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Narra el escritor

Besos, caricias, gemidos, un Omega llorando por el placer mientras se aferraba al alfa más malditamente adictivo y sexy que conocía.

Sentía el sudor en su piel, arqueba la espalda y gemía con la voz echa un hilo.

Se había venido dos veces pero no te veía con intenciones de parar, hasta que te escucho gruñir y enseñar los dientes, mientras tu cabello se pegaba a tu frente y las embestidas más rápidas y duras.

Dabi: Shadow! --gimotea y arquea la espalda--

Gruñiste y clavaste tus dientes en la almohada a un lado del cuello del Omega el cual gimoteo dolido por no recibir su mordida

Por fin te enderezaste mientras tu nudo te mantenía unido al omega peli blanco.

Dabi; alfa malo --jadeando-- humm casi me rompiste y ni siquiera me regalaste una mordida --le pega en el hombro--

Ángel: no se... No se cuál es la maldita razón pero --le acaricia la mejilla -- eres el único Omega al cual mi alfa se niega a morder y lastimar de alguna manera --suspira-- la sola idea de lastimar tu cuerpo me hace hervir la sangre --sonrie--

Dabi se sonrojo completamente e hizo pucheros. En eso agarraste sus caderas y te tiraste hacia atrás dejándolo sobre ti, sus gimoteos no se hicieron esperar y arqueo la espalda para después ocultar con desesperación su rostro en tu cuello.

 En eso agarraste sus caderas y te tiraste hacia atrás dejándolo sobre ti, sus gimoteos no se hicieron esperar y arqueo la espalda para después ocultar con desesperación su rostro en tu cuello

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Dabi; mmmm --ronronea-- alfa me voy a romper --solloza y libera feromonas--

Ángel; maldición, maldición, Dabi, me enloqueces, carajo, quiero morder y marcarte hasta la médula --entre gruñidos le dejaste chupetones en el hombro y cuello escuchándolo gimotear-- eres un buen Omega, eres lindo, y tus feromonas me ponen idiota como no te imaginas --jadeando--te quiero en mi maldita cama cada puta noche --gruñe--

Dabi ronroneo complacido con la idea de estar a merced de este alfa, de ser su compañero, maldita sea, no podía negar que soñaba con ser más que un cálmate para el alfa.

Dabi: y tú eres un alfa tan lindo --le sonríe-- aunque muchos toquen tu cuerpo --le deja un beso en la mejilla-- tu lobo pide por mi

Te quedaste mudo unos segundos, Dabi sabía que tocó fibra sensible y te beso para callar cualquier negación que le doliera, prefería vivir con la ilusión de ser más que un cálmate para ti, sabía que no podías amarlo, que tu trabajo te lo impedía.

Dabi: ¿estás mejor? --sonrie-- ¿ya no estás estresado, verdad?

Ángel: con una preciosura como tú se me quita hasta el sueño --lo jala para besarlo--

Dabi sonrió feliz recibiendo mimos hasta que hablaste.

Ángel: y tienes algo de razón en lo que dijiste --le acaricia la mejilla-- mi lobo recientemente te está buscando y quiere estar contigo--suspira restándole importancia--

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