En un rápido movimiento se puso de puntitas y unió sus labios con los de Off. Se sentía tan bien, tan correcto, como si esos labios hubieran sido hechos especialmente para besar los suyos. Y mejor se sentían, porque no debían ocultarse para hacerlo, pensando que pudiera estar mal.
«Llevaban tanto tiempo deseándolo que había sido muy doloroso frenarse para no equivocarse y arruinar las cosas. Al menos por parte de Off. Aunque aún tenía miedo hacer algo equivocado y terminar lastimando a Gun. Cada vez que recordaba lo cerca que había estado de lastimarlo para siempre, un nudo se formaba en su estómago. Las lágrimas inundaban sus ojos y se derramaban sin previo aviso cuando lo pensaba. Y siempre terminaba pidiéndole perdón a Gun. El omega siempre le regalaba una adorable sonrisa y le hacía cariñitos, haciendo que se olvidara de todo. Consiguiendo al final de cuentas, lo que él quería... Saltarle encima a su alfa.»
Off no tuvo tiempo de nada, cuando minutos atrás, sus palabras fueron calladas por unos labios cálidos. Unos labios que se habían vuelto expertos y exigentes, tanto, que lograban borrar todos sus recuerdos malos, llenando su cabeza solo con pensamientos pecaminosos. Por un momento no supo que hacer, cuando las manos de Gun se aferraron a sus hombros. Pero se dejó besar. Nunca iba a negarse a recibir los deliciosos besos de su omega.
Se alejaban de rato en rato, tratando de recuperar el aliento y esperando bajarle un poco a la intensidad y fulminante calor que sus cuerpos sentían. Pero siempre uno de ellos cerraba la distancia volviendo a unir de nueva cuenta sus bocas en besos suaves, que se volvían en poco tiempo, tan candentes que necesitaban volver a separarse. ¡Mierda! Se sentía tan bien ese cosquilleo en su pecho y en todas las partes precisas.
Cuando esa vibración podía sentirla en su parte baja —que era muy a menudo— Gun alucinaba. Lo habían mantenido a base de supresores, durante todos sus celos, durante un año entero. Pero después de conversarlo con su alfa, habían tomado la decisión de asumir la responsabilidad de sus propios cuerpos. Sentir las caricias del otro, siempre era como tocar el cielo con las manos. Sus corazones latían a mil, coordinados entre sí, al igual que sus labios y sus manos viajando por cada espacio de su cuerpo y cada rincón que necesitara del tacto caliente del otro. Era como si de pronto todo desapareciera, la cordura primero. No podían frenar sus impulsos más primitivos. Estaba en su naturaleza. Pero, aun así. La responsabilidad, siempre recaería en Off, porque era el alfa es esa relación y además el mayor de los dos.
Gun ya no se sentía tan delgado entre los brazos de Off. Su cuerpo había cambiado. Al parecer el amor lo hacía lucir aún más bello. Ahora sus mejillas siempre estaban rosadas y el brillo de su cabello era impresionante. Y ni qué decir de sus bellos ojos grises, mezclados siempre con un tono azulado, cuando se miraban fijamente.
⇒No pienses en nada más —exigió su lobo con dureza— antes de que siquiera pudiera repensar su decisión.
—Pero...
⇒Gun es nuestra otra mitad ¿acaso lo has olvidado?
Claro que no lo había hecho. Estaba encantado de saberlo. Solo que a veces resultaba tan increíble. No había más omegas en el lugar. Gun y su madre, eran los últimos. Cuidados siempre por la abuela que era una alfa pura. Gun era su otra mitad. Era cierto. Y amaba que fuera así.
⇒Es maravilloso tenerlo cerca todo el tiempo.
—Sí, lo es. —Su lobo incluso se había vuelto menos gruñón, aunque siempre estaba haciéndole recordar "por si acaso" que no lo dejara ir. ¡Nunca! Ni loco que estuviera. Eso jamás pasaría.
—¿O-Off? —preguntó el chico con voz temblorosa, cuando el alfa, pareció perderse en sus propios pensamientos, como siempre.
Sonrió. Y Off soltó un gruñido. Mientras que Gun, empezaba a mordisquearse el labio. Arrancándole un nuevo gruñido. Ya no tenía nada más que pensar. Después de tanto tiempo no tenía sentido hacerlo. Frente a él tenía a la persona que tanto tiempo había buscado y a la que encontró por casualidad. La persona que estaba destinada desde su nacimiento a estar a su lado. El chico que lo hacía sentir completo, alguien que lo había cambiado completamente y a quien podía amar, esperando exactamente lo mismo a cambio. Ser correspondido, era lo mejor que le había sucedido en la vida.
Gun era su vida.
—Ya hemos esperado mucho tiempo. —Susurró Off acercándosele y acorralándolo contra la encimera de la cocina—. ¿Ahora podrás aceptar todo lo que estoy dispuesto a darte?
—¿Eh? Yo... creo... mmm-
El alfa estaba decidido, por fin. Acercó la nariz al blanco y delgado cuello del omega e inhaló con fuerza, llenándose de aquel aroma que tanto le gustaba. Besó sobre la vena que latía levantando la piel y Gun suspiró repetidas veces.
—Fuiste hecho para mí, exclusivamente para mí. Sólo para mí.
Gun lo empujó suavemente, solo para ver como sus ojos cambiaban de color...
—Tu otra mitad... —después de decirlo, Gun se lanzó hacia él llenando su cara de besos mientras reía y lloraba a la vez— Mi otra mitad.
—¿Por qué lloras? —Off lo tomó por las mejillas para detenerlo.
—Es que soy tan feliz. —Sonrió— Me haces inmensamente feliz, me gustaste desde la primera vez que te vi, y en ese momento, no pensé que un día podríamos llegar a estar así. ¿Cómo podrías fijarte en alguien como yo?
—Me gustaste desde el primer momento. Además, con el tiempo fui descubriendo lo lindo, sexy, agradable, divertido y especial que eres. Yo sólo soy un poco guapo, pero tú, eres todo lo hermoso de este mundo. —Gun le robó un nuevo beso. Su rostro sonrojado.
—Entonces-
—Entonces, voy a volver a besarte, mucho —un piquito— mucho —dos seguidos— muchísimo, y probablemente no voy a querer separarme de ti nunca más.
—¿Nunca?
—Nunca. Nunca.
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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Soulmate - OffGun HP27.1
FanficH.27.1 Tu alma gemela es como un mejor amigo, pero más. Es esa persona en el mundo que te conoce mejor que ninguna otra, te acepta y cree en ti antes que nadie. Un alma gemela es alguien que llevas contigo para siempre. Y Off lo sabe, así como Gun e...