El resto de la multitud que permaneció en la plaza pudo escucharlo claramente debido a que el silencio era ensordecedor y todos se sorprendieron por lo que dijo Nolan.
El Lord Legislador bufó despectivo. Alzó un brazo y descargó como si tal cosa un poderoso revés izquierdo hacia el rostro de Nolan, pero antes de impactar, Nolan con su mano derecha atrapó su antebrazo como si nada.
El Lord Legislador intento liberar su brazo izquierdo, pero con un rápido movimiento, Nolan con su mano izquierda lo atrapó del cuello al igual que hizo con Camon.
El Lord Legislador seguía tratando de liberarse mientras pateaba fuertemente las piernas de Nolan y con su brazo derecho libre golpeaba repetidamente su abdomen y pecho sin efecto alguno en Nolan.
Entonces Nolan liberó el brazo izquierdo del Lord Legislador, formo un puño en su mano derecha, retrocedió el brazo y lanzó un puñetazo hacia el estómago del Lord Legislador.
Los nudillos de Nolan atravesaron la carne y el hueso, asomando su puño en la espalda del falso dios.
Tras retirar su brazo arrancando el órgano estomacal y desparramando intestinos y vísceras del cuerpo del Lord Legislador, Nolan nuevamente sintió que la presión en sus emociones desaparecía, al parecer la mejor forma de quitarle el poder de los metales a un alomántico... era quitarle el estómago.
Nolan: Un problema menos, esta pelea empezaba a aburrirme.
Sin embargo, incluso con su furia y voluntad recobrada, Nolan notó que el Lord Legislador seguía vivo, y pensó que debía estar recurriendo a otros poderes además de la alomancia.
Nolan: Con que aun te quedan trucos, pero no importa, nada te salvará de mí.
Lo primero que se le ocurrió fue que los anillos que veía en sus dedos y los brazaletes que sentía bajo su ropa en sus brazos era los responsables de sus poderes restantes.
En lugar de quitarle los ornamentos uno por uno, Nolan, que ya estaba molesto por esa manipulación en su mente, simplemente decidió arrancarle los metales junto con los brazos como hizo con su estómago.
Entonces liberó el cuello del Lord Legislador y puso su mano izquierda en su bíceps derecho junto a su hombro, lo mismo con su otro brazo y apretó sus manos como tenazas.
Destrozó sus brazos tan fácilmente como estrujar ropa mojada, para luego con una fuerza descomunal, separar sus brazos, arrancándole el brazo derecho al Lord Legislador, el izquierdo seguía unido al cuerpo, pero lo quitó de un tirón.
Todas las personas veían horrorizadas el espectáculo, contemplaban a su dios impotente ante un hombre vestido de blanco y rojo que era bañado en su sangre divina y en su rostro tenía el ceño profundamente fruncido.
Tras dejar caer el cuerpo del falso dios a sus pies, Nolan observó como la piel de este se arrugaba y su espalda se encorvaba, parecía que estaba envejeciendo en segundos, el pelo largo y negro se volvía canoso y se desprendía de su cabeza.
Aún seguía vivo, pero a duras penas, Nolan lo comparó en su mente con el héroe Inmortal, cosa que le dio un incentivo más para intensificar su espectáculo.
Nolan agarró al anciano de su tobillo izquierdo y se elevó en el aire.
Sosteniéndolo como un conejo cazado, Nolan flotó hacia donde veía que había una multitud más grande, una multitud apiñada de casi cinco mil.
La sangre caía como lluvia sobre algunas personas, pero nadie se alejaba, sabían que no podían enfrentarlo ni huir, solo les quedaba escucharlo.
Nolan: ¿Este es su dios? ¿Este miserable alomántico que usaba trucos y artilugios baratos? –tras decir eso, levantó el cuerpo y lo sacudió–. ¿Esto los ha sometido por mil años? Que patético.
Todos estaban mortalmente callados. Algunos alzaban la mirada hacia Nolan y otros tenían la cabeza agachada, llorando.
Durante mil años se les enseño, se les inculcó; que el Lord Legislador era su dios. Salvó al mundo y era invencible. Gobernaba todo y trajo la ceniza al cielo. Si cumplían sus leyes, vivirían, y si se rebelaban, morirían.
