La edad no era el problema, el hermano mayor de Tord, sí.
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『 𝗣𝗮𝘂𝘀𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗹 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 』
Edward es un chico de aproximadamente diecisiete años. En un joven inteligente el cual perdió a sus padre...
────── ¿Qué?, ¿tus papas están de viaje en avión?. ────── preguntó Patrick viéndolo a los ojos, aunque ya sabía la respuesta obvia, por que él se lo había dicho recién. Pero lo dijo por que no lo creía.
Tord asintió por segundo vez, sonrió mientras agarraba la plastilina y empezaba a hacer un dinosaurio, un saupórodo, uno de un cuello largo como su cola, el cual era herbívoro. Sus manitas hacían la forma del cuello del dinosaurio, con la plastilina de color verde.
────── Sí, mi hermano Edd dice que van a venir dentro de poco. Quisiera verlos, los extraño. ────── habló nuevamente el de cabello peli miel, sus ojos brillaban, no quería llorar, pero los extrañaba. Se iba a aguantar las ganas de todas formas.
────── ¡Para mi que tu no tienes papás!. ────── dijo un chico de cabello peli rojo, traía una camiseta anaranjada con un superheroe que nadie conocía.
────── ¡Basta Frank!. Tord, no lo escuches. ────── le había dicho Paul después de regañar a su compañero, él otro era molesto y le gustaba molestar a los nuevos. Creía que se veía superior, supongo que la familia que tiene le hizo pensar así y por lo rico que es.
Pero cuando miraron a Tordi, sus ojitos lo delataban, como su carita roja. Tenía esto cristalinos y las mejillas infladas, estaba intentando no llorar, no quería hacerlo en su primer día, así que se aguantaba. Le prometió a Edd portarse bien y eso es lo que haría.
────── ¿Qué pasa?, ¿la nena quiere llorar?. ────── quiso molestarlo más, para que por fin sus lágrimas y llanto salieran a la luz, pero no fue así. Tord como pudo aguanto las lagrimas y suspiro pesadamente intentando tranquilizarse, mirá a su compañero el cual lo está molestando y frunce el ceño.
────── Mi hermano siempre dice que los que molestan a otros solo son puros perdedores sin amigos, ¿no tienes amigos?. ────── pregunta mirándolo "inocentemente", para que entendiera lo que estaba queriendo decir. Él otro niño solo se puso rojo en todo la cara, era una humillación para él, y más por qué en verdad no tiene amigos, por molestar a todos.
Frank sin más, se fue dejando solo a los niños, quienes siguieron haciendo su trabajo, muy satisfechos.
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────── ¡Para, ya deja de pegarle!. ────── los gritos de la habitación retumbaban en eco del vacío. Se escuchaba los sollozos y el llanto. La sangre en el piso, que aunque era poca era sangre. Las botellas de alcohol tiradas al lado del sillón con mucho, poco o nada de ese contenido. Vidrio y sangre en el mismo lado, súplicas y más súplicas, todo por un demonio.
────── ¡No te acerques, maldita perra o serás tu la próxima!. ────── gritó con la voz ronca. Sus ojos rojos y drogados, tenía la cara rojiza que se mostraba feroz.
Era un lobo con dos presas, una presa inocente, un niño, un niño totalmente inocente..
────── ¡Mamá, mami!. ────── gritó con lágrimas en sus ojos, le dolía la garganta y no paraba de sentir el dolor del cuerpo y el tironeo en el que tiraban su cabello castaño.
