Soulmate - OffGun HP27.1

5. ¡Lo hemos encontrado!

El timbre de la puerta sonó insistentemente. Gun se encontraba solo. Su abuela había dicho que llegaba pasada la medianoche, junto a su madre, luego del trabajo.

—¿Quién podría ser a esta hora? —A como pudo se puso de pie y caminó hacia la escalera. Desde el descanso, vio una sombra alejarse. Quien quiera que hubiera sido, se cansó de tocar y ya se marchaba. Apenas volteó para volver a subir, resbaló y terminó cayendo.

Rodó por las escaleras.

Escuchó un fuerte ruido proveniente de la cocina y a Off corriendo hacia él.

—¡Gun! —Gritaba el chico de sus sueños, pero él no podía responder. No tenía fuerzas para abrir la boca.

Para cuando Off llegó junto a Gun, este se había desmayado.

⇒¿Está vivo?

—¿Qué estupidez estás preguntando? Por supuesto que está vivo.

Claro que estaba vivo, Off no quería moverlo, al parecer Gun se había golpeado la cabeza. Necesitaba llamar a su madre, o a su abuela. Pero no tenía a donde comunicarse. Se acercó hasta el teléfono y revisó la agenda. Llamó al número del hospital, pero al parecer todo el mundo estaba ocupado, porque nadie se dignó responder. Estaba desesperado. ¿Qué podía hacer? Un leve quejido por parte de Gun, lo hizo volver corriendo a su lado. Se arrodilló en el piso junto a él, y lo observó, mientras tomaba su mano.

Al parecer, estaba despertando.

Gun estaba mucho más delgado que cuando lo conoció, bajo sus ojos había unas profundas manchas negras. Sus manos estaban frías y huesudas, su piel no tenía color. Y sus labios siempre rojos, estaban morados y agrietados.

¿Qué he hecho?

"Si alfa y omega se separan, ambos morirán. Se debilitarán al punto de no poder cambiar a sus formas lobunas y sus fuerzas desaparecerán"

¿Acaso Gun sería un omega? ¿Era eso posible?

Su lobo gimoteaba preocupado. Y él sentía la necesidad de aullar en ese momento, para ver si conseguía ayuda. Off se sentía morir. Recordando las palabras de su madre, el poco color que le quedaba en las mejillas, había desaparecido, cuando levantó la mirada y vio su reflejo en el vidrio de la vitrina junto a él. Estaba más pálido que un papel. Casi no había podido transformarse, al salir de casa. Tuvo que intentarlo un par de veces y concentrarse demasiado para lograrlo. Con su lobo presionando tanto que casi le muele los huesos. Se había inquietado tanto que apenas se transformó, quiso tomar el absoluto control de su cuerpo y eso dolió como mierda...

Cuando llegaron a la casa, y no abrieron la puerta, pensó que no había nadie y estaba a punto de dar la vuelta y regresar, pero su lobo intervino una vez más.

—No hay nadie —había dicho, apenas en un susurro, pero su lobo no se lo tomó a bien.

⇒¿Estás bromeando? Porque déjame decirte que no tenemos tiempo para eso.

—De haber alguien, ya habrían abierto. Quizá-

⇒Quizá NADA. ¡Cállate y concéntrate! —lo hizo— ¿Lo sientes?

Nada, no sentía nada, no percibía su aroma, su perfume o estado. No sucedía nada. Estaba frustrado.

⇒¡Ahí!

Como un pequeño pálpito, una extraña sensación lo invadió y pudo sentir la presencia de Gun. Era débil, pero ahí estaba. Su corazón empezó a latir a toda prisa y sus sentidos se agudizaron. Era irreal. No podía verlo, pero lo sentía.

Rodeó la casa y llegó a la puerta trasera. Empujó la puerta de la cocina, cuando sintió que Gun estaba en peligro. Lamentaba no haber llegado a tiempo, para sostenerlo en el aire, antes de que su cuerpo se azotara en el suelo.

—¿Por qué no despiertas, Gun? No ves que estoy muriendo de angustia. Por favor, vuelve a mí. Abre los ojos. Deja que me pierda en ellos.

Se agachó para unir sus labios con los de Gun y justo cuando se tocaron, Gun abrió los ojos.

Para Off, fue como si estuviera viéndolo por primera vez. Y para Gun, era como si los ojos de Off estuvieran conteniendo toda la fuerza que necesitaba en ese momento. Sintió una corriente eléctrica atravesarlo de pies a cabeza y su corazón se aceleró a tal punto que creyó, podría morir o revivir en todo caso, ahí mismo. Mientras abría la boca, para que Off, dejara entrar su lengua y se encontrara con la suya.

Un tenue rubor coloreó las mejillas del alfa y Gun recuperó la fuerza que había perdido. Lo besó como nunca había besado y gimió mientras lo hacía.

⇒¡Es él! —Gritaba su lobo emocionado— Yo lo sabía. Lo supe desde el primer momento. —La emoción de su lobo era extrema y la felicidad, no le cabía en el pecho a él— ¡Lo hemos encontrado! ¡Gun es nuestra otra mitad!

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