Bad Decisions // Jeon Jungkook

Te amo

(capitulo extra)

Tres meses después:

T/n:

—Rápido —por primera vez en mi vida salí acompañar a Jungkook a correr al parque que está a dos cuadras de la casa. 

Él dijo que las parejas hacen muchas cosas juntos o se acompañan u apoyan en lo que deben hacer. Y, aquí estoy dando lo mejor de mí para que sepa que lo amo. Al parecer yo no sé nada de como ser novia realmente, aunque sea difícil de creer, sí, mi mundo dio un vuelta de 180°; no debería sentirlo así puesto que toda mi vida me entrene a su lado para ser la pareja que somos ahora, pero deberíamos ser invencibles, cada que hacemos algo me siento primeriza, toda una niña atolondrada. 

Sigo sin poder acostumbrarme, como dije, voy descubriendo partes de Jungkook que nunca en mi vida vi antes pero continuo sorprendiéndome, en definitiva, una vida no es suficiente para conocer a una persona, todo el tiempo estamos constantemente cambiando. 

Se adelantó. 

Me quede parada a unos quince metros atrás de él, sino es que más, lo observe, no parece afectado en lo absoluto como yo que el aire me falta por correr cuando no estoy acostumbrada hacerlo, miré mi reloj, son casi las siete de la mañana. 

Salir con un deportista tiene sus ventajas, pero una de ellas no es poder ser perezosa. 

Me incline y puse mis manos sobre mis rodillas, miré mis pies. 

—1... 2... 3... 4...—comencé a contar para retomar aunque sea un trote lento

—T/n —levante la vista y ahí está él frente a mi, terminando de dar otra vuelta cuando yo  ni a la mitad voy de la segunda voy. 

Sonrió con ternura y agarró mis manos enderezándome. Luego, me aló sin dejar de moverse, dio pequeños pasos activos hacia atrás halándome para que me moviera de mi lugar en el que ya me iban a salir raíces. 

—no nos iremos hasta que des está ultima vuelta  —jadee 

—no me hagas esto 

—es por tú salud, debes dejar de ser sedentaria 

—pero es que... —hice un puchero —ya no puedo. Otra carrera y me voy a desmayar

—es porque no estás acostumbrada —dejo mis manos. Se acerco un paso estando más cerca de mi, coloco sus grandes manos en mis hombros y me enderezo —pero tú puedes, vamos —susurro —vamos juntos —agarro otra vez mi mano e iniciamos a trotar a mi ritmo. 

No alivianó mi estado físico, pero hizo que tuviese un motivo para continuar y terminar el recorrido del día; sorprendentemente lo hice, sentí una satisfacción maravillosa pasar por mi cuerpo, la brisa fresca de la mañana pega en mis mejillas y alborota todavía más mi cabello indomable. El día ya está totalmente iluminado, y sigue haciendo más frio con cada día que avanza, las vacaciones y fiestas decembrinas van a llegar en cualquier instante. 

Entramos al departamento, me arroje al sillón. 

—no iré a la escuela —murmure 

—vamos t/n, ve acomoda tú ropa mientras me baño para que después puedas hacerlo tú —suspiró risueño 

—No quiero hacerlo, estoy agotada. Lo unicó que quiero hoy es dormir todo el día sin parar ¿qué te parece? 

—aja y ¿a que hora vamos a comer? —tomo asiento a mi lado