no pueden echaros!.