Así eran las cosas y todos suponían que se mantendría como tal, pero ahora estaban aquí, parados bajo el hombre que flotaba con el cuerpo moribundo de quien fue su dios.
Nolan: Que irónico, ¿No lo crees? –dijo mientras levantaba el cuerpo del falso dios para verlo mejor–. Se supone que esta sería una ejecución como cualquier otra, pero en cambio se volvió TÚ ejecución.
Tras decir aquello, el envejecido cuerpo que sostenía, dirigió su cabeza para mirarlo a los ojos.
Lord Legislador: no..comprendes... *inhala* n..o...debes... liiii... –el anciano continuaba envejeciendo, y sumadas sus heridas, aquello le dificultaba hablar e incluso respirar–. eeel.. pozo...*cof* *cof*
Nolan: No tengo tiempo para tus desvaríos –pero lo cierto es que Nolan quería mantenerlo vivo para interrogarlo sobre sus poderes, riquezas y demás secretos que escondía, pero no quería arruinar la demostración de poder que estaba dando al dejarlo vivir frente a todos, además, Nolan pensó que incluso si no lo matara ahora, moriría en cualquier momento de todos modos, llevándose con él todo lo que sabía sobre el poder para alterar la realidad y el mundo mismo–. Aquí acaba tu inútil resistencia ante el verdadero poder.
Tras decir esto, Nolan lo agarró de la cabeza y separó su cabeza del torso, desgarrando, estirando y derramando sangre y carne sobre la multitud plagada de gritos.
Soltó el cadáver al vacío y seguido de esto dio su pronunciamiento.
Nolan: ¡Este es el inicio de una nueva era! Esta vez un Dios real gobernara este mundo y quienes me sirvan, vivirán, aquellos que se rebelen, morirán. Espero que entiendan lo inútil de oponerse a este nuevo orden –dijo mientras recorría con la mirada a todas las personas bajo sus botas–. Sus armas son inútiles, sus ejércitos también, incluso el lord Legislador es inútil contra mí, ¡Nolan!
Tales declaraciones resonaban en los oídos de la gente, reunidos en circulo alrededor del cadáver desplomado, completamente impactados por ver el colapso de quien hasta hace poco fue su dios.
Y finalmente entendieron que, desde ahora, el hombre que flotaba sobre ellos, reemplazaría al lord Legislador, se apoderaría del Imperio Final y su palabra seria ley, resistirse a eso tendría el mismo resultado con el que se encontró el lord Legislador, la muerte.
Entonces nadie objetó ni alabó al nuevo dios, solo se quedaron en silencio, mirándolo, y él a ellos, esperando seguramente el más mínimo signo de rebeldía entre la muchedumbre, para de este un nuevo ejemplo.
Pero tras unos segundos, simplemente se desplazó de su lugar estático en el aire y se dirigió nuevamente a las dos jóvenes que se encontraban quietas sobre el barril en el límite de la plaza.
En su recorrido, noto pocas personas en el suelo que no tenían la cabeza inclinada, estaban mirándolo con asombro y expresiones deslumbrantes, como niños viendo un mago... o un dios.
Descendió ante uno de ellos, era un joven cuyo rasgo mas resaltante era su altura y físico por sobre el de los demás.
Nolan: ¿Cómo te llamas muchacho?
–aah.. ess.. eh.. me-me llamo Lombram, para servirle mi s-señor.
Nolan: Bien, ahora escucha con atención –dijo mientras extendía su mano hacia el rostro del temeroso Lombram–. Reúne a quienes quieran servir y obtener recompensas bajo mi gobierno –tras darle su mandato, Nolan recorrió su dedo índice por la frente de Lombram, dejando marcada una N con la sangre del lord Legislador ante la vista de todos–. Tras eso, diríjanse a las residencias de todos los nobles y bajo mis ordenes, convócalos al castillo cuanto antes, yo acudiré más tarde, y elabora una lista de quienes no se presenten, los ejecutaré después.
Tras eso, Nolan se elevó nuevamente sobre la multitud y continuó dirigiéndose hacia el par de hermanas a comprobar si cuidaron lo que les encargó.
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Omni-man llega al Imperio Final
AvventuraOmni-man, el superhéroe más poderoso del mundo, es engañado y transportado a las tierras del Imperio Final, donde por mil años han caído cenizas y nada florece bajo el gobierno del Lord Legislador.