Posesión de la muñeca de algodón del maníaco obsesivo

『 Capitulo 36 』

“…”

“…”

Pasó el silencio. Yul puso sus ojos azules de un lado a otro y miró a los ojos de Mikael.

Incluso si Mikael fuera ingenioso, no se habría dado cuenta de que estaba maldiciendo intencionalmente.

Lo miró con ojos preocupados, y entre las túnicas, los ojos rojos que eran fríos y quietos se dirigieron hacia él.

Oh, estoy jodido, estoy jodido.

“Jajajaja, oh Dios. no lo sabía Ya veo, no debería decirlo tan descuidadamente”

Yul rió exageradamente y fingió no saber nada. Esto era todo lo que podía hacer ahora, sabiendo que no ganaría mucho.

"Yuri"

"Si-"

“Tu lengua es tan larga que no puedes controlarte”

"Oh, no. Creo que es la longitud correcta. Incluso un poco más corto aquí sería un gran problema”

"Entonces, ¿por qué estás abriendo la boca imprudentemente?"

“Es el estado de ánimo, es el estado de ánimo”

Mikael finalmente se echó a reír por la broma desvergonzada de una mentira.

Al ver eso, Yul se sintió aliviado y le dijo al dueño: 'Dame una caja de caramelo'.

"Mikael, la cuenta"

Eso sí, le dejó la cuenta a Mikael como si fuera algo natural.

Mikael se quedó sin palabras ante la actitud absurdamente imponente de Yul. No había nada que pudiera hacer más que hacer la cuenta por él como dijo Yul.

“El cambio es…”

Mikael estuvo a punto de decir que no se necesitaba ningún cambio, pero al ver a Yul preparándose para recibir el cambio con los ojos brillantes, se mordió la boca.

Por un momento, los ojos centelleantes de Yul parecieron la unidad monetaria del Imperio Wydefia, el Berg.

Como si esperara, Yul tomó el cambio del dueño de la tienda y lo guardó en su bolsillo de forma natural.

"Mikael, ¿puedo tener esto conmigo?"

“Haz lo que te dé la gana. Pero, ¿no debería preguntar antes de conservarlo? Creo que el orden ha cambiado”

"Está bien, lo preguntaré y lo tomaré la próxima vez"

Ante las palabras de Yul, que implicaban que él se encargaría de eso sin importar si tenía permiso o no, Mikael negó con la cabeza. Con eso o no, Yul dijo: 'Ah, gané dinero. Ingresos no ganados, ingresos no ganados', dijo de una manera desconocida.

Después de comprar dulces, los dos caminaron por las calles durante mucho tiempo, comprando varios alimentos. Los bolsillos de Yul se llenaron con el cambio que se hizo cada vez.

Estaba tan encantado cada vez que recibía dinero que Mikael incluso le entregó deliberadamente grandes sumas de dinero.

"Mikael, ¿no es hora del circo?"

"Si vas ahora, será perfecto"

Mikael, quien miró el reloj de bolsillo, respondió a la pregunta de Yul, estimando la distancia desde la Plaza Vitera donde se encontraba el circo.

Fue cuando giró hacia la plaza de Vitera.

"Oh…!"

Pensó que podía escuchar un sonido siniestro a sus espaldas, y luego los ojos de la gente se volvieron hacia un lugar. Mikael miró a su alrededor rápidamente y vio a Yul que cayó en medio de la calle Pokavon.