Advertencia de automorición, advertencia de lágrimas y advertencia de que cada día me entran ideas más raras...
Sería una noche normal en la gran ciudad de Gusu, de no ser por las miles de antorchas encendidas y de los guardias que custodiaban con recelo, sería una cálida noche de verano llena de estrellas de no ser porque los civiles, temerosos de incluso las sombras no se animaban a salir ni a comerciar, sería la misma rutina de tomar el té, juntos, en el palacio principal, como cada noche y discutir de los asuntos primordiales, de no ser por la inmensa y profunda preocupación.
Estaban en guerra.
-La única ruta comercial que queda es hacia Qinghe Nie -Exhaló Wei Ying, sus largas túnicas negras contrastaban con sus ojos plata, mirando el mapa en la mesa
-Estarán cercados como mi padre y mi madre sigan apoyándonos -Respondió Zizhen, el único hijo de Nie Mingjue y Wen Qing, los señores del noreste, también, de sus pocos aliados, se sentía un poco melancólico acariciando la tela en sus rodillas, era suave y verde olivo con patrones negros y dorados, más, en las mangas llevaba las marcas blancas del sol, un sol que todos odiarían si no fuera blanco. Si no se hubieran separado los Wen de Qinghe y los Wen de ciudad sin noche hace años con el matrimonio de su madre. Y ahora estaba unido también por su boda a los Lan.El sol era su enemigo. El enemigo de las nubes.
-Tu madre ha intentado frenar esta estupidez desde que empezó... -Respondió Wei Ying, Zizhen era casi nuevo en el palacio y aún sentía que no era bienvenido, quería calmarlo -Todos aquí sabemos que trató de negociar con su familia lejana, así que no tienes porque ponerte tan nervioso, Nie Mingjue no dejará que su reino caiga tan fácil, es un hombre fuerte
Zizhen sonrió lo poco que pudo, asintió. Jingyi hubiera sonreído y le hubiera abrazado, siempre que se alteraba para calmarlo hacía eso.
-Las rutas a LanLing Jin están bloqueadas desde hace meses, pero, seguramente podré enviar un ave mensajera para mis tíos y pedirles alguna ayuda, nos estamos quedando sin alimentos, tal vez no duren lo suficiente para un año más, la gente no se puede morir de hambre -Gruñó Jin Ling, tenía ojeras debajo de sus bonitos ojos, los ojos que tanto le alababa si esposo, ojos de los que juró se enamoró antes de incluso poder ver su rostro completo cuando visitó la torre carpa.
Su joven esposo con el que no llevaba más de dos años casado. Y con el que era muy dichoso, al que amaba tanto que no eran sus palabras sobre sus ojos las que lo hicieron caer, si no todo en él.
Esposo al que tuvo que decirle esas duras palabras antes de partir, pero que eran tradición.
"Da la vida por tu pueblo"
Preferiría que no muriera, gracias... Quería decirle... Que la cuna que estaba tallando en esa madera pronto sería ocupada y que se diera prisa, a todos en realidad... Pero las noticias alegres en medio de la guerra no les darían paz.
-¿Qué hay de nuestros campos? -Preguntó Jiang Cheng, tenía esa mirada fiera de siempre, ese ceño fruncido, la guerra ya les había costado mucho, empezando por muelle de loto, no quedaban más que las cenizas de su tierra natal, de sus padres, amigos... Y de su hermana y su esposo, los padres de Jin Ling, porque la guerra realmente empezó hace muchos años, con una supuesta tregua se apaciguó, pero fue como el agua que hierve, en un descuido las burbujas se calentaron, la paz ahora rota.
Pero nadie podría incluso ahora negar la dignidad que tenía como el líder de Yumeng Jiang, miró a su sobrino y hermano adoptivo, él los arrastró a esto, él decidió establecer lazos con la montaña de Baoshan San Ren con el matrimonio de Wei Ying y con los Lan y torre Koi con Jin Ling, porque pensó que era lo mejor, además de que Wei Wuxian siempre fue muy receptivo con el cara de muro que era su cuñado.
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Promesa implícita
FanfictionEligieron la muerte antes que perder su orgullo y ellos prometieron encontrarlos, aún si les tomaba miles años