Capitulo 21 El Regalo Especial

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Era un día soleado y especial en la vida de t/n y Bill. Con una sonrisa emocionada en su rostro, t/n tenía en sus manos un regalo envuelto con esmero. Había pasado días pensando en el regalo perfecto para Bill, algo que reflejara su amor y aprecio por él.

Bill, lleno de curiosidad, se acercó a t/n con una mezcla de emoción y anticipación en sus ojos. T/n le entregó el regalo, diciendo suavemente: "Este es un regalo especial para ti, Bill. Espero que te guste".

Con manos temblorosas de emoción, Bill desenvolvió cuidadosamente el papel de regalo y reveló un libro con tapa dura y hermosas ilustraciones en su interior. Era un libro de cuentos de hadas, cuidadosamente seleccionado por t/n para que pudieran disfrutar de las historias mágicas juntos.

Bill miró el libro con asombro, admirando cada página y cada dibujo detallado. Era un tesoro que abriría un mundo de imaginación y fantasía para él. T/n le sonrió con cariño y dijo: "Este libro es para que podamos tener nuestras propias aventuras, Bill. Podemos leer juntos y dejarnos llevar por la magia de estas historias".

Bill abrazó el libro contra su pecho, sintiendo el amor y la calidez que emanaba de él. Agradecido, miró a t/n y dijo con voz suave pero llena de emoción: "Gracias, t/n. Este es el regalo más hermoso que he recibido. Estoy emocionado de leer contigo y vivir nuestras propias aventuras de cuento de hadas".

T/n acarició suavemente la mejilla de Bill y respondió con ternura: "Eres mi niño especial, Bill, y siempre quiero llenar tu vida de magia y alegría. Estoy emocionada por cada página que leeremos juntos".

T/n se sentía abrumada de alegría al ver cómo Bill iba mejorando poco a poco, a pesar de los desafíos que su esquizofrenia le presentaba. Cada día que pasaba, ella notaba cómo su niño interior resurgía, llenando su vida de inocencia y maravilla.

A medida que avanzaban en su viaje juntos, t/n se daba cuenta de lo especial que era la conexión que compartían. Bill, a pesar de tener 16 años, a veces actuaba como un niño de 7, y t/n se sentía honrada de ser su guía y protectora en ese mundo de fantasía y encanto.

Cada página que leían juntos en el libro de cuentos de hadas era un momento mágico. Las palabras cobraban vida en sus mentes y los transportaban a tierras lejanas y emocionantes. A través de esas historias, Bill encontraba consuelo y escape, y t/n encontraba la oportunidad de verlo sonreír y disfrutar de su imaginación.

Era emocionante para t/n ver cómo las barreras que la esquizofrenia de Bill imponía se desvanecían cuando se sumergían en las historias. Juntos, creaban un mundo donde la realidad y la fantasía se entrelazaban, donde la oscuridad se disipaba y la luz brillaba intensamente.

En esos momentos, t/n se sentía agradecida por tener la oportunidad de compartir estos momentos mágicos con Bill. Aunque la vida les había presentado desafíos, el amor y la conexión que compartían los fortalecía. Juntos, se enfrentaban a las dificultades con valentía y determinación, sabiendo que tenían el poder de superar cualquier obstáculo.

"T/n, ¿crees en las hadas?", preguntó Bill con una mirada llena de curiosidad mientras sostenía el libro de cuentos en sus manos.

T/n sonrió y respondió con ternura, "Creo que la magia existe en cada uno de nosotros, Bill. Y cuando leemos estas historias juntos, podemos sentir esa magia cobrar vida en nuestros corazones".

Bill asintió emocionado y abrió el libro en una página llena de ilustraciones coloridas. "¿Cuál historia vamos a leer hoy, t/n? ¿Qué aventura vamos a vivir?"

T/n tomó un momento para examinar las opciones y señaló una historia titulada "El Reino de los Sueños". "Creo que esta nos llevará a un lugar mágico y lleno de sorpresas. ¿Estás listo?"

Bill asintió con entusiasmo y se acomodó junto a t/n en el sofá. Mientras t/n comenzaba a leer en voz alta, las palabras cobraban vida y los transportaban a un mundo de fantasía y maravilla.

"Imagina, Bill, que podemos volar entre las nubes y conocer a criaturas mágicas. ¿Cómo sería eso?", preguntó t/n, esperando ansiosamente la respuesta de Bill.

Él sonrió y respondió con entusiasmo, "Sería increíble, t/n. Podríamos visitar lugares asombrosos y vivir aventuras emocionantes juntos".

Durante horas, t/n y Bill se sumergieron en la historia, dejando volar su imaginación y compartiendo risas y emociones. Cada palabra leída fortalecía su vínculo y los acercaba aún más.

Al finalizar la historia, Bill suspiró de satisfacción. "Gracias, t/n, por llevarme a lugares tan maravillosos. Me encanta compartir estas aventuras contigo".

T/n le dio un cálido abrazo y le dijo suavemente, "Bill, eres mi niño especial y compartir estas experiencias contigo es algo que atesoraré siempre. Juntos, podemos crear nuestro propio cuento de hadas".

Ambos se recostaron en el sofá, abrazados, dejando que la magia de las historias y su amor los envolviera. En ese momento, supieron que estaban escribiendo su propia historia llena de amor, esperanza y fantasía.

LA NIÑERA // BILL KAULITZ X TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora