LA NIÑERA // BILL KAULITZ X TU

Capítulo 10 El Niño Consentido

Después de todo lo que habían pasado juntos, Bill se había convertido en el consentido de las tres amigas. Jimena, Tamara y T/n competían en darle amor y cariño, creando un ambiente cálido y acogedor para el niño. Cada una de ellas tenía su forma única de expresar su afecto hacia Bill, y él se deleitaba con todas las atenciones que recibía.

En una tarde soleada, las tres amigas se encontraban sentadas en el sofá, rodeando a Bill como si fuera el centro de atención. Jimena, con una sonrisa radiante, le decía: "Ay, Bill, eres el niño más amoroso que conocemos. Siempre nos haces sentir especiales". Tamara asentía emocionada, añadiendo: "Sí, eres nuestro niño consentido. Siempre queremos estar contigo".

Bill miraba a las tres con una mezcla de gratitud y diversión, disfrutando de toda la atención que recibía. Se sentía amado y valorado, algo que nunca había experimentado antes. Pero a pesar de las atenciones de Jimena y Tamara, su vínculo con T/n era especial y único.

T/n, por su parte, disfrutaba mimando a Bill y asegurándose de que tuviera todo lo que necesitaba. Le compraba juguetes, ropa nueva, libros y todo lo que creía que podría alegrarle el día. Siempre buscaba la manera de consentirlo y hacerlo sentir especial.

Una tarde, mientras estaban en la tienda de juguetes, Bill eligió un peluche de su personaje favorito y lo mostró emocionado a T/n. "¡Mira, T/n! ¿Crees que Tom se sentirá celoso si tengo otro osito?" preguntó Bill con una sonrisa traviesa. T/n rió y respondió: "No creo que se sienta celoso, ¡él sabe que siempre será el osito más especial para ti!"

Con el tiempo, Bill comenzó a entender el amor y la atención que recibía de las tres amigas. Sabía que era afortunado de tenerlas en su vida y de contar con su apoyo incondicional. Sin embargo, su conexión con T/n era única, basada en la confianza y la cercanía que habían construido desde el primer día.

Las tres amigas seguían mimando a Bill, pero siempre respetando y honrando el vínculo especial que él tenía con T/n. Juntas, formaban un equipo inseparable, dispuestas a darle todo el amor y cuidado que merecía.
El tiempo pasaba y la relación entre Bill y las tres amigas se fortalecía cada día más. Jimena y Tamara comprendían la conexión especial que existía entre Bill y T/n, y respetaban ese lazo íntimo que los unía. Aunque también querían consentir a Bill, siempre lo hacían de manera conjunta, asegurándose de no interferir en el vínculo especial que él tenía con T/n.

Juntas, formaban un equipo inseparable que se apoyaba mutuamente en la crianza y cuidado de Bill. Compartían ideas, consejos y experiencias, buscando siempre la mejor manera de brindarle amor y protección al pequeño. Cada una tenía un papel importante en la vida de Bill, aportando su amor y dedicación de manera única.

Jimena, con su naturaleza cariñosa y juguetona, se encargaba de animar a Bill y crear momentos divertidos. Tamara, con su paciencia y sabiduría, ofrecía consejos y escuchaba atentamente los sentimientos y preocupaciones del niño. Y T/n, como cuidadora principal, estaba siempre presente, brindándole seguridad, afecto y apoyo emocional.

Juntas, las tres amigas creaban un ambiente lleno de amor, confianza y armonía para Bill. Se esforzaban por mantener una rutina estable, ofreciéndole estructura y seguridad en su día a día. Además, trabajaban en estrecha colaboración con profesionales de la salud para asegurarse de que Bill recibiera el cuidado adecuado para su condición.

El niño consentido, como lo llamaban cariñosamente, crecía rodeado de afecto y estabilidad. Su sonrisa era radiante y sus ojos reflejaban felicidad y gratitud. Cada día, Bill se sentía amado y protegido, sabiendo que tenía a tres personas increíbles a su lado que siempre velarían por su bienestar.