Capítulo 19 My baby, My baby

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Tras recibir el alta médica, Bill y t/n regresaron a casa, donde encontrarían comodidad y tranquilidad. Era temprano en la mañana y decidieron preparar el desayuno juntos. Caminaron por los pasillos del supermercado, eligiendo cuidadosamente los ingredientes para su festín matutino. Las bolsas de compras fueron colocadas en el auto, y emprendieron el corto trayecto de regreso a casa.

Una vez en casa, t/n se puso manos a la obra en la cocina, mientras Bill jugaba en la sala de estar. El sonido de las risas y las caricaturas llenaba el espacio, creando una atmósfera de alegría y calidez. Bill, sin embargo, se vio atraído por la melodiosa voz de t/n que se filtraba por el aire. Cantaba "I bet on losing dogs" de Mitski, una canción que siempre parecía tocar su corazón.

Con una sonrisa en el rostro, Bill se acercó sigilosamente a la cocina y se quedó parado en el marco de la puerta, observando a t/n mientras se movía con gracia entre los utensilios y los ingredientes. La música y la dulzura de su voz llenaban el espacio, creando una atmósfera mágica.

En ese momento, Bill sintió una inmensa gratitud y amor por t/n. Era su ancla en medio de las tormentas, su guía en los momentos oscuros. Y en esa pequeña cocina, mientras t/n cantaba y preparaba el desayuno, Bill se dio cuenta de cuán afortunado era de tenerla en su vida.

El aroma delicioso de la comida recién hecha llenó la casa, y pronto estuvieron sentados en la mesa, disfrutando de un desayuno abundante y delicioso. Bill se sentía feliz y reconfortado, rodeado de amor y cuidado.

 Bill se sentía feliz y reconfortado, rodeado de amor y cuidado

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Bill sonreía mientras saboreaba cada bocado del delicioso desayuno preparado por t/n

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Bill sonreía mientras saboreaba cada bocado del delicioso desayuno preparado por t/n. El sabor familiar y reconfortante de la comida llenaba su boca, mientras se sentía envuelto en la calidez del hogar. Era un momento de plenitud y felicidad, donde todas las preocupaciones y miedos parecían desvanecerse.

T/n, con una sonrisa en el rostro, observaba a Bill con cariño mientras él disfrutaba de la comida. Sus ojos reflejaban el amor y la satisfacción de ver a Bill feliz y satisfecho. Juntos, compartían risas y conversaciones, creando recuerdos que perdurarían en el tiempo.

El desayuno no solo era una simple comida, sino un símbolo de amor y cuidado mutuo. Cada platillo representaba el esfuerzo y la dedicación de t/n por hacer sentir a Bill amado y protegido. Era un recordatorio de que, incluso en los momentos más difíciles, siempre encontrarían refugio y consuelo en su amor mutuo.

Con cada bocado, Bill se sentía fortalecido y revitalizado. El amor y la atención que t/n le brindaba eran el combustible que alimentaba su espíritu y le daba fuerzas para enfrentar cualquier adversidad. Era un recordatorio de que no importaba qué obstáculos se presentaran en su camino, siempre tendría a t/n a su lado, dispuesta a darle todo el amor y apoyo que necesitara.

El desayuno transcurrió en medio de risas, conversaciones y gestos de cariño. Era un momento especial, un oasis de felicidad en medio de la rutina diaria. Bill se sentía agradecido por tener a t/n a su lado, por ese amor incondicional que le brindaba la fuerza para superar cualquier tormenta.

Después de terminar el desayuno, t/n y Bill se tomaron un momento para disfrutar de la compañía del otro. Se miraron con amor y gratitud, sabiendo que estaban juntos en este viaje, listos para enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara.

Así, en esa mañana llena de amor y sabor, Bill entendió que estaba en buenas manos. Y mientras t/n lo abrazaba con ternura, supo que, sin importar qué sucediera, siempre tendría a t/n como su apoyo inquebrantable, su confidente y su hogar.

T/n se preparó un desayuno saludable y nutritivo para sí misma. Mientras Bill disfrutaba de su comida, sus ojos se posaron en el plato de t/n, curioso por descubrir qué había preparado. Se sorprendió al ver una tostada de pan blanco integral cubierta con rodajas de aguacate y un huevo perfectamente cocido en la parte superior. Era una combinación interesante y deliciosa que despertó la curiosidad de Bill.

T/n también había preparado un vaso de jugo de tutti frutti, lleno de colores vibrantes y sabores refrescantes. Las frutas frescas eran un toque adicional que complementaba perfectamente su desayuno saludable.

 Las frutas frescas eran un toque adicional que complementaba perfectamente su desayuno saludable

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Bill miró el plato de t/n con curiosidad, y luego miró el suyo propio

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Bill miró el plato de t/n con curiosidad, y luego miró el suyo propio. Sintió una leve decepción al darse cuenta de que no estaban comiendo lo mismo. Levantó la mirada y encontró los ojos de t/n, que parecían transmitir comprensión y una pizca de diversión.

"Pensé que comeríamos lo mismo", dijo Bill con un tono de sorpresa.

T/n sonrió suavemente y respondió: "Bueno, hoy tenía antojo de algo más saludable, como esta tostada de aguacate y huevo. Me pareció una opción deliciosa y nutritiva".

Bill reflexionó sobre las palabras de t/n y asintió lentamente. Comprendía que cada persona tenía sus propios gustos y preferencias alimentarias. Aunque le sorprendió la elección de t/n, sabía que ella se preocupaba por su bienestar y siempre buscaba opciones saludables para ambos.

"Tienes razón", dijo Bill con una sonrisa. "Me alegra que hayas encontrado algo que te apetece. ¡Tiene muy buena pinta!"

Ambos compartieron una risa mientras continuaban disfrutando de su desayuno. A pesar de las diferencias en sus platos, se sentían felices de estar juntos y de tener la libertad de expresar sus gustos individuales.

Aquella mañana, el desayuno se convirtió en un momento especial en el que descubrieron más sobre las preferencias y antojos de cada uno. Era un recordatorio de que, incluso en las pequeñas diferencias, podían encontrar un equilibrio y seguir compartiendo momentos llenos de amor y comprensión.

LA NIÑERA // BILL KAULITZ X TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora