Ouija de Gusu

IV

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Alguna falta de ortografía avisenme por favor.

Los chicos estaban asustados por completo, Wen Ning trataba de detener la sangre que salía de la pierna de su pareja. Wei Ying intentaba hacer que su supuesto maestro no siguiera avanzando, Jiang Cheng trataba de calmar a su amigo.

—Duele... —volvió a quejarse Huaisang.

Su pareja lo miro con impotencia de no poder hacer algo más.

El supuesto Qiren había lanzado el cuchillo a una gran distancia, pero su puntería hizo que se enterrara en la pierna derecha de Huaisang, de un momento a otro ya estaban acorralados en el pasillos del segundo piso.

Jiang Cheng se quitó la cinta que tenía en el pelo y la puso alrededor de Huaisang con fuerza la amarró arriba de la herida haciendo que su amigo empezará a gritar por el dolor provocado.

—¡Maldicíon eso dolió Jiang Cheng! —por instinto le dio un manotazo.

—¡Que te pasa idiota, todavía que te ayudó! —refunfuño Wanyin.

—Perdon... —susurro arrepentido.

—Gracias a-cheng... —agradecio Ning aún sosteniendo con delicadeza a su chico.

—No hay de que —.

—¡Chicos realmente agradecería si me ayudaran con este maldito fantasma lunático! —en desesperación Wei Ying le lanzó su propio tenis.

Antes de que Jiang Cheng pudiera ayudar a su gege un disparo los asustó y con ello sangre salpicó sus rostros.

Vieron como caía el fantasma al suelo y dejaba ver al responsable de dicho acto.

No era más que su verdadero maestro Qiren.

—¿Maestro? —Wei Ying pregunto.

—Si, ahora metanse a la habitación —los amigos obedecieron, Ning cargo a su pareja y se adentró a la habitación con su maestro siguiendolos.

—Se supone que es un fantasma, ¿por que la bala le hizo daño y sobre todo por que le salió sangre? —artículo Wuxian confundido.

El Wen acostó a su pareja en la cama y se sentó junto a él.

—Por que no son balas normales, contienen agua bendita y estan echas por el hierro de una Cruz —explicó Qiren.

—Ni siquiera voy a preguntar por qué tiene esas balas —Jiang Cheng rendido se sentó en una de las puntas de la cama.

—Tenemos que salir de aquí y llevar a a-sang a un hospital —la tensión volvió.

La puerta fue derrumbada por el fantasma, el cual tenía una herida de bala en el pecho.

—Si salen de acá lo haran muertos —el fantasma avanzaba con pasos calmados tenía en sus dos manos otros dos cuchillos.

—¿y tu saldrás vivo o que? —Wuxian claramente no sabía guardar silencio.

—¡Callate idiota! —le grito su didi.

El fantasma solo los veia seriamente y como unos completos idiotas en especial al chico alto.

Qiren levanto su arma y volvió a disparar, la bala se incrustó en su ojo haciendo que este rodará hasta los pies de Wanyin.

—Que asco... —pateo el ojo tan fuerte que salió del cuarto.

Miradas incrédulas se posaron en el.

—¿Que? —.

—Nada, ahora tenemos que ver cómo salir de aquí —pensaron salir por la ventana, pero Qiren dijo que no por que por ahí solía haber serpientes.