Aquí estamos con el agridulce Zhuiling, debo decir que la canción Ángel me dijo que le quedaba bien al capítulo jajaja advertencia de que quizá ocupen un pañuelo, porque yo sí ocupé ya que lo releí ಥ‿ಥ Garo.
Tengo buen gusto musical, de nada.-Ángel
_________________________________
Lan SiZhui podía rememorar el asombro que experimentó al ver automóviles, las vías de metro, el cine, televisión, teléfonos, computadoras, avances cada vez más sofisticados que dejaban en ocasiones sin aliento. Pero, igualmente, esas emociones no duraban, eran efímeras.Pronto se habituó a todo eso. Jamás sería suficiente, nunca podría llenar el enorme hueco que tenía en su vida y corazón.
Llegó a estudiar sólo porque sí, no tenía nada más que hacer mientras esperaban noticias. Siempre se turnaban para buscar, nunca se movían en grupo, lo importante era no atraer la atención que no deseaban, una temporada en cada ciudad, unos años en Gusu.
Cada momento en el que volvían sin noticias o que él debía llevarlas la vida parecía ir más y más lento. Para Sizhui además de cierta fría indiferencia estaba la lucha que llevaba dentro por no explotar otra vez.
No quería más peleas ni incomodar a nadie, era consciente de que todos perdieron algo, de que tenían su propia miseria. No fue fácil para ninguno ¿Por qué tendría que quejarse o llorar? Jamás volvería a generar una situación en la que su familia que ya había pasado por mucho tuviera que lidiar con él además.
Respiraba, meditaba, leía, pero no se atrevía a tocar el Guqin ni a practicar con la espada. Esas cosas... Esperaba no tener que volver a hacerlas en su vida, eran habilidades más para la guerra, ya no quería tener que usarlas después de lo que le costó.
La guerra le arrebató todo. Lo dejó en un limbo, ya no deseaba tener que matar a nadie. Nunca quiso eso, pero tuvo que hacerlo, quizá cómo castigo a ese pecado la vida le cobró caro.
La persona que lo trajo al mundo, la persona que era su mundo y la persona a la que quería darle el mundo.
La vida es invaluable, tal vez por eso el pago fue así. Ojo por ojo.
Su herida era eterna. Tal cómo ahora era su vida. Sin envejecer, sin enfermedad, un ser que no era mortal.
Nunca iba a olvidarlo. En los libros de psicología que fue adquiriendo siempre sugerían que el duelo se tratara con respeto pero que se enfocaran en superarlo.
Él no haría eso jamás.
Lan Yuan se quedó congelado en el tiempo, en ese instante de luz que llenó toda su vida de oscuridad, el corazón roto, tan roto que a veces pensaba que si le abrían el pecho encontrarían un montón de pedazos que no podía unir y no quería. No iba a renunciar al amor que perduró más allá de la muerte, aunque eso fuera para muchos insano.
Jamás amó a nadie más, nada le dolió igual, ni las batallas y heridas que había sufrido antaño que en su momento fueron graves podrían igualar el haber perdido a su mamá, sus cálidos abrazos, su esposo, su figura respirando pausadamente a su lado y el aroma débil pero dulce y constante de esa pequeña vida que engendró.
Los días en la cueva sólo eran silencio y sombras, al salir se convirtió en una secuencia de luz y oscuridad. No había algo que le pareciera tan hermoso como lo fue antes, simplemente no podía disfrutar con la pesadez constante, el frío que no se quitaba, incluso en los días llenos de sol.
Una de las cosas que poco a poco se fue mezclando con la cultura fueron festividades, eran épocas tan felices que las veía de lejos, no sentía que eran para él. Pero, hubo una que particularmente le atrajo.
ESTÁS LEYENDO
Promesa implícita
FanfictionEligieron la muerte antes que perder su orgullo y ellos prometieron encontrarlos, aún si les tomaba miles años