Capítulo 2

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EMMA.

     No tenía ningún derecho Luke a negarme mi alimento, es despiadado y cruel. No sé cómo mi padre me llegó a comprometerme con un hombre como él, según Víctor solo quiere que tenga una vida plena, en donde no tenga que pasar por problemas de estabilidad económica o alguna situación de pobreza como la que él vivió hace años. Sin embargo, pienso que es mejor vivir feliz en la pobreza, que sentirme rodeada de riquezas con un vacío en mi corazón.

     Con un estómago vacío me dirigí a mi habitación que se encontraba en el segundo piso del Castillo, este lugar tenía aproximadamente cien cuartos, de los cuales solo se ocupan tres; y para mi mala suerte, estoy ubicada al lado de los aposentos del Rey por órdenes de él.Mi habitación es la más sencilla del Castillo, solo cuenta con una cama matrimonial de sábanas blancas y rosas, un armario en donde guardo todas mis prendas, un pequeño tocador con un espejo en donde hay materiales para peinarme y dos muebles de color beige a lado de mi cama en donde guardo mis cosas personales. Nunca me he interesado en mejorar este cuarto, tengo la esperanza de salir de estas cuatro paredes.

     Con la gran ira que sentía en estos momentos tomé mi cuadernillo de dibujos para poder desestresarme dibujando cualquier cosa en que mi mente vagara, mis mejores obras surgen cuando estoy molesta con las actitudes de mi padre hacia mi.

     Amo dibujar, desde que tengo memoria siempre he dibujado. Tengo todos los cuadernos de mi inocencia. Cada vez que se termina uno, Van tiene el gesto de regalarme uno más junto con un paquete de lápices del mundo humano. Anthony es la segunda persona que sabe sobre la pasión que tengo por el arte.

     No se cuanto tiempo llevaba dibujando un lobo comiendo a un venado, pero me distraje cuando escuché las campanas reales dando inicio de que la junta que Luke había convocado estaba por comenzar

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     No se cuanto tiempo llevaba dibujando un lobo comiendo a un venado, pero me distraje cuando escuché las campanas reales dando inicio de que la junta que Luke había convocado estaba por comenzar. Traté de no darle importancia al sonido que resonaba en todo el Castillo, debido a que no podía pensar en otra cosa que en comer cualquier cosa que se me atravesara. Mis pensamientos acerca de comida fueron interrumpidos cuando escuché la puerta abriéndose con gran fuerza dejándome ver a Luke con un traje negro a la medida y su corona adornando su cabeza, sin dejar a un lado su melena rubia perfectamente arreglada. En sus manos parecía llevar ¿un vestido?

     —Las campanas han sonado. —se acercó el Rey cuidando su tono de voz.

     —Lo sé. —me limité a decir.

     La mirada de Luke se transformó, pude observar de reojo que estaba frustrado y algo enojado por la respuesta que le di. Sé que él no me quiere en su junta, puedo sentir su vergüenza por presentarme como su pareja ante los del Consejo por ser mitad humana, a nadie le gustan los humanos.

     —Te quiero en 5 minutos en el salón a lado mío, ni un minuto más tarde Emma, sabes que no tengo paciencia —dijo Luke dejando el vestido en mi cama cerca mío.

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