Capitulo 1.

170 11 4
                                    

La alarma sonaba insistentemente con aquella tonada que ya comenzaba a odiar "Sunday" una melodía algo vieja pero me gustaba desde pequeña y la cual estoy empezando a odiar.

- Qué hora son... - Observo con pereza el reloj de pared aquella chica de ojos cafés adormilados en su habitación -¡maldición llegaré tarde a clases!

- Ya se levanto - sonrió para si mismo imaginando el desorden que hacía aquella chica en su cuarto buscando su ropa y arreglándose. Tenía 5 minutos para estar donde debía estar. En la preparatoria. - es lo mismo cada mañana - sonrió nervioso por aquel ruido. Hay hiba seguro algún adorno de porcelana al bote de la basura hoy

- Enserio que le encanta llegar tarde - unos ojos negros miraban molestos hacia arriba escuchando la carrera que se escuchaba desde la cocina. - me iré ya. Nos vemos - recogió su mochila y se dirigió al recibidor

- ¿No vas a esperarla? - pregunto llevando el joven de ojos claros, resignado a limpiar el desorden de su pequeña hermana. - hace algo de frío - le entregó una chaqueta a su hermano

- No. ¿Para que? Es divertido verla correr y llorar. - su hermano parecía cruel a veces pero sabía que en el fondo la quería tanto como él a ella.

Dos minutos después.

- ¿Francis donde esta Edward? - el cabello amarañado aun daba a entender que recién se había levantado. Su respiración era agitada y llevaba la ropa medio arreglada aún

- Ya se fue - contesto sirviendo un jugo para ella - toma algo, te dolerá el estómago si vas sin comer

- No Francis - recogió su maleta y se fue corriendo a la puerta. El de ojos claros fue tras ella - Edward me las pagará. - en su mente se imaginaba la manera mal cruel y vil para atormentar a su hermano. Desafiaría las cuerdas del violín y revolveria todas las partituras. Si... Ella era muy cruel.

O así se sentía.

- Espera. - el brazo de su hermano la detuvo antes de salir - ven aquí Rubí - ambos quedaron frente a frente. Francis recogía y peinaba con sus dedos el cabello de Rubí, sus manos bajaron hasta su cintura y arreglaron la blusa mal acomodada junto con su falda. - ya. Insistes en ser una adolescente ya pero aún no te arreglas bien - le dió un beso en su nariz - que tengas un buen día. - la soltó y vio como su hermana sonreía complacida. Ella por su parte le dió un pequeño beso en la mejilla y sonrió.

Por más pesados y fastidiosos que podían llegar a ser ella los amaba con su vida. Sólo eran ellos tres. Francis el mayor, le seguía Edward y luego ella.
Sus padres había muerto hace 6 años en un accidente automovilístico o eso se dijo a la prensa en aquel tiempo. Sus padres habían sido asesinados en circunstancias extrañas. Apenas tenía 10 cuando paso el insidente. Hombres raros pidieron no decir nada un día nevado a finales del año nuevo.

[...]

- ¡Ehh! ¡Edward! ¡¿Podrias esperarme?!

- ¿Por que no te vas tu sola? No te vas a perder. - caminaba despreocupado con esa apariencia dura de siempre

- Por que no quiero. Además tú siempre me has acompañado - no había empezado la mañana del todo y ya estaba cansada y sudada por correr.

Esta vez programaré la alarma más temprano... Si es que no la vuelvo a apagar. Pensé apegandome a mi hermano para que al menos siguiera mi paso pero solo me miró divertido y me dió un leve codazo en el brazo y suspiró luego de un momento

- Bueno da igual mientras no me molestes esta bien. Y dime, ¿has vuelto a tener esos sueños? - una corriente subió desde mi espalda hasta mi cabeza

Memory pasts Donde viven las historias. Descúbrelo ahora